La noche del miércoles 17 de agosto la Policía Nacional Civil (PNC) reportó la captura de una adolescente que caminaba en las calles de la colonia Pinares del Norte, zona 18. Ella ocultaba una subametralladora en el chaleco que portaba.
La PNC logró la detención de la menor de edad con la subametralladora calibre 9 milímetros, y una tolva especial, con capacidad de una alta carga de municiones para el arma de grueso calibre. Los investigadores realizan las pesquisas para determinar la procedencia y destino del arma de fuego, pero se presume podría ser propiedad de pandilleros del sector.
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No es el primer caso en la semana, el pasado martes 16 de agosto en la Avenida Alta Verapaz y 11 calle, de la colonia Santa Luisa, Chinautla, fue asesinado el insvestigador de la Dirección General de Inteligencia Civil (DIGICI), Manuel Eduardo Estrada de León de 37 años presuntamente por un menor de 16 años que fue capturado.
¿Víctimas o victimarios?
Los menores de edad son blancos de la delincuencia, víctimas y victimarios de un estado que no invierte en su educación, consideran analistas en seguridad consultados. De acuerdo con Maria Fernanda Galán de la Asociacion de Investigacion y Estudios Sociales (Asies), los menores no solamente están perfilados como víctimas de la delincuencia sino también como victimarios, y no deben ser estigmatizados como personas violentas.
“A mi juicio es una estrategia que el crimen utiliza, porque estos menores son inimputables por mandato constitucional, por lo que existe un tratamiento distinto a las demás personas que delinquen”, indicó Galán.
Según la investigadora, el grupo objetivo del crimen organizado cada vez es menor en grupos etarios, lo que resulta una preocupación máxima, “no existe por parte del Estado herramientas o programas que combatan la inserción al crimen, por medio de la prevención de la violencia primaria”, comentó.
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Por su parte, Carmen Rosa de León Escribano directora del Instituto de Enseñanza para el Desarrollo Sostenible (IEPADES) dice que los menores que se involucran en el crimen, provienen justamente de áreas donde el núcleo familiar se encuentra involucrados en actividades ilícitas, principalmente en el tema de las extorsiones donde a veces son familias completas las que delinquen como que si fuera un trabajo.
De León Escribano argumentó: “los niños crecen en espacios donde la acción delictiva es el trabajo permanente, es una forma de vida, lo que incrementa el riesgo de los menores”.
Cooptados por el crimen ante falta de otros incentivos
Galán asegura que no existen políticas públicas planteadas a largo plazo para evitar que los menores tengan este involucramiento con grupos criminales, “lo que se necesita es una aproximación integral al problema, y no solo una política de prevención”, expresó.
Además, manifestó que existen factores de riesgo que vuelven a los menores mucho más vulnerables, por ejemplo, la calidad de educación que reciben y la deserción escolar por la falta de incentivos para que los niños permanezcan en el sistema.
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Según la directora de IEPADES los menores suelen ser cooptados por grupos criminales porque saben que no serán juzgados como un adulto en el Sistema de Justicia. Añadió otro problema: cuando los menores son detenidos porque al igual que en el Sistema Penitenciario, “no hay una estructura adecuada para que los menores sean rehabilitados y enmendar su actitud”.
Estadísticas de la Secretaría de Bienestar Social de la Presidencia (SBS), revelan que dentro de los centros de Privación de Libertad para Adolescentes en Conflicto con la Ley Penal, permanecen actualmente 1087 menores, de estos 932 son hombres y 155 mujeres.
Los delitos más recurrentes de los menores recluidos en dicho centros son: asesinato 22.4%, extorsión 18.8% y portación ilegal de arma de fuego 14.8%. Mientras que el total de adolescentes atendidos dentro de los Centros Especializados de Privación de Libertad con la mayoría de edad se encuentran 486 personas.
Por su parte el Director General de la Policía Nacional Civil, Nery Ramos, atribuye a los grupos pandilleros la inserción de lo niños en el crimen, pues considera que son el blanco perfecto para delinquir por su facilidad de motivación o intimidación para realizar acciones delictivas (Vea el video).
