Rusia es conocida por muchas razones, una de ellas es por sus icónicas iglesias. Pero si juegas Pokémon Go, recuerda mantenerte alejado de las iglesias rusas.
Un bloguero ruso de 22 años aprendió, de mala manera, por qué combinar iglesias y videojuegos no trae nada bueno en la tierra del Vodka. Ruslan Sokolovsky filmó un vídeo en el que él juega Pokémon Go en la iglesia de Todos los Santos en Yekaterinesburgo y fue condenado a tres años y medio de prisión.
La corte encontró a Sokolovsky culpable de incitar el odio religioso y de insultar a creyentes, la misma ofensa causó que dos activistas del colectivo feminista Pussy Riot fueran encarceladas por dos años en 2012.
El Blogger subió un vídeo en el que visita la iglesia que, por coincidencia, es una “Poképarada” del juego. En el vídeo Sokolovsky dice “Sabes, no conseguí al Pokémon más raro que hay aquí: Jesús”, dijo. “Pero está bien, hay quienes dicen que él ni siquiera existe, así que no me sorprende”.
Durante el juicio comparó el castigo al impuesto a quienes eran encarcelados por bromear acerca del comunismo en tiempos de Stalin. “Yo puedo ser un idiota, pero de ninguna manera soy un extremista”, dijo tras declararse inocente.
Rusia es conocida por muchas razones, una de ellas es por sus icónicas iglesias. Pero si juegas Pokémon Go, recuerda mantenerte alejado de las iglesias rusas.
Un bloguero ruso de 22 años aprendió, de mala manera, por qué combinar iglesias y videojuegos no trae nada bueno en la tierra del Vodka. Ruslan Sokolovsky filmó un vídeo en el que él juega Pokémon Go en la iglesia de Todos los Santos en Yekaterinesburgo y fue condenado a tres años y medio de prisión.
La corte encontró a Sokolovsky culpable de incitar el odio religioso y de insultar a creyentes, la misma ofensa causó que dos activistas del colectivo feminista Pussy Riot fueran encarceladas por dos años en 2012.
El Blogger subió un vídeo en el que visita la iglesia que, por coincidencia, es una “Poképarada” del juego. En el vídeo Sokolovsky dice “Sabes, no conseguí al Pokémon más raro que hay aquí: Jesús”, dijo. “Pero está bien, hay quienes dicen que él ni siquiera existe, así que no me sorprende”.
Durante el juicio comparó el castigo al impuesto a quienes eran encarcelados por bromear acerca del comunismo en tiempos de Stalin. “Yo puedo ser un idiota, pero de ninguna manera soy un extremista”, dijo tras declararse inocente.