Política
Política
Empresa
Empresa
Investigación y Análisis
Investigación y Análisis
Internacional
Internacional
Opinión
Opinión
Inmobiliaria
Inmobiliaria
Agenda Empresarial
Agenda Empresarial

¿Tendremos república o populismo?

.
Alejandro Palmieri
22 de enero, 2024

En política, la forma es el fondo, razón por la cual las solas expresiones de los funcionarios pueden dar cuenta de apego a principios republicanos o, por el contrario, de populismo y autoritarismo en ciernes. 

El haber retirado las vallas que impedían el paso frente a la Casa Presidencial y a un costado del Palacio Nacional fue recibido por la población como un sincero cambio de actitud. Luego, la utilización de un bolígrafo de la marca Bic para la firma de un Acuerdo Gubernativo, revocando uno de la administración pasada, fue alabado por los simpatizantes de Arévalo. La caminata por la calle de un grupo de diputados de Semilla hacia el Congreso, filmada y distribuida ampliamente en redes sociales –por varias cuentas que los de ese partido hubiesen denominado como netcenters–, también se vendió como un acto de sencillez.  

Ante esos mensajes, cabe recordar que la –aparente o genuina– sencillez no es garantía de nada, por sí misma. Por ejemplo, el expresidente mexicano Carlos Salinas de Gortari, en público, usó siempre un sencillo reloj de cuarzo y correa de plástico.  

SUSCRIBITE A NUESTRO NEWSLETTER DE POLÍTICA

Ya no en asuntos puramente simbólicos, sino sustanciales, los presidentes del Ejecutivo y del Legislativo pronunciaron discursos y dieron declaraciones que sí muestran la forma de pensar y las intenciones de quienes hablaron. Esas expresiones no pasaron inadvertidas.  

El presidente Arévalo dio una entrevista a CNN en la que se refirió a la invitación que le hizo a la Fiscal General, Consuelo Porras, para que informara sobre aspectos puntuales de su gestión. Mientras aún no hay confirmación de asistencia, lo que preocupa son las intenciones del mandatario.  

Interrogado sobre la situación de algunos prófugos y autoexiliados, el presidente habló de “revisión de casos” y de “crear las condiciones” para su retorno al país “en el caso que nosotros recuperemos el control sobre el Ministerio Público” (sic). 

El MP es independiente y autónomo, y la supeditación a un funcionario ajeno a la institución o a algún organismo del Estado es precisamente lo que Arévalo y Semilla dijeron que ocurrió durante el gobierno de Giammattei; que ahora Arévalo haya dicho que van a “recuperar el control” del MP no se trató de un lapsus, sino de una preocupante declaración de intenciones, en colisión con los principios republicanos. 

Por su parte, el diputado Samuel Pérez leyó un breve discurso en torno a la decisión de la Corte de Constitucionalidad, en donde dijo que “…la Corte decidió entrar en un pulso directo contra el Congreso, pero, sobre todo, contra la voluntad popular”.  

Es entendible que adversen la decisión de la CC y que ejerciendo la prerrogativa de irresponsabilidad en sus opiniones, como les permite a los diputados el artículo 161 de la Constitución, se exprese así con respecto a lo que atañe al Congreso. Pero algo muy delicado es decir que la CC hace un pulso con –o resuelve contrario a– la voluntad popular. Las decisiones de un juez, magistrado o de un tribunal, sea el que sea, no pueden supeditarse a la voluntad popular, sino exclusivamente a la Constitución y a las leyes.  

La del diputado Pérez es una expresión populista y, de nuevo, contrario a los principios republicanos. 

Aunque es muy temprano como para afirmar el derrotero que tomará el gobierno de Arévalo y su partido, Semilla, las expresiones de los presidentes de dos organismos del Estado (Pérez ya no es presidente del Legislativo) en términos autoritarios y populistas, sí son señales de lo que puede estar por venir. En ninguna circunstancia debe permitirse que el Ejecutivo tome control sobre el Ministerio Público, ni que las decisiones de los tribunales se sometan a plebiscito.  

