La crononutrición estudia los horarios que empleamos para comer y los efectos que esto tiene en nuestro organismo.
El término crononutrición surgió en 1986 con el doctor Alain Delabos, bajo la filosofía de comer siguiendo nuestro reloj biológico.
Esto en base a que no se asimilan de la misma manera los alimentos consumidos en una hora o en otra.
Te suena el famoso dicho “desayuna como un rey, come como un príncipe y cena como un pobre”, ¿será verdad?.
Un estudio de la Facultad de Fisiología de Murcia, en España, concluyó que las mujeres que adelantaron los horarios de sus comidas perdieron más peso que aquellas que tenían horarios más tardíos.
Por su lado, otra investigación de la Universidad de Illinois, Estados Unidos, precisó que desayunar más tarde estaba relacionado con un índice de masa corporal más elevado.
Además, el artículo Timing of food intake predicts weight loss effectiveness, publicado por el International Journal of Obesity, señala al respecto que “comer tarde puede influir en el éxito de la terapia de pérdida de peso”.
Entonces, ¿tener horarios para alimentarse es sano?
La respuesta de los expertos es: Sí. Pero no todo lo que se desea, sino con una dieta balanceada.
La dieta permite, de alguna manera, consumir alguno de los alimentos que tanto deseamos, pero en los momentos adecuados.
Sin embargo, la French Agency for Food, Environmental and Occupational Health & Safety integró este método o dieta en 2010 dentro de su estudio de las peores 15 dietas, porque promueve las grasas, las proteínas e incluye poca fruta y verdura.
Recomendaciones al comer
- Los expertos brindan las siguientes recomendaciones:
- La mejor comida del día es el desayuno.
- Debes hacer una comida entre el almuerzo y la cena.
- Es necesario cenar a tres horas antes de acostarse.
- El desayuno debe ser dos horas y media antes de iniciar la jornada laboral.
- Veinte minutos de ejercicio contribuyen a mejorar el metabolismo diario.
No te pierdas:
Con información de ABC, BBC y Candena Ser. Fotografía y video de La Nación.
La crononutrición estudia los horarios que empleamos para comer y los efectos que esto tiene en nuestro organismo.
El término crononutrición surgió en 1986 con el doctor Alain Delabos, bajo la filosofía de comer siguiendo nuestro reloj biológico.
Esto en base a que no se asimilan de la misma manera los alimentos consumidos en una hora o en otra.
Te suena el famoso dicho “desayuna como un rey, come como un príncipe y cena como un pobre”, ¿será verdad?.
Un estudio de la Facultad de Fisiología de Murcia, en España, concluyó que las mujeres que adelantaron los horarios de sus comidas perdieron más peso que aquellas que tenían horarios más tardíos.
Por su lado, otra investigación de la Universidad de Illinois, Estados Unidos, precisó que desayunar más tarde estaba relacionado con un índice de masa corporal más elevado.
Además, el artículo Timing of food intake predicts weight loss effectiveness, publicado por el International Journal of Obesity, señala al respecto que “comer tarde puede influir en el éxito de la terapia de pérdida de peso”.
Entonces, ¿tener horarios para alimentarse es sano?
La respuesta de los expertos es: Sí. Pero no todo lo que se desea, sino con una dieta balanceada.
La dieta permite, de alguna manera, consumir alguno de los alimentos que tanto deseamos, pero en los momentos adecuados.
Sin embargo, la French Agency for Food, Environmental and Occupational Health & Safety integró este método o dieta en 2010 dentro de su estudio de las peores 15 dietas, porque promueve las grasas, las proteínas e incluye poca fruta y verdura.
Recomendaciones al comer
- Los expertos brindan las siguientes recomendaciones:
- La mejor comida del día es el desayuno.
- Debes hacer una comida entre el almuerzo y la cena.
- Es necesario cenar a tres horas antes de acostarse.
- El desayuno debe ser dos horas y media antes de iniciar la jornada laboral.
- Veinte minutos de ejercicio contribuyen a mejorar el metabolismo diario.