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¿Cómo educar a los niños de la generación covid?

Edgar Quiñónez
26 de agosto, 2020

Estar con los niños en la casa las 24 horas del día era algo inimaginable. Sin duda, una situación casi imposible. Sin embargo, la pandemia del covid-19 causó que millones de niños en el mundo fueran confinados.

Por dar un ejemplo, en Guatemala las clases presenciales están suspendidas a partir del 14 de marzo, un día después de que se registrara el primer caso de covid-19 en el país.

A la fecha las clases presenciales siguen restringidas. Debido a ello los padres de familia enfrentan nuevos retos. Al respecto este miércoles 26 de agosto República. conversó con la psicóloga clínica especialista en el desarrollo humano, Andrea Gálvez en el Webinar ¿Cómo educar a los niños de la generación covid?

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Resiliencia

Factores protectores en casa para el manejo de tensión y estrés.

Podemos entender la resiliencia como la capacidad para superar periodos de dolor emocional y situaciones adversas. Es la fuerza que nos permite sobreponernos de los contratiempos e incluso de fortalecernos.

Según Andrea Gálvez el tema de la resiliencia a tomado fuerza a raíz de la pandemia. Un término que no usábamos tanto, pero que es de gran importancia para el desarrollo humano.

“Primero debemos entender bien qué es la resiliencia. Es importante por dos cosas. Por un lado es el tipo de fortaleza para afrontar diferentes situaciones y lograr un reajuste psíquico necesario. Pero también es la manera de aprender a salir de manera positiva de cada situación”, explicó Gálvez.

Existen algunos factores personales que favorecen la resiliencia como es una buena autoestima, la orientación y motivación al logro, la conciencia de la autocapacidad para la superación, la autonomía y la empatía. 

“Por eso la resiliencia es fundamental, pues por medio de ella los padres pueden dar a sus hijos un manejo adecuado para sobrellevar las penas”, comentó.

¿Cómo ayudar a los hijos a sanar el estrés?

Empatía hacia el niño: la importancia de conocer su momento de desarrollo y sus necesidades.

Existen tres diferentes tipo de estrés. Según Andrea Gálvez tanto para niños como para el adulto el estrés va depender del ambiente.

El primer tipo de estrés es el de crecimiento. Este tipo de estrés puede ser positivo, pero para controlarlo se necesita de la motivación de los padres y de los educadores. El estrés es una respuesta natural a los retos, cambios y presiones de la vida, pero para salir bien librados es fundamental incentivar.

Luego está el estrés tolerable, que será así siempre y cuando se tenga un ambiente de protección. Es decir, factores que ayuden el niño a tolerar las situaciones.

Los padres pueden ayudar a sus hijos a responder ante el estrés de forma saludable, brindándole al niño o al adolescente un hogar sano, seguro y confiable.

Finalmente esta el estrés tóxico. Por lo general se da por la falta de protección y ante ello puede causar daños emocionales. De ahí la importancia de lo anterior.

Factores protectores

¿Qué podemos hacer para generar la protección contra el estrés?

Todos necesitamos a lo largo de nuestra vida saber que contamos con personas de confianza a las que podemos acudir y a las cuales podemos sentir cerca. De ahí la importancia de que durante el primer año de vida haya una figura de apego.

Otro factor es el cuidado hacia los hijos, pero, para poder cuidarlos bien, debemos entender la importancia de cuidarnos a nosotros mismos.

Cuidar es sinónimo de afecto y contención, sin estos dos elementos, no hay cuido de calidad. En la niñez y adolescencia cuando los adultos ejercen un cuido responsable están construyendo uno de los pilares básicos de la crianza: la protección.

El cuido y la crianza de niños, niñas y adolescentes es, por lo tanto, un delicado arte, en donde la entrega de tiempo, no solo en calidad sino en cantidad, son elementos esenciales para el éxito de esta tarea.

Tener una estructura es fundamental. La familia es el primer espacio donde los niños se desarrollan socialmente a partir de un funcionamiento familiar determinado y aunado esto debe ir el fomentar la mentalidad de crecimiento.

Una mentalidad de crecimiento es la creencia de que nuestra inteligencia y habilidades se pueden mejorar con esfuerzo y con las estrategias adecuadas.

Una vez que los niños entienden que el cerebro, literalmente, crea nuevas conexiones a medida que practican y aprenden a hacer algo, se entusiasman con el proceso de aprendizaje.

