¿Te gustan las Dobladas San Carlos? Conoce el lugar donde empezó esta historia llena de sabor en 1,951.
Confieso, soy fan de las dobladas. El responsable es mi papá, es de buen diente.
En uno de mis cumpleaños cambié el pastel por una olla de dobladas, mi récord es nueve en una noche.
Conocí Dobladas y Billares San Carlos a finales de los años ochentas. Apenas llegaba, parado de puntitas, a ver lo que se escondía detrás del mueble de madera café.
Era un rincón acondicionado como cocina con dos señoras preparando las dobladas, el ponche y los panes con frijoles.
Recuerdo que donde terminaba el mueble había un rótulo que prohibía el ingreso de mujeres. Eran otros tiempos, ahora hacen torneos internacionales en el lugar.
Para comer hay que hacer un divertido ritual; llegas, haces cola, pagas tu pedido y te dan un número.
Debes tener paciencia, los pedidos casi siempre son grandes. Todos esperan como jugando en un bingo.
Cuenta la leyenda culinaria, que el secreto de sus ricos panes con frijoles es el polvo de haba, serás afortunado si encuentras porque se acaban rápido.
Puedes elegir entre dobladas de res, pollo y cerdo. También están las especiales: dobladas sólo con la carne de tu elección.
Pedí dos de res, un pan con frijoles y un ponche. Una sin cebolla como desafío al chef.
Número 43. Esperamos 20 minutos pero valieron la pena. Venían con cebolla pero igual de deliciosas. Nada mejor que comerlas recién hechas.
Para probarlas visita la 12 avenida 5-34 Zona 6 y puedes pedirlas a domicilio, tienen cobertura en las zonas 1, 2 y 6. Más lejos tendrás que comprar “de 25 unidades en adelante”.
¡Buen provechito!
No te pierdas:
Con información de República.
¿Te gustan las Dobladas San Carlos? Conoce el lugar donde empezó esta historia llena de sabor en 1,951.
Confieso, soy fan de las dobladas. El responsable es mi papá, es de buen diente.
En uno de mis cumpleaños cambié el pastel por una olla de dobladas, mi récord es nueve en una noche.
Conocí Dobladas y Billares San Carlos a finales de los años ochentas. Apenas llegaba, parado de puntitas, a ver lo que se escondía detrás del mueble de madera café.
Era un rincón acondicionado como cocina con dos señoras preparando las dobladas, el ponche y los panes con frijoles.
Recuerdo que donde terminaba el mueble había un rótulo que prohibía el ingreso de mujeres. Eran otros tiempos, ahora hacen torneos internacionales en el lugar.
Para comer hay que hacer un divertido ritual; llegas, haces cola, pagas tu pedido y te dan un número.
Debes tener paciencia, los pedidos casi siempre son grandes. Todos esperan como jugando en un bingo.
Cuenta la leyenda culinaria, que el secreto de sus ricos panes con frijoles es el polvo de haba, serás afortunado si encuentras porque se acaban rápido.
Puedes elegir entre dobladas de res, pollo y cerdo. También están las especiales: dobladas sólo con la carne de tu elección.
Pedí dos de res, un pan con frijoles y un ponche. Una sin cebolla como desafío al chef.
Número 43. Esperamos 20 minutos pero valieron la pena. Venían con cebolla pero igual de deliciosas. Nada mejor que comerlas recién hechas.
Para probarlas visita la 12 avenida 5-34 Zona 6 y puedes pedirlas a domicilio, tienen cobertura en las zonas 1, 2 y 6. Más lejos tendrás que comprar “de 25 unidades en adelante”.
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