Política
Política
Empresa
Empresa
Investigación y Análisis
Investigación y Análisis
Internacional
Internacional
Opinión
Opinión
Inmobiliaria
Inmobiliaria
Agenda Empresarial
Agenda Empresarial

¿Está vivo Marco Antonio Molina Theissen? Una prueba de ADN podría determinarlo

Luis Gonzalez
12 de septiembre, 2021

¿Quién es el misterioso personaje que se presentó el día de la sentencia contra los militares por la desaparición de Marco Antonio Molina Theissen? ¿Por qué el tribunal se negó a identificarlo como solicitó la defensa? ¿A qué se debe la petición de realizar una prueba de ADN a esta persona y a la familia Molina Theissen? ¿Por qué se presentaron acciones legales para detener el procedimiento? ¿Por qué el Ministerio Público se resiste a realizar la prueba de análisis genético pese a la resolución judicial?

Todas estas preguntas tienen una sola respuesta para los abogados defensores. Porque el misterioso personaje es el propio Marco Antonio Molina Theissen. Esta persona ahora lleva el nombre de Felipe Neri Espinoza o Felipe Neri Espinoza Quevedo.

En documentos en poder de la defensa se indica que está casado con María Eugenia Molina Theissen. Pero los abogados creen que más que un vínculo amoroso, los une un lazo sanguíneo. Otro dato acerca de Espinosa es que tiene nacionalidad canadiense, según los registros del Tribunal Supremo de Elecciones de Costa Rica, donde reside la familia Molina Theissen.

SUSCRIBITE A NUESTRO NEWSLETTER
La defensa de los militares considera que Felipe Neri Espinoza Quevedo es en realidad Marco Antonio Molina Theissen.

Un caso de hace 40 años

El 6 de octubre de 1981 un grupo armado llegó a la casa de Marco Antonio y se lo llevó, según el testimonio de su progenitora, Emma Theissen Álvarez. La madre de quien en ese entonces tenía 14 años, cuenta que logró anotar la placa del vehículo en el que se llevaron a su hijo. Era un vehículo oficial con placas 17675.

¿Por qué se llevaron al adolescente? Fue en represalia porque Emma Guadalupe Molina Theissen, una de las tres hijas de esta familia, había escapado de las manos del Ejército. Esto según los acusadores.

Emma Guadalupe fue detenida por las fuerzas armadas el 27 de septiembre de 1981 durante un operativo en la ruta a occidente. La mujer en ese entonces de 19 años, era parte de un grupo guerrillero. Le encontraron propaganda de la insurgencia y material de análisis político del Partido Guatemalteco del Trabajo (PGT), según su testimonio.

Sus captores la vendaron, esposaron y llevaron a la base militar de Quetzaltenango. En el lugar fue torturada, violada y sometida a otros castigos durante nueve días, hasta que escapó, de acuerdo con su relato.

Emma Molina Theissen se liberó de las esposas y salió sin problemas de la base militar

El testimonio de Emma Guadalupe es increíble, pero asegura que así ocurrió. Durante nueve días fue víctima de abusos físicos y el extremo fue no darle comida ni agua. Aún con todos los castigos y privaciones, asegura que no delató a sus compañeros guerrilleros ni dio ubicaciones de escondites.

Eso sí, tuvo fuerzas para liberarse de los grilletes con las que estaba inmovilizada en un cuarto de la base militar. Para su fortuna, había una ventana con un vidrio movible y por ahí logró salir para escapar. Pero añade que cuando salió se dio cuenta que no llevaba zapatos. Por lo que regresó al lugar de su cautiverio y luego empezó a salir de la base militar. Todo esto ocurrió mientras llevaba en su vientre otra vida, pues tenía cinco meses de embarazo.

Durante todo este episodio las circunstancias le fueron favorables, añade Emma Guadalupe. Un grupo de militares la vio y dice que no le prestó atención.

