Pasadas las diez de la mañana de este lunes 6 de mayo, el presidente Bernardo Arévalo emprendió caminata hacia el Congreso de la República. Sin duda, algo inusual, que muchas personas en redes sociales calificaron de “espectáculo populista”.
El mandatario caminó acompañado de la vicepresidenta, Karin Herrera y de sus ministros de Estado –además de un gran dispositivo de seguridad– en el que destacaban más de cincuenta agentes de la Policía Nacional Civil (PNC). Al frente se observaba un grupo de personas que exigía la renuncia de Consuelo Porras.
Bajo un sol intenso, Arévalo inició su recorrido en el frontispicio del Palacio Nacional de la Cultura. Se enfiló por la sexta calle y cruzó en la sexta avenida en donde siguió caminado hasta llegar a la novena calle. El presidente entró al Palacio Legislativo por el ingreso de la novena avenida.
Tal y como lo anunció durante la cadena nacional de la noche del 5 mayo, ingresó al área denominada “Los Pasos Perdidos”; espacio que constituye el vestíbulo principal del hemiciclo parlamentario. En ese lugar presentó la iniciativa que impulsa reformas al Decreto 40-94, Ley Orgánica del Ministerio Público.
Ante la presencia de medios de comunicación nacionales e internacionales, el mandatario explicó que este proyecto de ley busca restablecer los parámetros definidos originalmente en la Constitución Política de la República de Guatemala, para la remoción del Fiscal General (FG) y Jefe del Ministerio Público (MP).
“Es un día histórico para la defensa de nuestra democracia en Guatemala y el efectivo combate contra la corrupción, que nos une a todas y todos. La fiscal general ha ignorado casos graves de corrupción y narcotráfico; se ha dedicado en atacar la democracia y la voluntad del pueblo plasmada en las elecciones”, expresó Arévalo.
La iniciativa reforma específicamente el Artículo 14, que se refiere a la remoción de la máxima autoridad del ente investigador. Con ello, el presidente vuelve a dejar claro su deseo de sacar a como dé lugar a Consuelo Porras del MP. Un golpe más en esta lucha de poderes que al parecer no da tregua.
En la reforma se establece que el mandatario podrá remover al FG por causa justificada debidamente establecida, lo que a partir de su aprobación incluiría “la falta de capacidad, idoneidad u honradez sobrevenida debidamente comprobada en el ejercicio de sus funciones”.
El artículo reformado incluiría entre esa causal que el presidente considere que el informe anual del FG denote falta de debida diligencia. Además, introduce la figura de informes específicos solicitados por el mandatario los que también servirían para evaluar el desempeño para fines de remoción.
La facultad de remoción está contenida en la Constitución, pero la definición de causa justificada en la ley. Si ahora es virtualmente imposible, de aprobarse la reforma, sería sumamente fácil remover a un FG.
Pasadas las diez de la mañana de este lunes 6 de mayo, el presidente Bernardo Arévalo emprendió caminata hacia el Congreso de la República. Sin duda, algo inusual, que muchas personas en redes sociales calificaron de “espectáculo populista”.
El mandatario caminó acompañado de la vicepresidenta, Karin Herrera y de sus ministros de Estado –además de un gran dispositivo de seguridad– en el que destacaban más de cincuenta agentes de la Policía Nacional Civil (PNC). Al frente se observaba un grupo de personas que exigía la renuncia de Consuelo Porras.
Bajo un sol intenso, Arévalo inició su recorrido en el frontispicio del Palacio Nacional de la Cultura. Se enfiló por la sexta calle y cruzó en la sexta avenida en donde siguió caminado hasta llegar a la novena calle. El presidente entró al Palacio Legislativo por el ingreso de la novena avenida.
Tal y como lo anunció durante la cadena nacional de la noche del 5 mayo, ingresó al área denominada “Los Pasos Perdidos”; espacio que constituye el vestíbulo principal del hemiciclo parlamentario. En ese lugar presentó la iniciativa que impulsa reformas al Decreto 40-94, Ley Orgánica del Ministerio Público.
Ante la presencia de medios de comunicación nacionales e internacionales, el mandatario explicó que este proyecto de ley busca restablecer los parámetros definidos originalmente en la Constitución Política de la República de Guatemala, para la remoción del Fiscal General (FG) y Jefe del Ministerio Público (MP).
“Es un día histórico para la defensa de nuestra democracia en Guatemala y el efectivo combate contra la corrupción, que nos une a todas y todos. La fiscal general ha ignorado casos graves de corrupción y narcotráfico; se ha dedicado en atacar la democracia y la voluntad del pueblo plasmada en las elecciones”, expresó Arévalo.
La iniciativa reforma específicamente el Artículo 14, que se refiere a la remoción de la máxima autoridad del ente investigador. Con ello, el presidente vuelve a dejar claro su deseo de sacar a como dé lugar a Consuelo Porras del MP. Un golpe más en esta lucha de poderes que al parecer no da tregua.
En la reforma se establece que el mandatario podrá remover al FG por causa justificada debidamente establecida, lo que a partir de su aprobación incluiría “la falta de capacidad, idoneidad u honradez sobrevenida debidamente comprobada en el ejercicio de sus funciones”.
El artículo reformado incluiría entre esa causal que el presidente considere que el informe anual del FG denote falta de debida diligencia. Además, introduce la figura de informes específicos solicitados por el mandatario los que también servirían para evaluar el desempeño para fines de remoción.
La facultad de remoción está contenida en la Constitución, pero la definición de causa justificada en la ley. Si ahora es virtualmente imposible, de aprobarse la reforma, sería sumamente fácil remover a un FG.