Historia de la Consagrada Imagen de Jesús Nazareno de los Milagros
La imagen recibe la advocación de Jesús de la Santa Cruz del Milagro, a consecuencia de ser donada para su veneración a la Ermita de la Santa Cruz del Milagro.
Debido a varias restauraciones no se puede establecer cuál fue el color de su encarnado original, mismo que en la actualidad es moreno.
Otra de sus características, son sus ojos, que no son iguales y simétricos, esto permite que la mirada del Nazareno permanezca fija y viva al observarla desde cualquier posición.
Un Nazareno que refleja sufrimiento
Según el historiador Miguel Alvarez el rostro de Jesús Nazareno de los Milagros refleja el sufrimiento que padeció Cristo desde la oración en el Huerto de los Olivos. Este realismo que muestra la imagen, la hacen figurar como un digno exponente del barroco guatemalteco.
Pero luego de los daños que sufrió la Ermita de la Santa Cruz a consecuencia de los terremotos del 29 de julio de 1773, varios de los bienes fueron trasladados en 1780 a la Ermita del Valle de la Virgen.
Al no haberse autorizado la construcción de la Ermita de la Cruz del Milagro en la nueva región, los cofrades solicitan permiso temporal para colocar al Nazareno en el Beaterio de Indias ubicado antiguamente en la 12 avenida entre 9a. y 10a. calle de la actual zona 1.
Posteriormente comienza el peregrinar del Nazareno de los Milagros por varios templos de la Nueva Guatemala en los que se pueden mencionar: la Rectoría de Santa Rosa de Lima, la Iglesia del Cerrito del Carmen y en el Rectoría Santuario Arquidiocesano del Señor San José, en donde es resguardada en la actualidad, sin que exista documentos que establezcan la fecha en que llego a dicho templo.
Consagración
La imagen del Nazareno de los Milagros en una ceremonia litúrgica y eclesial realizada el Domingo de Ramos, 4 de Abril de 1993, a cargo del Arzobispo de Guatemala, Monseñor Prospero Penados del Barrio, es consagrada, ante la presencia de personalidades eclesiásticas y una multitudinaria asistencia de católicos. Dicho acto se realizó en la Plaza de la Constitución frente a la Santa Iglesia Catedral Metropolitana.
Historia de la Consagrada Imagen de Jesús Nazareno de los Milagros
La imagen recibe la advocación de Jesús de la Santa Cruz del Milagro, a consecuencia de ser donada para su veneración a la Ermita de la Santa Cruz del Milagro.
Debido a varias restauraciones no se puede establecer cuál fue el color de su encarnado original, mismo que en la actualidad es moreno.
Otra de sus características, son sus ojos, que no son iguales y simétricos, esto permite que la mirada del Nazareno permanezca fija y viva al observarla desde cualquier posición.
Un Nazareno que refleja sufrimiento
Según el historiador Miguel Alvarez el rostro de Jesús Nazareno de los Milagros refleja el sufrimiento que padeció Cristo desde la oración en el Huerto de los Olivos. Este realismo que muestra la imagen, la hacen figurar como un digno exponente del barroco guatemalteco.
Pero luego de los daños que sufrió la Ermita de la Santa Cruz a consecuencia de los terremotos del 29 de julio de 1773, varios de los bienes fueron trasladados en 1780 a la Ermita del Valle de la Virgen.
Al no haberse autorizado la construcción de la Ermita de la Cruz del Milagro en la nueva región, los cofrades solicitan permiso temporal para colocar al Nazareno en el Beaterio de Indias ubicado antiguamente en la 12 avenida entre 9a. y 10a. calle de la actual zona 1.
Posteriormente comienza el peregrinar del Nazareno de los Milagros por varios templos de la Nueva Guatemala en los que se pueden mencionar: la Rectoría de Santa Rosa de Lima, la Iglesia del Cerrito del Carmen y en el Rectoría Santuario Arquidiocesano del Señor San José, en donde es resguardada en la actualidad, sin que exista documentos que establezcan la fecha en que llego a dicho templo.
Consagración
La imagen del Nazareno de los Milagros en una ceremonia litúrgica y eclesial realizada el Domingo de Ramos, 4 de Abril de 1993, a cargo del Arzobispo de Guatemala, Monseñor Prospero Penados del Barrio, es consagrada, ante la presencia de personalidades eclesiásticas y una multitudinaria asistencia de católicos. Dicho acto se realizó en la Plaza de la Constitución frente a la Santa Iglesia Catedral Metropolitana.