Agrega que en la garita solo había un soldado y luego de confundirla con una prostituta, que llegaban al lugar, la dejó salir. Con ese relato se infiere que el militar no vio a una mujer violada, torturada y sin comer durante nueve días, sino a una mujer vestida y con apariencia de prostituta.

En cuanto al testimonio de lo fácil que salió del cuartel, basta recordar que 1981 Guatemala vivía uno de los peores momentos del conflicto armado interno entre el Ejército y la guerrilla. Las bases militares eran fuertemente custodiadas las 24 horas del día. En las garitas siempre había un grupo de soldados bajo el mando de un oficial del Ejército, pero, según Emma Guadalupe, ese día solo estaba un soldado.

Al escapar estuvo un tiempo en Guatemala y luego huyó hacia México con ayuda de su grupo guerrillero, añade. Los militares responsables de la base militar y uno de sus superiores se vieron burlados y por ello fueron por la familia de la fugitiva. Entonces se llevaron a Marco Antonio, quien a la fecha sigue desaparecido, según el testimonio.

El día de la sentencia, Felipe Neri Espinoza Quevedo se sentó en la fila de la familia Molina Theissen.

Q5 millones para la familia y los abogados

Después de más de dos décadas de empujar el caso en los tribunales de Guatemala, la familia logró una indemnización. Recibió más de Q5 millones. En 2000 el Estado reconoció su responsabilidad en la desaparición de Marco Antonio en la Corte Interamericana de Derechos Humanos (CIDH).

Los US$698 mil fueron para pagar los abogados y como una reparación al daño sufrido por la familia Molina Theissen. Pero faltaba la sentencia para los militares señalados en lo ocurrido contra Emma Guadalupe y Marco Antonio.

El 23 de mayo de 2018 el Tribunal de Mayor Riesgo C, presidido por Pablo Xitumul, condenó a los militares retirados. La defensa buscó apartar a este juez, debido a que manifestó que a su papá lo mató el Ejército. Sin embargo, la petición fue desechada porque el Tribunal consideró que se hizo fuera de tiempo.

Manuel Benedicto Lucas García, exjefe del Estado Mayor del Ejército y Manuel Antonio Callejas y Callejas, exjefe de Inteligencia Militar, fueron sentenciados a 58 años de cárcel.

Igual condena fue para Hugo Ramiro Zaldaña Rojas, jefe de la zona militar de Quetzaltenango. Fueron sentenciados por delitos contra los deberes de humanidad, violación con agravación de la pena y desaparición forzada.

Mientras que Francisco Luis Gordillo Martínez, también jefe de la zona militar de Quetzaltenango, fue condenado a 33 años. En su caso fue por delitos contra los deberes de humanidad y violación con agravación de la pena.

La última palabra no está dicha

La sentencia contra los militares retirados no está firme, asegura Karen Fischer, una de las abogados defensoras. Y la prueba de ADN podría cambiar la sentencia de este caso o abrir otra historia que ahora se pretende ocultar.

¿Quién es en realidad Felipe Neri Espinoza Quevedo? Pronto se podría saber la verdadera identidad del hombre que de pronto es el centro del caso.

Fischer argumentó y planteó la necesidad de realizar la prueba de ADN a Felipe Neri y a la familia Molina Theissen para saber la verdad. El Juzgado Segundo “B” de Primera Instancia Penal atendió la petición el 27 de abril de 2021.

Ordenó al Ministerio Público realizar la prueba en el Inacif de Guatemala o en Costa Rica. Pero a la fecha la Fiscalía no ha realizado ninguna gestión, según la abogada.

Por ello, Fischer presentó un memorial el 19 de agosto de 2021 para que la jueza “conmine por escrito y bajo apercibimiento de certificar lo conducente por el delito de desobediencia”. Esto contra el responsable de no obedecer el fallo del Juzgado.

Los abogados de los militares ven rasgos físicos parecidos entre Felipe Neri Espinoza Quevedo y el resto de la familia Molina Theissen.

