El tuit de la semana: A doña Thelma le salió el tiro por la culata
La exfiscal general Thelma Aldana fue nombrada por un kaibil y trabajó de la mano con otro kaibil, pero ahora cuestiona que un militar con esa preparación dirija el Ministerio de Gobernación.
Esta semana de nuevo la lucha por el premio del tuit de la semana estuvo reñida y roñosa, pero como en una maratón, solo gana el que llega de primero y ese fue un tuit de la bienamada por los indignados, la pionera del “auto exilio”, la prófuga, la única: Thelma Aldana.
Doña Thelma, en su desconsuelo (no es alusión a quien hoy se sienta en su antigua silla, que conste) ha dado por tuitear a toda hora, incluso a deshoras y probablemente, algunas veces, luego de unos sus buenos tragos que sabemos que le gustan (¿a quién no?) Pues esta semana se tiró unos sus buenos (tuits, no alipuses) y uno de ellos merece la distinción.
En esa red social se encuentra de todo y esta vez no fue la excepción. Hubo algunas cuentas (reales y no tan reales) que la aplaudieron, pero sobre todo hubo un “tanatal” de respuestas que se pasearon en la antigua reina de Gerona.
El tuitazo en cuestión criticó que el Presidente nombrara a un kaibil como ministro de Gobernación y que eso, en tiempos de paz, era un retroceso histórico.
Sin dejar por un lado que el nuevo ministro es militar retirado y su curso de kaibil le serviría poco o nada en su nuevo puesto, a menos que se viera sin comer en el antiguo palacio de la Policía Nacional y viera pasar un pollo corriendo, tal vez podría atraparlo, retorcerle eso pescuezo y comérselo. Pero más allá de eso, aquel su entrenamiento no es más que agua bajo el puente.
Lo que sí le dijeron a doña Thelma ¡y por montones! Fue que a ella la había nombrado un kaibil también y que durante su gestión trabajó de la manita con otro, también kaibil y ministro de Gobernación. Los tuiteros se referían a Otto Pérez y a Mauricio López Bonilla. Por supuesto, luego los metió al tambo a ambos, pero mientras estuvo ahí nunca fue la crítica de que fueran kaibiles.
Si este kaibil nos sale como aquellos otros, es harina de otro costal, pero doña Thelma se pintó (casi igual de exagerado como lo hace con sus pinturas de cara) de cuerpo entero.
Podemos imaginar que para la exfiscal, como para otros tantos igual que ella, una veterinaria con muy probables resentimientos familiares dirigiendo a unas fuerzas armadas que botaron a su abuelo, es mejor que un ciudadano que fue kaibil, militar, y que también tiene preparación en administración y en seguridad civil.
Ahora ya sabemos que de haber ganado la presidencia, Aldana hubiera puesto a un veterinario. Esa hubiera sido su designación, sin duda.
Felicitaciones doña Thelma por este distinción que le damos. Esta no viene con US$250 mil como otra que recibió usted, pero se la entregamos con similiar cariño.
El tuit de la semana: A doña Thelma le salió el tiro por la culata
La exfiscal general Thelma Aldana fue nombrada por un kaibil y trabajó de la mano con otro kaibil, pero ahora cuestiona que un militar con esa preparación dirija el Ministerio de Gobernación.
Esta semana de nuevo la lucha por el premio del tuit de la semana estuvo reñida y roñosa, pero como en una maratón, solo gana el que llega de primero y ese fue un tuit de la bienamada por los indignados, la pionera del “auto exilio”, la prófuga, la única: Thelma Aldana.
Doña Thelma, en su desconsuelo (no es alusión a quien hoy se sienta en su antigua silla, que conste) ha dado por tuitear a toda hora, incluso a deshoras y probablemente, algunas veces, luego de unos sus buenos tragos que sabemos que le gustan (¿a quién no?) Pues esta semana se tiró unos sus buenos (tuits, no alipuses) y uno de ellos merece la distinción.
En esa red social se encuentra de todo y esta vez no fue la excepción. Hubo algunas cuentas (reales y no tan reales) que la aplaudieron, pero sobre todo hubo un “tanatal” de respuestas que se pasearon en la antigua reina de Gerona.
El tuitazo en cuestión criticó que el Presidente nombrara a un kaibil como ministro de Gobernación y que eso, en tiempos de paz, era un retroceso histórico.
Sin dejar por un lado que el nuevo ministro es militar retirado y su curso de kaibil le serviría poco o nada en su nuevo puesto, a menos que se viera sin comer en el antiguo palacio de la Policía Nacional y viera pasar un pollo corriendo, tal vez podría atraparlo, retorcerle eso pescuezo y comérselo. Pero más allá de eso, aquel su entrenamiento no es más que agua bajo el puente.
Lo que sí le dijeron a doña Thelma ¡y por montones! Fue que a ella la había nombrado un kaibil también y que durante su gestión trabajó de la manita con otro, también kaibil y ministro de Gobernación. Los tuiteros se referían a Otto Pérez y a Mauricio López Bonilla. Por supuesto, luego los metió al tambo a ambos, pero mientras estuvo ahí nunca fue la crítica de que fueran kaibiles.
Si este kaibil nos sale como aquellos otros, es harina de otro costal, pero doña Thelma se pintó (casi igual de exagerado como lo hace con sus pinturas de cara) de cuerpo entero.
Podemos imaginar que para la exfiscal, como para otros tantos igual que ella, una veterinaria con muy probables resentimientos familiares dirigiendo a unas fuerzas armadas que botaron a su abuelo, es mejor que un ciudadano que fue kaibil, militar, y que también tiene preparación en administración y en seguridad civil.
Ahora ya sabemos que de haber ganado la presidencia, Aldana hubiera puesto a un veterinario. Esa hubiera sido su designación, sin duda.
Felicitaciones doña Thelma por este distinción que le damos. Esta no viene con US$250 mil como otra que recibió usted, pero se la entregamos con similiar cariño.