El expresidente de la Federación de Futbol de Guatemala (Fedefut), Brayan Jiménez, fue condenado este martes en un tribunal de Nueva York, Estados Unidos.
El dirigente, capturado en enero de 2016 luego de permanecer prófugo, fue acusado de los delitos de crimen organizado y conspiraciones fraudulentas.
Jiménez fue sentenciado a dos años de libertad bajo supervisión y al pago de US$350 mil de multa por su participación en el esćandalo de corrupción conocido como “FIFA Gate”.
Colaboró con la justicia
De acuerdo con el periodista Ken Bensinger, quien ha seguido de cerca este caso de corrupción en la FIFA alrededor del mundo, Jiménez logró una condena menor por “colaborar” con las autoridades.
El periodista agrega que aunque el exdirigente está bajo libertad supervisada, podría volver a Guatemala, tal como sucedió en el caso del también condenado exdirigente de Costa Rica, Eduardo Li.
Un año y medio investigado
La investigación contra Brayan Jiménez, dirigido por Cornel Borbely (presidente del órgano de instrucción de la Comisión de Ética), comenzó el 4 de diciembre de 2015. Un día antes, el Departamento de Justicia de Estados Unidos había publicado un comunicado de prensa.
“El 29 de julio del año pasado, Brayan Jiménez se declaró culpable de un cargo de asociación ilícita y de dos cargos de delito informático. Su declaración de culpabilidad se refiere a dos tramas delictivas distintas: una de ellas, para solicitar y recibir sobornos de empresas de marketing en relación con la concesión de los derechos de comercialización de los clasificatorios para el Mundial de la región de la UNCAF (Unión Centroamericana de Fútbol), mientras que la segunda trama guarda relación con ciertos acuerdos para que la selección nacional del país disputase encuentros amistosos en la región de la UNCAF”, explicó el Comité de Ética de la FIFA en su comunicado.
La FIFA se vio sacudida en los dos últimos años por una sucesión de escándalos de corrupción, que implicaron a 40 exdirectivos y empresarios de marketing deportivo, acusados de haber recibidos decenas de millones en sobornos.
Los escándalos, que hicieron temblar los cimientos de la FIFA, marcaron el final precipitado de la ‘era Blatter’ y abrieron la puerta a su posterior relevo por Gianni Infantino, presidente de la FIFA desde febrero de 2016.
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Jiménez fue sentenciado a dos años de libertad bajo supervisión y al pago de US$350 mil de multa por su participación en el esćandalo de corrupción conocido como “FIFA Gate”.
Colaboró con la justicia
De acuerdo con el periodista Ken Bensinger, quien ha seguido de cerca este caso de corrupción en la FIFA alrededor del mundo, Jiménez logró una condena menor por “colaborar” con las autoridades.
El periodista agrega que aunque el exdirigente está bajo libertad supervisada, podría volver a Guatemala, tal como sucedió en el caso del también condenado exdirigente de Costa Rica, Eduardo Li.
Un año y medio investigado
La investigación contra Brayan Jiménez, dirigido por Cornel Borbely (presidente del órgano de instrucción de la Comisión de Ética), comenzó el 4 de diciembre de 2015. Un día antes, el Departamento de Justicia de Estados Unidos había publicado un comunicado de prensa.
“El 29 de julio del año pasado, Brayan Jiménez se declaró culpable de un cargo de asociación ilícita y de dos cargos de delito informático. Su declaración de culpabilidad se refiere a dos tramas delictivas distintas: una de ellas, para solicitar y recibir sobornos de empresas de marketing en relación con la concesión de los derechos de comercialización de los clasificatorios para el Mundial de la región de la UNCAF (Unión Centroamericana de Fútbol), mientras que la segunda trama guarda relación con ciertos acuerdos para que la selección nacional del país disputase encuentros amistosos en la región de la UNCAF”, explicó el Comité de Ética de la FIFA en su comunicado.
La FIFA se vio sacudida en los dos últimos años por una sucesión de escándalos de corrupción, que implicaron a 40 exdirectivos y empresarios de marketing deportivo, acusados de haber recibidos decenas de millones en sobornos.
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