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¿Cómo conservar alimentos perecederos? Esto dicen los expertos

Edgar Quiñónez
20 de septiembre, 2021

Alimentos perecederos: son aquellos que comienzan una descomposición de forma sencilla. Agentes como la temperatura, la humedad o la presión son determinantes para que el alimento comience su deterioro. Ejemplos de estos son: los derivados de los animales y los vegetales, siendo las frutas las de mayor perecebilidad.

La forma en que se conserva la comida en casa es una oportunidad ideal para mantenerla en óptimas condiciones. Por esto, es importante conocer algunos trucos para conservar alimentos perecederos.

La correcta preservación de los alimentos es necesaria para evitar el crecimiento de microorganismos como levaduras, bacterias u hongos. Con esta también es posible impedir deterioros como la rancidez o el pardeamiento enzimático.


Esta nota también te puede interesar: ¿Cómo mejorar la salud digestiva? Esto dicen los expertos


Más sobre los alimentos perecederos

Los alimentos perecederos se caracterizan por tener en su composición una mayor cantidad de agua libre. Esta queda disponible para los microorganismos, favorece su desarrollo y el producto es susceptible de sufrir una descomposición más rápida.

Por este motivo, y a diferencia de los no perecederos, este tipo de productos se estropea con más facilidad y su vida útil es más corta. Además, la mayoría de ellos precisa de una conservación a temperaturas de refrigeración.

El hecho de ser más susceptibles implica que es necesario conservar estos alimentos bajo unas condiciones determinadas. Sin embargo, una vez almacenados de la forma correcta la mayoría de ellos deben consumirse en un corto espacio de tiempo.

Fotografía de Free-Photos en Pixabay, utilizada con fines ilustrativos.

¿Cuánto tiempo se conservan los alimentos perecederos?

Esta es una cuestión que suele preocupar a muchas personas, ya que a menudo estos no se compran envasados y carecen de etiqueta para consultar las fechas. 

La Administración de Alimentos y Medicamentos de Estados Unidos ofrece una tabla orientativa de los tiempos de conservación de algunos de ellos. Según este mismo organismo son períodos cortos, pero seguros para evitar que los alimentos se echen a perder o se vuelvan peligrosos. La temperatura adecuada es de 4 grados.

1- Huevos frescos: de 3 a 5 semanas.

2- Yemas y claras de huevo crudas: de 2 a 4 días.

3- Huevos líquidos pasteurizados una vez abiertos: 3 días.

4- Carne picada: entre 1 y 2 días.

5- Carne fresca (ternera, cordero, cerdo): de 3 a 5 días.

6- Carne de aves de corral cruda (pollo, pavo): de 1 a 2 días.

7- Pescado y marisco crudo: entre 1 y 2 días.

8- Leche fresca y leche UHT una vez abierta: de 3 a 5 días.

9- Sobras de alimentos perecederos: entre 3 y 5 días.

Fotografía de Niek Verlaan en Pixabay, utilizada con fines ilustrativos para esta nota.

Por otro lado, los vegetales también precisan de un almacenamiento en condiciones determinadas para garantizar su seguridad y calidad. En este caso, los períodos de tiempo son los siguientes para frutas y verduras almacenadas entre 1 y 4 grados.

Entre 1 y 2 días: plátanos, cerezas, bayas, setas. De 2 a 3 días: espárragos. De 3 a 5 días: uvas, peras, melocotones, ruibarbo, ciruelas y aguacate. 1 semana: melones, arándanos, albaricoques, judías verdes, apio, remolachas, nabos, zanahorias, repollo, brócoli, coliflor, coles de Bruselas, pimientos, lechugas y pepinos. Entre 1 y 3 semanas: manzanas y cítricos.

Condiciones óptimas de conservación

Para conservar de la mejor forma posible estos alimentos no solo es necesario mantenerlos en el lugar y la temperatura adecuados. Existen otros cuestiones a tener en cuenta que también son clave para este cometido.