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¿Cómo educar a los niños de la generación covid?

Edgar Quiñónez
26 de agosto, 2020

Estar con los niños en la casa las 24 horas del día era algo inimaginable. Sin duda, una situación casi imposible. Sin embargo, la pandemia del covid-19 causó que millones de niños en el mundo fueran confinados.

Por dar un ejemplo, en Guatemala las clases presenciales están suspendidas a partir del 14 de marzo, un día después de que se registrara el primer caso de covid-19 en el país.

A la fecha las clases presenciales siguen restringidas. Debido a ello los padres de familia enfrentan nuevos retos. Al respecto este miércoles 26 de agosto República. conversó con la psicóloga clínica especialista en el desarrollo humano, Andrea Gálvez en el Webinar ¿Cómo educar a los niños de la generación covid?

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Resiliencia

Factores protectores en casa para el manejo de tensión y estrés.

Podemos entender la resiliencia como la capacidad para superar periodos de dolor emocional y situaciones adversas. Es la fuerza que nos permite sobreponernos de los contratiempos e incluso de fortalecernos.

Según Andrea Gálvez el tema de la resiliencia a tomado fuerza a raíz de la pandemia. Un término que no usábamos tanto, pero que es de gran importancia para el desarrollo humano.

“Primero debemos entender bien qué es la resiliencia. Es importante por dos cosas. Por un lado es el tipo de fortaleza para afrontar diferentes situaciones y lograr un reajuste psíquico necesario. Pero también es la manera de aprender a salir de manera positiva de cada situación”, explicó Gálvez.

Existen algunos factores personales que favorecen la resiliencia como es una buena autoestima, la orientación y motivación al logro, la conciencia de la autocapacidad para la superación, la autonomía y la empatía. 

“Por eso la resiliencia es fundamental, pues por medio de ella los padres pueden dar a sus hijos un manejo adecuado para sobrellevar las penas”, comentó.

¿Cómo ayudar a los hijos a sanar el estrés?

Empatía hacia el niño: la importancia de conocer su momento de desarrollo y sus necesidades.

Existen tres diferentes tipo de estrés. Según Andrea Gálvez tanto para niños como para el adulto el estrés va depender del ambiente.

El primer tipo de estrés es el de crecimiento. Este tipo de estrés puede ser positivo, pero para controlarlo se necesita de la motivación de los padres y de los educadores. El estrés es una respuesta natural a los retos, cambios y presiones de la vida, pero para salir bien librados es fundamental incentivar.

Luego está el estrés tolerable, que será así siempre y cuando se tenga un ambiente de protección. Es decir, factores que ayuden el niño a tolerar las situaciones.

Los padres pueden ayudar a sus hijos a responder ante el estrés de forma saludable, brindándole al niño o al adolescente un hogar sano, seguro y confiable.

Finalmente esta el estrés tóxico. Por lo general se da por la falta de protección y ante ello puede causar daños emocionales. De ahí la importancia de lo anterior.

Factores protectores

¿Qué podemos hacer para generar la protección contra el estrés?

Todos necesitamos a lo largo de nuestra vida saber que contamos con personas de confianza a las que podemos acudir y a las cuales podemos sentir cerca. De ahí la importancia de que durante el primer año de vida haya una figura de apego.

Otro factor es el cuidado hacia los hijos, pero, para poder cuidarlos bien, debemos entender la importancia de cuidarnos a nosotros mismos.

Cuidar es sinónimo de afecto y contención, sin estos dos elementos, no hay cuido de calidad. En la niñez y adolescencia cuando los adultos ejercen un cuido responsable están construyendo uno de los pilares básicos de la crianza: la protección.

El cuido y la crianza de niños, niñas y adolescentes es, por lo tanto, un delicado arte, en donde la entrega de tiempo, no solo en calidad sino en cantidad, son elementos esenciales para el éxito de esta tarea.

Tener una estructura es fundamental. La familia es el primer espacio donde los niños se desarrollan socialmente a partir de un funcionamiento familiar determinado y aunado esto debe ir el fomentar la mentalidad de crecimiento.

Una mentalidad de crecimiento es la creencia de que nuestra inteligencia y habilidades se pueden mejorar con esfuerzo y con las estrategias adecuadas.

Una vez que los niños entienden que el cerebro, literalmente, crea nuevas conexiones a medida que practican y aprenden a hacer algo, se entusiasman con el proceso de aprendizaje.