Versión Deluxe es el blog de música de Luis Fernando Alejos y República.
Advertencia: esta serie de posts no avala o promueve la práctica y consumo de música pirata. Es solo una crónica de algunos formatos que han llegado a mí, por azares del destino. Vamos, antes de que todos tuvieran Spotify o YouTube, existió Napster, Kazaa, blogs para descarga en formato .rar o .zip, torrents de todo tipo y (por supuesto) los CDs quemados.
El compilado con el que estreno esta serie fue un regalo de mi primera novia, hace unos 13 años. Ella fue a México y me trajo un disco que incluía 16 tracks del mítico astro Gustavo Cerati. Es bastante representativo de la primera mitad de su carrera solista: Amor amarillo (1993), Bocanada (1999), 11 Episodios Sinfónicos (2001) y Siempre es hoy (2002).
Quizá te interese: The Final Riot!, una experiencia emo con Paramore
Son pocas las canciones del disco pirata que no me mueven. Por proceso de eliminación empecemos con estas: Hoy ya no soy yo y Lisa. Tienen partes interesantes, pero no las recordaría luego de diez minutos. No puedo decir lo mismo de Cosas imposibles, Artefacto o Puente. La genialidad del argentino es palpable.
Rio Babel y Tu cicatriz en mí tienen ese sabroso matiz de loops, sintetizadores y rock. “Fluir sin un fin más que fluir”. Karaoke es bien latina y optimista. Las rolas del concierto sinfónico (ya que nunca escuché las originales de estudio): Corazón delator y El rito, son paréntesis necesarios. La experiencia en vivo del cantautor sin su guitarra.
https://www.youtube.com/watch?v=bM03KTDSf9c&feature=youtu.be
“Sueño tibio para los dos”
Anticipo que en los siguientes entradas de esta serie también me enfocaré en álbums o antologías las cuales recibí como obsequio. El mercado negro tiene su legitimidad, al final de cuentas, no puedo negar su existencia. Claro, siempre apostaré por el producto original; sería irresponsable no hacerlo.
Lee también
Versión Deluxe es el blog de música de Luis Fernando Alejos y República.
Advertencia: esta serie de posts no avala o promueve la práctica y consumo de música pirata. Es solo una crónica de algunos formatos que han llegado a mí, por azares del destino. Vamos, antes de que todos tuvieran Spotify o YouTube, existió Napster, Kazaa, blogs para descarga en formato .rar o .zip, torrents de todo tipo y (por supuesto) los CDs quemados.
El compilado con el que estreno esta serie fue un regalo de mi primera novia, hace unos 13 años. Ella fue a México y me trajo un disco que incluía 16 tracks del mítico astro Gustavo Cerati. Es bastante representativo de la primera mitad de su carrera solista: Amor amarillo (1993), Bocanada (1999), 11 Episodios Sinfónicos (2001) y Siempre es hoy (2002).
Quizá te interese: The Final Riot!, una experiencia emo con Paramore
Son pocas las canciones del disco pirata que no me mueven. Por proceso de eliminación empecemos con estas: Hoy ya no soy yo y Lisa. Tienen partes interesantes, pero no las recordaría luego de diez minutos. No puedo decir lo mismo de Cosas imposibles, Artefacto o Puente. La genialidad del argentino es palpable.
Rio Babel y Tu cicatriz en mí tienen ese sabroso matiz de loops, sintetizadores y rock. “Fluir sin un fin más que fluir”. Karaoke es bien latina y optimista. Las rolas del concierto sinfónico (ya que nunca escuché las originales de estudio): Corazón delator y El rito, son paréntesis necesarios. La experiencia en vivo del cantautor sin su guitarra.
https://www.youtube.com/watch?v=bM03KTDSf9c&feature=youtu.be
“Sueño tibio para los dos”
Anticipo que en los siguientes entradas de esta serie también me enfocaré en álbums o antologías las cuales recibí como obsequio. El mercado negro tiene su legitimidad, al final de cuentas, no puedo negar su existencia. Claro, siempre apostaré por el producto original; sería irresponsable no hacerlo.