Por un lado, es necesario colocar los productos en la nevera o el congelador con el mínimo tiempo posible pues no es recomendable que estén mucho rato a temperatura ambiente. Por esto, en el momento de la compra, deben ser los últimos en adquirirse y los primeros en almacenar.

En el frigorífico es imprescindible mantener los alimentos dentro de recipientes adecuados y con cierre hermético. También es necesario separar los crudos de los ya cocinados para evitar la contaminación cruzada. Los aparatos refrigeradores deben mantenerse en las temperaturas adecuadas. Esta es de 4º C o menos para la nevera y de -18º C para el congelador. Además es importante el orden y la limpieza del interior sobretodo si se producen derrames de líquidos o alimentos.

Fotografía de RitaE en Pixabay, utilizada con fines ilustrativos.

Consejos útiles para optimizar la conservación de alimentos

En algunas ocasiones, puede parecer un poco difícil cumplir todas las condiciones necesarias de almacenamiento ideal. Por suerte, existen otros trucos y consejos que facilitan en gran medida esta tarea:

El primero de todos ellos se puede aplicar en el momento de la compra, incluso antes. Es importante y muy útil hacer una lista de la compra de los alimentos perecederos que se van a necesitar a lo largo de los siguientes días o de la semana para adquirir solo aquellos necesarios y en las cantidades justas para evitar que se estropeen.

Si es posible, transportar los productos más delicados y que necesitan refrigeración (carne, lácteos, pescado…) en bolsas especiales que ayudan a mantener la temperatura.

Marcar las fechas de compra en etiquetas y colocar en un lugar visible. Esto permite tener claro cuando es mejor consumir cada alimento. De la misma forma, es muy útil ordenar los alimentos según la fecha adecuada de consumo.

Si se adquiere carne y pescado para una temporada más larga, congelar enseguida aquellas raciones que no se vayan a consumir en breve. Cuanto más rápido, menor es la pérdida de calidad y el riesgo de desarrollo de patógenos.

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¿Cómo conservar alimentos perecederos? Esto dicen los expertos

Edgar Quiñónez
20 de septiembre, 2021

Alimentos perecederos: son aquellos que comienzan una descomposición de forma sencilla. Agentes como la temperatura, la humedad o la presión son determinantes para que el alimento comience su deterioro. Ejemplos de estos son: los derivados de los animales y los vegetales, siendo las frutas las de mayor perecebilidad.

La forma en que se conserva la comida en casa es una oportunidad ideal para mantenerla en óptimas condiciones. Por esto, es importante conocer algunos trucos para conservar alimentos perecederos.

La correcta preservación de los alimentos es necesaria para evitar el crecimiento de microorganismos como levaduras, bacterias u hongos. Con esta también es posible impedir deterioros como la rancidez o el pardeamiento enzimático.


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Más sobre los alimentos perecederos

Los alimentos perecederos se caracterizan por tener en su composición una mayor cantidad de agua libre. Esta queda disponible para los microorganismos, favorece su desarrollo y el producto es susceptible de sufrir una descomposición más rápida.

Por este motivo, y a diferencia de los no perecederos, este tipo de productos se estropea con más facilidad y su vida útil es más corta. Además, la mayoría de ellos precisa de una conservación a temperaturas de refrigeración.

El hecho de ser más susceptibles implica que es necesario conservar estos alimentos bajo unas condiciones determinadas. Sin embargo, una vez almacenados de la forma correcta la mayoría de ellos deben consumirse en un corto espacio de tiempo.

Fotografía de Free-Photos en Pixabay, utilizada con fines ilustrativos.

¿Cuánto tiempo se conservan los alimentos perecederos?

Esta es una cuestión que suele preocupar a muchas personas, ya que a menudo estos no se compran envasados y carecen de etiqueta para consultar las fechas. 