SUSCRIBITE A NUESTRO NEWSLETTER DE POLÍTICA

¿Tendremos república o populismo?

.
Alejandro Palmieri
22 de enero, 2024

En política, la forma es el fondo, razón por la cual las solas expresiones de los funcionarios pueden dar cuenta de apego a principios republicanos o, por el contrario, de populismo y autoritarismo en ciernes. 

El haber retirado las vallas que impedían el paso frente a la Casa Presidencial y a un costado del Palacio Nacional fue recibido por la población como un sincero cambio de actitud. Luego, la utilización de un bolígrafo de la marca Bic para la firma de un Acuerdo Gubernativo, revocando uno de la administración pasada, fue alabado por los simpatizantes de Arévalo. La caminata por la calle de un grupo de diputados de Semilla hacia el Congreso, filmada y distribuida ampliamente en redes sociales –por varias cuentas que los de ese partido hubiesen denominado como netcenters–, también se vendió como un acto de sencillez.  

Ante esos mensajes, cabe recordar que la –aparente o genuina– sencillez no es garantía de nada, por sí misma. Por ejemplo, el expresidente mexicano Carlos Salinas de Gortari, en público, usó siempre un sencillo reloj de cuarzo y correa de plástico.  

SUSCRIBITE A NUESTRO NEWSLETTER DE POLÍTICA

Ya no en asuntos puramente simbólicos, sino sustanciales, los presidentes del Ejecutivo y del Legislativo pronunciaron discursos y dieron declaraciones que sí muestran la forma de pensar y las intenciones de quienes hablaron. Esas expresiones no pasaron inadvertidas.  

El presidente Arévalo dio una entrevista a CNN en la que se refirió a la invitación que le hizo a la Fiscal General, Consuelo Porras, para que informara sobre aspectos puntuales de su gestión. Mientras aún no hay confirmación de asistencia, lo que preocupa son las intenciones del mandatario.  

Interrogado sobre la situación de algunos prófugos y autoexiliados, el presidente habló de “revisión de casos” y de “crear las condiciones” para su retorno al país “en el caso que nosotros recuperemos el control sobre el Ministerio Público” (sic). 

El MP es independiente y autónomo, y la supeditación a un funcionario ajeno a la institución o a algún organismo del Estado es precisamente lo que Arévalo y Semilla dijeron que ocurrió durante el gobierno de Giammattei; que ahora Arévalo haya dicho que van a “recuperar el control” del MP no se trató de un lapsus, sino de una preocupante declaración de intenciones, en colisión con los principios republicanos. 

Por su parte, el diputado Samuel Pérez leyó un breve discurso en torno a la decisión de la Corte de Constitucionalidad, en donde dijo que “…la Corte decidió entrar en un pulso directo contra el Congreso, pero, sobre todo, contra la voluntad popular”.  

Es entendible que adversen la decisión de la CC y que ejerciendo la prerrogativa de irresponsabilidad en sus opiniones, como les permite a los diputados el artículo 161 de la Constitución, se exprese así con respecto a lo que atañe al Congreso. Pero algo muy delicado es decir que la CC hace un pulso con –o resuelve contrario a– la voluntad popular. Las decisiones de un juez, magistrado o de un tribunal, sea el que sea, no pueden supeditarse a la voluntad popular, sino exclusivamente a la Constitución y a las leyes.  

La del diputado Pérez es una expresión populista y, de nuevo, contrario a los principios republicanos. 

Aunque es muy temprano como para afirmar el derrotero que tomará el gobierno de Arévalo y su partido, Semilla, las expresiones de los presidentes de dos organismos del Estado (Pérez ya no es presidente del Legislativo) en términos autoritarios y populistas, sí son señales de lo que puede estar por venir. En ninguna circunstancia debe permitirse que el Ejecutivo tome control sobre el Ministerio Público, ni que las decisiones de los tribunales se sometan a plebiscito.