Te sugerimos leer:

De héroes a villanos de la justicia

¿Está vivo Marco Antonio Molina Theissen? Una prueba de ADN podría determinarlo

Luis Gonzalez
12 de septiembre, 2021

¿Quién es el misterioso personaje que se presentó el día de la sentencia contra los militares por la desaparición de Marco Antonio Molina Theissen? ¿Por qué el tribunal se negó a identificarlo como solicitó la defensa? ¿A qué se debe la petición de realizar una prueba de ADN a esta persona y a la familia Molina Theissen? ¿Por qué se presentaron acciones legales para detener el procedimiento? ¿Por qué el Ministerio Público se resiste a realizar la prueba de análisis genético pese a la resolución judicial?

Todas estas preguntas tienen una sola respuesta para los abogados defensores. Porque el misterioso personaje es el propio Marco Antonio Molina Theissen. Esta persona ahora lleva el nombre de Felipe Neri Espinoza o Felipe Neri Espinoza Quevedo.

En documentos en poder de la defensa se indica que está casado con María Eugenia Molina Theissen. Pero los abogados creen que más que un vínculo amoroso, los une un lazo sanguíneo. Otro dato acerca de Espinosa es que tiene nacionalidad canadiense, según los registros del Tribunal Supremo de Elecciones de Costa Rica, donde reside la familia Molina Theissen.

SUSCRIBITE A NUESTRO NEWSLETTER
La defensa de los militares considera que Felipe Neri Espinoza Quevedo es en realidad Marco Antonio Molina Theissen.

Un caso de hace 40 años

El 6 de octubre de 1981 un grupo armado llegó a la casa de Marco Antonio y se lo llevó, según el testimonio de su progenitora, Emma Theissen Álvarez. La madre de quien en ese entonces tenía 14 años, cuenta que logró anotar la placa del vehículo en el que se llevaron a su hijo. Era un vehículo oficial con placas 17675.

¿Por qué se llevaron al adolescente? Fue en represalia porque Emma Guadalupe Molina Theissen, una de las tres hijas de esta familia, había escapado de las manos del Ejército. Esto según los acusadores.

Emma Guadalupe fue detenida por las fuerzas armadas el 27 de septiembre de 1981 durante un operativo en la ruta a occidente. La mujer en ese entonces de 19 años, era parte de un grupo guerrillero. Le encontraron propaganda de la insurgencia y material de análisis político del Partido Guatemalteco del Trabajo (PGT), según su testimonio.

Sus captores la vendaron, esposaron y llevaron a la base militar de Quetzaltenango. En el lugar fue torturada, violada y sometida a otros castigos durante nueve días, hasta que escapó, de acuerdo con su relato.

Emma Molina Theissen se liberó de las esposas y salió sin problemas de la base militar

El testimonio de Emma Guadalupe es increíble, pero asegura que así ocurrió. Durante nueve días fue víctima de abusos físicos y el extremo fue no darle comida ni agua. Aún con todos los castigos y privaciones, asegura que no delató a sus compañeros guerrilleros ni dio ubicaciones de escondites.

Eso sí, tuvo fuerzas para liberarse de los grilletes con las que estaba inmovilizada en un cuarto de la base militar. Para su fortuna, había una ventana con un vidrio movible y por ahí logró salir para escapar. Pero añade que cuando salió se dio cuenta que no llevaba zapatos. Por lo que regresó al lugar de su cautiverio y luego empezó a salir de la base militar. Todo esto ocurrió mientras llevaba en su vientre otra vida, pues tenía cinco meses de embarazo.

Durante todo este episodio las circunstancias le fueron favorables, añade Emma Guadalupe. Un grupo de militares la vio y dice que no le prestó atención.

Agrega que en la garita solo había un soldado y luego de confundirla con una prostituta, que llegaban al lugar, la dejó salir. Con ese relato se infiere que el militar no vio a una mujer violada, torturada y sin comer durante nueve días, sino a una mujer vestida y con apariencia de prostituta.

