Freddie Mercury siempre soñó con dedicarse a la música, desde sus primeros años de vida en África, Mercury buscó destacar con su talento. Años más tarde su esfuerzo y dedicación dio resultado, esto se vio reflejado con el éxito que obtuvo junto a Queen. 

Mientras su fama iba en aumento, su vida privada poco a poco se volvía pública, fanáticos y no fanáticos querían saber más y más de él. Este lunes 5 de septiembre, la estrella que con su trabajo logró convertirse en leyenda estaría cumpliendo 76 años.

Muchas personas se preguntan ¿Cómo sería hoy? Alguien podría decir que esa respuesta es fácil y proponer que se utilice como parámetro el perfil de Roger Taylor y de Brian May, dos de sus compañeros de Queen.

¿Quién fue Freddie Mercury? 

Un artista nato que como persona en algún momento de su vida también fue blanco de burlas, pues siendo un niño muchos se reían de la forma de su dentadura, de hecho sus compañeros lo molestaban tanto cuando sonreía que él temeroso e incluso inseguro de sí mismo colocaba su mano sobre su boca para que nadie le viera los dientes. 

Esas inseguridades lo convirtieron en un adolescente tímido e introvertido. En aquellos años él prefería pasar su tiempo libre coleccionando estampillas. Lo único que le hacía sentir bien era la música y es que desde pequeño siempre soñó con ser artista. Pasaba gran parte del día imitando a sus cantantes favoritos.

Sin embargo, un día todo cambió, él se armó de valor y decidió entrar al coro de la escuela y fue precisamente ahí en dónde uno de sus maestros descubrió su inigualable talento. Este docente le empezó a motivar y lo animaba a seguir trabajando por sus sueños. 

A los 7 años empezó a tomar clases de piano, tenía un oído musical privilegiado, le bastaba con escuchar un par de veces una melodía para aprenderla y tocarla a la perfección. Quienes lo conocían, lo consideraban un verdadero niño prodigio. 

A los 18 años huyó de la guerra en Zanzíbar, Tanzania, su lugar de origen y se mudó junto a su familia a Inglaterra. Su primer trabajo en Londres fue cargando equipajes en el aeropuerto, esta actividad la combinaba con la venta de ropa de segunda mano, pues su objetivo era seguir estudiando. 

Pero su espíritu artístico seguía encendido y quizá más vivo que nunca, esto lo hacía una persona diferente. Él sabía que la música era lo suyo por eso hacía cientos de sacrificios para estudiar arte y prepararse, pues en el fondo sabía que algún día sus sueño se haría realidad. 

Freddie anhelaba convertirse no en un ícono, sino en una leyenda, así fue como empezó a tocar puertas, formó parte de varias bandas y su voz siempre impresionaba a quienes lo escuchaban. Pero justo cuando pensaba que alcanzaría la cima, algo ocurría que le causaba decepción, sin embargo, nunca se rindió, pese a las adversidades siempre luchó. 

Hasta que la vida lo llevó a juntarse con una pequeña banda cuyos integrantes eran ambiciosos y creativos y que si algo tenía claro era que “cuando se piensa en grande se debe rodear de personas grandes”. 

Con sus propias manos diseñó el logotipo de su nueva banda a la que llamó “Queen”, con esta agrupación se convirtió en el máximo exponente del rock, no fue algo sencillo, al principio muchas discográficas le cerraron las puertas. Su entrega en cada espectáculo y en cada canción le valió el título de leyenda.