La Administración de Alimentos y Medicamentos de Estados Unidos ofrece una tabla orientativa de los tiempos de conservación de algunos de ellos. Según este mismo organismo son períodos cortos, pero seguros para evitar que los alimentos se echen a perder o se vuelvan peligrosos. La temperatura adecuada es de 4 grados.

1- Huevos frescos: de 3 a 5 semanas.

2- Yemas y claras de huevo crudas: de 2 a 4 días.

3- Huevos líquidos pasteurizados una vez abiertos: 3 días.

4- Carne picada: entre 1 y 2 días.

5- Carne fresca (ternera, cordero, cerdo): de 3 a 5 días.

6- Carne de aves de corral cruda (pollo, pavo): de 1 a 2 días.

7- Pescado y marisco crudo: entre 1 y 2 días.

8- Leche fresca y leche UHT una vez abierta: de 3 a 5 días.

9- Sobras de alimentos perecederos: entre 3 y 5 días.

Fotografía de Niek Verlaan en Pixabay, utilizada con fines ilustrativos para esta nota.

Por otro lado, los vegetales también precisan de un almacenamiento en condiciones determinadas para garantizar su seguridad y calidad. En este caso, los períodos de tiempo son los siguientes para frutas y verduras almacenadas entre 1 y 4 grados.

Entre 1 y 2 días: plátanos, cerezas, bayas, setas. De 2 a 3 días: espárragos. De 3 a 5 días: uvas, peras, melocotones, ruibarbo, ciruelas y aguacate. 1 semana: melones, arándanos, albaricoques, judías verdes, apio, remolachas, nabos, zanahorias, repollo, brócoli, coliflor, coles de Bruselas, pimientos, lechugas y pepinos. Entre 1 y 3 semanas: manzanas y cítricos.

Condiciones óptimas de conservación

Para conservar de la mejor forma posible estos alimentos no solo es necesario mantenerlos en el lugar y la temperatura adecuados. Existen otros cuestiones a tener en cuenta que también son clave para este cometido.

Por un lado, es necesario colocar los productos en la nevera o el congelador con el mínimo tiempo posible pues no es recomendable que estén mucho rato a temperatura ambiente. Por esto, en el momento de la compra, deben ser los últimos en adquirirse y los primeros en almacenar.

En el frigorífico es imprescindible mantener los alimentos dentro de recipientes adecuados y con cierre hermético. También es necesario separar los crudos de los ya cocinados para evitar la contaminación cruzada. Los aparatos refrigeradores deben mantenerse en las temperaturas adecuadas. Esta es de 4º C o menos para la nevera y de -18º C para el congelador. Además es importante el orden y la limpieza del interior sobretodo si se producen derrames de líquidos o alimentos.

Fotografía de RitaE en Pixabay, utilizada con fines ilustrativos.

Consejos útiles para optimizar la conservación de alimentos

En algunas ocasiones, puede parecer un poco difícil cumplir todas las condiciones necesarias de almacenamiento ideal. Por suerte, existen otros trucos y consejos que facilitan en gran medida esta tarea:

El primero de todos ellos se puede aplicar en el momento de la compra, incluso antes. Es importante y muy útil hacer una lista de la compra de los alimentos perecederos que se van a necesitar a lo largo de los siguientes días o de la semana para adquirir solo aquellos necesarios y en las cantidades justas para evitar que se estropeen.

Si es posible, transportar los productos más delicados y que necesitan refrigeración (carne, lácteos, pescado…) en bolsas especiales que ayudan a mantener la temperatura.

Marcar las fechas de compra en etiquetas y colocar en un lugar visible. Esto permite tener claro cuando es mejor consumir cada alimento. De la misma forma, es muy útil ordenar los alimentos según la fecha adecuada de consumo.

Si se adquiere carne y pescado para una temporada más larga, congelar enseguida aquellas raciones que no se vayan a consumir en breve. Cuanto más rápido, menor es la pérdida de calidad y el riesgo de desarrollo de patógenos.