El pánico de apoderó de las personas que bloquean el paso en Santa Elena Petén, a inmediaciones del Aeropuerto Mundo Maya. Mientras continuaban con su protesta impidiendo la libre circulación, hombres armados llegaron al sitio y dispararon para pasar en el área.
Gritos y todos corriendo a donde podían esconderse se observa en decenas de videos en redes sociales. Tras el incidente volvieron a colocar piedras en la carretera y aseguran que no se moverán y nadie los intimidará.
En las grabaciones se observan picops y algunas voces asegura que se trata de narcotraficantes, pero hasta el momento no se ha confirmado. Los cuerpos de socorro llegaron al sitio y tras revisar el área aseguraron que no había heridos.
Los bloqueos iniciaron el 2 de octubre y este viernes cumplirán doce días. Por estos cierres que se generalizaron esta semana, el país lleva cinco días paralizado y los efectos negativos ya se perciben.
Algunos grupos aprovecharon las protestas para cometer delitos graves como la invasión de la planta que surte el agua a diversas zonas de la capital de Guatemala. Los terroristas no aceptan el diálogo, sin importar la vida y la salud de personas enfermas en los hospitales.
El pánico de apoderó de las personas que bloquean el paso en Santa Elena Petén, a inmediaciones del Aeropuerto Mundo Maya. Mientras continuaban con su protesta impidiendo la libre circulación, hombres armados llegaron al sitio y dispararon para pasar en el área.
Gritos y todos corriendo a donde podían esconderse se observa en decenas de videos en redes sociales. Tras el incidente volvieron a colocar piedras en la carretera y aseguran que no se moverán y nadie los intimidará.
En las grabaciones se observan picops y algunas voces asegura que se trata de narcotraficantes, pero hasta el momento no se ha confirmado. Los cuerpos de socorro llegaron al sitio y tras revisar el área aseguraron que no había heridos.
Los bloqueos iniciaron el 2 de octubre y este viernes cumplirán doce días. Por estos cierres que se generalizaron esta semana, el país lleva cinco días paralizado y los efectos negativos ya se perciben.
Algunos grupos aprovecharon las protestas para cometer delitos graves como la invasión de la planta que surte el agua a diversas zonas de la capital de Guatemala. Los terroristas no aceptan el diálogo, sin importar la vida y la salud de personas enfermas en los hospitales.