La noche del miércoles 17 de agosto la Policía Nacional Civil (PNC) reportó la captura de una adolescente que caminaba en las calles de la colonia Pinares del Norte, zona 18. Ella ocultaba una subametralladora en el chaleco que portaba.
La PNC logró la detención de la menor de edad con la subametralladora calibre 9 milímetros, y una tolva especial, con capacidad de una alta carga de municiones para el arma de grueso calibre. Los investigadores realizan las pesquisas para determinar la procedencia y destino del arma de fuego, pero se presume podría ser propiedad de pandilleros del sector.
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No es el primer caso en la semana, el pasado martes 16 de agosto en la Avenida Alta Verapaz y 11 calle, de la colonia Santa Luisa, Chinautla, fue asesinado el insvestigador de la Dirección General de Inteligencia Civil (DIGICI), Manuel Eduardo Estrada de León de 37 años presuntamente por un menor de 16 años que fue capturado.
¿Víctimas o victimarios?
Los menores de edad son blancos de la delincuencia, víctimas y victimarios de un estado que no invierte en su educación, consideran analistas en seguridad consultados. De acuerdo con Maria Fernanda Galán de la Asociacion de Investigacion y Estudios Sociales (Asies), los menores no solamente están perfilados como víctimas de la delincuencia sino también como victimarios, y no deben ser estigmatizados como personas violentas.
“A mi juicio es una estrategia que el crimen utiliza, porque estos menores son inimputables por mandato constitucional, por lo que existe un tratamiento distinto a las demás personas que delinquen”, indicó Galán.
Según la investigadora, el grupo objetivo del crimen organizado cada vez es menor en grupos etarios, lo que resulta una preocupación máxima, “no existe por parte del Estado herramientas o programas que combatan la inserción al crimen, por medio de la prevención de la violencia primaria”, comentó.
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Por su parte, Carmen Rosa de León Escribano directora del Instituto de Enseñanza para el Desarrollo Sostenible (IEPADES) dice que los menores que se involucran en el crimen, provienen justamente de áreas donde el núcleo familiar se encuentra involucrados en actividades ilícitas, principalmente en el tema de las extorsiones donde a veces son familias completas las que delinquen como que si fuera un trabajo.
De León Escribano argumentó: “los niños crecen en espacios donde la acción delictiva es el trabajo permanente, es una forma de vida, lo que incrementa el riesgo de los menores”.
Cooptados por el crimen ante falta de otros incentivos
Galán asegura que no existen políticas públicas planteadas a largo plazo para evitar que los menores tengan este involucramiento con grupos criminales, “lo que se necesita es una aproximación integral al problema, y no solo una política de prevención”, expresó.
Además, manifestó que existen factores de riesgo que vuelven a los menores mucho más vulnerables, por ejemplo, la calidad de educación que reciben y la deserción escolar por la falta de incentivos para que los niños permanezcan en el sistema.
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Según la directora de IEPADES los menores suelen ser cooptados por grupos criminales porque saben que no serán juzgados como un adulto en el Sistema de Justicia. Añadió otro problema: cuando los menores son detenidos porque al igual que en el Sistema Penitenciario, “no hay una estructura adecuada para que los menores sean rehabilitados y enmendar su actitud”.
Estadísticas de la Secretaría de Bienestar Social de la Presidencia (SBS), revelan que dentro de los centros de Privación de Libertad para Adolescentes en Conflicto con la Ley Penal, permanecen actualmente 1087 menores, de estos 932 son hombres y 155 mujeres.
Los delitos más recurrentes de los menores recluidos en dicho centros son: asesinato 22.4%, extorsión 18.8% y portación ilegal de arma de fuego 14.8%. Mientras que el total de adolescentes atendidos dentro de los Centros Especializados de Privación de Libertad con la mayoría de edad se encuentran 486 personas.
Por su parte el Director General de la Policía Nacional Civil, Nery Ramos, atribuye a los grupos pandilleros la inserción de lo niños en el crimen, pues considera que son el blanco perfecto para delinquir por su facilidad de motivación o intimidación para realizar acciones delictivas (Vea el video).