La relación entre el ser humano y las montañas es difícil de comprender para algunas personas.
Solamente quienes han estado en una montaña pueden entender la incomparable sensación de alcanzar una cima tras un esfuerzo extremo entrelazado con los incontables peligros que existen en sus paredes rústicas.
Para muchos el alpinismo despierta una parte instintiva que les engancha y que en algunos casos, les ayuda a superar situaciones inimaginables.
Los guatemaltecos Joaquín Cordero, José Miguel Abularach y Carlos Chong junto al mexicano Salvador Salum empezaron el año viviendo la experiencia de ascender la ruta “Time Wave Zero”, considerada una de las rutas más largas del Potrero Chico, municipio de Hidalgo ubicado al sur del estado de Nuevo León, Monterrey, México.
Experiencia inolvidable
Time Wave Zero, es una ruta conocida a nivel internacional que Joaquín Cordero ya había intentado escalar en reiteradas ocasiones.
“Ahí empecé escalando y quedé picado. Hace un mes un amigo me dijo que iba hacer esta ruta, una ruta que yo probé hace once años y no la logré escalar. Intenté hace cuatro y tampoco”, indicó Cordero.
Motivado por su amigo Joaquín decidió intentar subir una vez más la mencionada ruta.
“Me decidí a subir Time Wave Zero, José Miguel Abularach y Carlos Chong iban en una cordada (un equipo independiente) y en otra cordada iba yo junto a Salvador Salum y fue así como ascendimos” contó Cordero.
La ruta de escalada deportiva que ascendieron se encuentra entre las más altas del mundo, tiene aproximadamente 2 mil 300 pies de altura y en ella se pueden realizar 23 largos (lanzamientos de cuerda); además, posee 700 metros verticales.
Escalar la pendiente les requirió 28 horas de trabajo y esfuerzo.
“Salimos un sábado a las 13 horas. Teníamos planeado un tiempo de 18 horas y al final nos hicimos 28 para subir e hicimos solo un descanso de 9 de la noche a 5 de la mañana del día siguiente”, indicó Cordero.
“Si se quiere, no hay obstáculo”
Después de 20 horas de haber empezado el ascenso se quedaron sin agua, situación que los llevo a sufrir deshidratación, pero el entusiasmo hizo que ese no fuera impedimento para llegar a la cima.
“Al final gracias a Dios los cuatro logramos terminar la ruta”, contó emocionado Cordero.
Para los cuatro jóvenes el haber tenido la oportunidad de escalar la ruta Time Wave Zero en Monterrey fue un logró más en sus vidas, ya que la cima es alta y requiere de llevar herramientas menos pesadas, lo que hace que las dificultades sean mayores.
Ellos son ejemplo de que si se quiere, no hay obstáculo para llegar a la cima.
Aquí te dejamos algunas imágenes de su aventura:
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Solamente quienes han estado en una montaña pueden entender la incomparable sensación de alcanzar una cima tras un esfuerzo extremo entrelazado con los incontables peligros que existen en sus paredes rústicas.
Para muchos el alpinismo despierta una parte instintiva que les engancha y que en algunos casos, les ayuda a superar situaciones inimaginables.
Los guatemaltecos Joaquín Cordero, José Miguel Abularach y Carlos Chong junto al mexicano Salvador Salum empezaron el año viviendo la experiencia de ascender la ruta “Time Wave Zero”, considerada una de las rutas más largas del Potrero Chico, municipio de Hidalgo ubicado al sur del estado de Nuevo León, Monterrey, México.
Experiencia inolvidable
Time Wave Zero, es una ruta conocida a nivel internacional que Joaquín Cordero ya había intentado escalar en reiteradas ocasiones.
“Ahí empecé escalando y quedé picado. Hace un mes un amigo me dijo que iba hacer esta ruta, una ruta que yo probé hace once años y no la logré escalar. Intenté hace cuatro y tampoco”, indicó Cordero.
Motivado por su amigo Joaquín decidió intentar subir una vez más la mencionada ruta.
“Me decidí a subir Time Wave Zero, José Miguel Abularach y Carlos Chong iban en una cordada (un equipo independiente) y en otra cordada iba yo junto a Salvador Salum y fue así como ascendimos” contó Cordero.
La ruta de escalada deportiva que ascendieron se encuentra entre las más altas del mundo, tiene aproximadamente 2 mil 300 pies de altura y en ella se pueden realizar 23 largos (lanzamientos de cuerda); además, posee 700 metros verticales.
Escalar la pendiente les requirió 28 horas de trabajo y esfuerzo.
“Salimos un sábado a las 13 horas. Teníamos planeado un tiempo de 18 horas y al final nos hicimos 28 para subir e hicimos solo un descanso de 9 de la noche a 5 de la mañana del día siguiente”, indicó Cordero.
“Si se quiere, no hay obstáculo”
Después de 20 horas de haber empezado el ascenso se quedaron sin agua, situación que los llevo a sufrir deshidratación, pero el entusiasmo hizo que ese no fuera impedimento para llegar a la cima.
“Al final gracias a Dios los cuatro logramos terminar la ruta”, contó emocionado Cordero.
Para los cuatro jóvenes el haber tenido la oportunidad de escalar la ruta Time Wave Zero en Monterrey fue un logró más en sus vidas, ya que la cima es alta y requiere de llevar herramientas menos pesadas, lo que hace que las dificultades sean mayores.
Ellos son ejemplo de que si se quiere, no hay obstáculo para llegar a la cima.
Aquí te dejamos algunas imágenes de su aventura:
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