En la segunda parte de la entrevista al diputado Samuel Pérez, aborda la propuesta de reformar la Ley Orgánica del Ministerio Público y su relación con el CACIF. Se las compartimos a continuación.
Respecto a la propuesta de reformar la Ley Orgánica del MP para que el presidente nuevamente pueda destituir al fiscal general, usted ha dicho que si hay un momento idóneo es este. ¿Por qué? ¿Por qué el giro de 180 grados respecto de su posición en 2016? ¿Es porque ahora les beneficia?
En 2016 había otro contexto político. El contexto actual lo que nos permite es tener una reflexión, como sociedad, si realmente debemos tener una especie de impunidad garantizada para una persona encargada de la persecución penal. A lo que me refiero es que es un riesgo moral muy alto el tener completamente bloqueada a la persona al frente del MP.
Por ejemplo, hoy hay un grupo de golpistas, pero si llegara un grupo de narcotraficantes a controlar la institución tampoco se podrían retirar y eso no puede ser así. Tenemos que tener algún mecanismo de escape. Se puede tener una discusión sobre qué rutas se pueden utilizar, ya sea que el presidente simplemente lo decida o haya una evaluación en Congreso, con la sociedad, o cualquier otro mecanismo que finalmente sugiera el precedente de retirar a quienes estén en el MP. Hoy es un momento idóneo porque estamos viviendo las consecuencias de un MP capturado por un grupo de golpistas.
¿No es porque, de ocurrir, los beneficia directamente?
No es que nos beneficia porque no estamos pidiendo que el MP deje de investigarnos, pero la población necesita que la persona que conduce esa institución no tenga un objetivo político, como por ejemplo, tumbar a partidos sin justificación alguna, inventándose pruebas, secuestrando actas de votación. Es decir, rebasaron cualquier límite. Esto no es solo contra Semilla, sino contra la democracia y voluntad popular.
¿Qué causas justificadas proponen ustedes para que eso suceda?
Precisamente es lo que se debe discutir, para que no sea una cuestión suficientemente abierta y arbitraria, pero tampoco cerrada y que sea imposible justificar una causa, lo que ocurre en este momento. Mi opinión, aunque sin mayor reflexión, una causa podría ser que haya una persecución visiblemente política donde se estén violentando derechos, como el caso nuestro. Tiene que haber muchas otras y hay que estudiar diferentes modelos. La discusión debe ser amplía, con participación de varios sectores, incluso, con una comisión especial, como ocurrió con la discusión por las reformas a la Ley Electoral.
¿Ve como posible aliado al CACIF?
Pueden ser aliados coyunturales en algún tipo de iniciativas, como cualquier otro actor social. Son un grupo organizado de la sociedad que tendrá sus opiniones acerca del modelo de desarrollo y puede ser que en ocasiones coincidamos. Por ejemplo, en temas como el Servicio Civil puede haber algún tipo de consenso con el CACIF y cualquier otro actor social. Vamos a tener que buscar consensos amplios.
¿Qué dice a las voces que insisten en que Semilla tiene responsabilidad en los bloqueos por la presencia de diputados electos en algunos puntos, convocar a manifestaciones e incluso agradecerlas?
Fue más bien un tema de comunicación que de convocatoria. Nosotros nunca convocamos a un bloqueo y de hecho reconocemos que eso puede generar molestias en una parte del pueblo Guatemala. Y precisamente, por eso se articuló una mesa de diálogo con diferentes actores sociales que lideró el presidente electo, Bernardo Arévalo, que finalmente dio como resultado otras alternativas de manifestación, lo cual es muy positivo. Pero lo que nosotros siempre hemos hecho desde el primer momento de existencia, incluso antes de ser partido, es acompañar en ocasiones las convocatorias a manifestaciones pacíficas. Todas nuestras intervenciones siempre hacen mención acerca del tema. Siempre aludimos a que tiene que haber manifestaciones pacíficas.
¿Se ve como jefe de bancada el próximo año?
Cada año con la bancada sometemos a votación quién debería conducirla. Lo mismo va a pasar cuando ya estemos integrados.