En cuanto al testimonio de lo fácil que salió del cuartel, basta recordar que 1981 Guatemala vivía uno de los peores momentos del conflicto armado interno entre el Ejército y la guerrilla. Las bases militares eran fuertemente custodiadas las 24 horas del día. En las garitas siempre había un grupo de soldados bajo el mando de un oficial del Ejército, pero, según Emma Guadalupe, ese día solo estaba un soldado.

Al escapar estuvo un tiempo en Guatemala y luego huyó hacia México con ayuda de su grupo guerrillero, añade. Los militares responsables de la base militar y uno de sus superiores se vieron burlados y por ello fueron por la familia de la fugitiva. Entonces se llevaron a Marco Antonio, quien a la fecha sigue desaparecido, según el testimonio.

El día de la sentencia, Felipe Neri Espinoza Quevedo se sentó en la fila de la familia Molina Theissen.

Q5 millones para la familia y los abogados

Después de más de dos décadas de empujar el caso en los tribunales de Guatemala, la familia logró una indemnización. Recibió más de Q5 millones. En 2000 el Estado reconoció su responsabilidad en la desaparición de Marco Antonio en la Corte Interamericana de Derechos Humanos (CIDH).

Los US$698 mil fueron para pagar los abogados y como una reparación al daño sufrido por la familia Molina Theissen. Pero faltaba la sentencia para los militares señalados en lo ocurrido contra Emma Guadalupe y Marco Antonio.

El 23 de mayo de 2018 el Tribunal de Mayor Riesgo C, presidido por Pablo Xitumul, condenó a los militares retirados. La defensa buscó apartar a este juez, debido a que manifestó que a su papá lo mató el Ejército. Sin embargo, la petición fue desechada porque el Tribunal consideró que se hizo fuera de tiempo.

Manuel Benedicto Lucas García, exjefe del Estado Mayor del Ejército y Manuel Antonio Callejas y Callejas, exjefe de Inteligencia Militar, fueron sentenciados a 58 años de cárcel.

Igual condena fue para Hugo Ramiro Zaldaña Rojas, jefe de la zona militar de Quetzaltenango. Fueron sentenciados por delitos contra los deberes de humanidad, violación con agravación de la pena y desaparición forzada.

Mientras que Francisco Luis Gordillo Martínez, también jefe de la zona militar de Quetzaltenango, fue condenado a 33 años. En su caso fue por delitos contra los deberes de humanidad y violación con agravación de la pena.

La última palabra no está dicha

La sentencia contra los militares retirados no está firme, asegura Karen Fischer, una de las abogados defensoras. Y la prueba de ADN podría cambiar la sentencia de este caso o abrir otra historia que ahora se pretende ocultar.

¿Quién es en realidad Felipe Neri Espinoza Quevedo? Pronto se podría saber la verdadera identidad del hombre que de pronto es el centro del caso.

Fischer argumentó y planteó la necesidad de realizar la prueba de ADN a Felipe Neri y a la familia Molina Theissen para saber la verdad. El Juzgado Segundo “B” de Primera Instancia Penal atendió la petición el 27 de abril de 2021.

Ordenó al Ministerio Público realizar la prueba en el Inacif de Guatemala o en Costa Rica. Pero a la fecha la Fiscalía no ha realizado ninguna gestión, según la abogada.

Por ello, Fischer presentó un memorial el 19 de agosto de 2021 para que la jueza “conmine por escrito y bajo apercibimiento de certificar lo conducente por el delito de desobediencia”. Esto contra el responsable de no obedecer el fallo del Juzgado.

Los abogados de los militares ven rasgos físicos parecidos entre Felipe Neri Espinoza Quevedo y el resto de la familia Molina Theissen.

Te sugerimos leer:

De héroes a villanos de la justicia