En la segunda parte de la entrevista al diputado Samuel Pérez, aborda la propuesta de reformar la Ley Orgánica del Ministerio Público y su relación con el CACIF. Se las compartimos a continuación.
Respecto a la propuesta de reformar la Ley Orgánica del MP para que el presidente nuevamente pueda destituir al fiscal general, usted ha dicho que si hay un momento idóneo es este. ¿Por qué? ¿Por qué el giro de 180 grados respecto de su posición en 2016? ¿Es porque ahora les beneficia?
En 2016 había otro contexto político. El contexto actual lo que nos permite es tener una reflexión, como sociedad, si realmente debemos tener una especie de impunidad garantizada para una persona encargada de la persecución penal. A lo que me refiero es que es un riesgo moral muy alto el tener completamente bloqueada a la persona al frente del MP.
Por ejemplo, hoy hay un grupo de golpistas, pero si llegara un grupo de narcotraficantes a controlar la institución tampoco se podrían retirar y eso no puede ser así. Tenemos que tener algún mecanismo de escape. Se puede tener una discusión sobre qué rutas se pueden utilizar, ya sea que el presidente simplemente lo decida o haya una evaluación en Congreso, con la sociedad, o cualquier otro mecanismo que finalmente sugiera el precedente de retirar a quienes estén en el MP. Hoy es un momento idóneo porque estamos viviendo las consecuencias de un MP capturado por un grupo de golpistas.
¿No es porque, de ocurrir, los beneficia directamente?
No es que nos beneficia porque no estamos pidiendo que el MP deje de investigarnos, pero la población necesita que la persona que conduce esa institución no tenga un objetivo político, como por ejemplo, tumbar a partidos sin justificación alguna, inventándose pruebas, secuestrando actas de votación. Es decir, rebasaron cualquier límite. Esto no es solo contra Semilla, sino contra la democracia y voluntad popular.
¿Qué causas justificadas proponen ustedes para que eso suceda?
Precisamente es lo que se debe discutir, para que no sea una cuestión suficientemente abierta y arbitraria, pero tampoco cerrada y que sea imposible justificar una causa, lo que ocurre en este momento. Mi opinión, aunque sin mayor reflexión, una causa podría ser que haya una persecución visiblemente política donde se estén violentando derechos, como el caso nuestro. Tiene que haber muchas otras y hay que estudiar diferentes modelos. La discusión debe ser amplía, con participación de varios sectores, incluso, con una comisión especial, como ocurrió con la discusión por las reformas a la Ley Electoral.
¿Ve como posible aliado al CACIF?
Pueden ser aliados coyunturales en algún tipo de iniciativas, como cualquier otro actor social. Son un grupo organizado de la sociedad que tendrá sus opiniones acerca del modelo de desarrollo y puede ser que en ocasiones coincidamos. Por ejemplo, en temas como el Servicio Civil puede haber algún tipo de consenso con el CACIF y cualquier otro actor social. Vamos a tener que buscar consensos amplios.
¿Qué dice a las voces que insisten en que Semilla tiene responsabilidad en los bloqueos por la presencia de diputados electos en algunos puntos, convocar a manifestaciones e incluso agradecerlas?
Fue más bien un tema de comunicación que de convocatoria. Nosotros nunca convocamos a un bloqueo y de hecho reconocemos que eso puede generar molestias en una parte del pueblo Guatemala. Y precisamente, por eso se articuló una mesa de diálogo con diferentes actores sociales que lideró el presidente electo, Bernardo Arévalo, que finalmente dio como resultado otras alternativas de manifestación, lo cual es muy positivo. Pero lo que nosotros siempre hemos hecho desde el primer momento de existencia, incluso antes de ser partido, es acompañar en ocasiones las convocatorias a manifestaciones pacíficas. Todas nuestras intervenciones siempre hacen mención acerca del tema. Siempre aludimos a que tiene que haber manifestaciones pacíficas.
¿Se ve como jefe de bancada el próximo año?
Cada año con la bancada sometemos a votación quién debería conducirla. Lo mismo va a pasar cuando ya estemos integrados.