Estamos por culminar el año y quisiera aprovechar este espacio para tratar de evaluar la labor de nuestros representantes en este año legislativo.
Hasta la fecha el Congreso de la República de Guatemala ha aprobado 22 decretos, de los cuales 3 fueron para modificar, ampliar, o aprobar al Presupuesto General de la Nación; 4 fueron para constituir y ratificar nuevos municipios; 1 fue para favorecer a la empresa de Telecomunicaciones Tigo; 2 fueron concernientes a la Ley de Obtención de Vegetales (1 decreto para aprobarlo y el otro para derogarlo); y los otros 12 decretos pareciese que más fueron aprobados para cumplir con los días de trabajo estipulados para que les pagarán las dietas salariales completas.
Ahora bien, con respecto a los decretos que más sonaron en el año, ¿qué podemos decir que nos dejaron dichas leyes?
En resumen les puedo decir que nos dejaron más impuestos, más deuda y más corrupción.
Qué los diputados dijeron que aprobaron una ley para detener las extorsiones y mejorar la seguridad ciudadana. Le pregunto a usted, ¿en serio se han detenido?
Apenas solo unos días atrás vimos como un menor de edad, sin ningún remordimiento alguno, disparó en contra de un chofer de bus que estaba siendo extorsionado.
Qué dice la Vicepresidenta que no queríamos más deuda y que por eso aumentaron los impuestos. Que no nos mienta que también este año el Gobierno aprobó un préstamo por $ 280 millones para la “rehabilitación de la ruta existente y ampliación cuatro carriles de la ruta CA-2 oriente” que ya sabemos que estos estarán direccionados para la próxima campaña electoral de Alejandro Sinibaldi.
Algunos podrán decir que la labor legislativa no se puede evaluar únicamente con la cantidad de leyes que aprueban, y les digo que tiene la razón. Por eso también quiero que evaluemos a nuestros diputados en sus otras dos funciones constitucionales: fiscalizar y representar.
Empecemos con la tarea de fiscalizar. De los 158 diputados, ¿cuántos de ellos lideran o acompañan una denuncia penal en contra de algún funcionario por casos de corrupción?
Si pensaron que ninguno, acertaron.
Inclusive Nineth Montenegro que ha sido la figura de la transparencia en el Congreso no ha logrado que ningún caso prospere en contra de algún funcionario por malversación de fondos o enriquecimiento ilícito.
Ni siquiera hicieron nada en contra de Gudy Rivera que ilegalmente influenció en la elección de los magistrados a la CSJ.
Con respecto a la labor de representación, hagámoslo sencillo y preguntémonos: ¿Nos sentimos representados por un grupo de personas que en 3 años solo han trabajado para enriquecerse a ellos mismos?
Les aseguro que la mayoría responderá que no.
En fin, que esta pequeña evaluación nos sirva y nos quede grabada para que en el próximo año electoral no nos dejemos engañar por cualquier discurso o promesa vacía que nos puedan ofrecer.
Estamos por culminar el año y quisiera aprovechar este espacio para tratar de evaluar la labor de nuestros representantes en este año legislativo.
Hasta la fecha el Congreso de la República de Guatemala ha aprobado 22 decretos, de los cuales 3 fueron para modificar, ampliar, o aprobar al Presupuesto General de la Nación; 4 fueron para constituir y ratificar nuevos municipios; 1 fue para favorecer a la empresa de Telecomunicaciones Tigo; 2 fueron concernientes a la Ley de Obtención de Vegetales (1 decreto para aprobarlo y el otro para derogarlo); y los otros 12 decretos pareciese que más fueron aprobados para cumplir con los días de trabajo estipulados para que les pagarán las dietas salariales completas.
Ahora bien, con respecto a los decretos que más sonaron en el año, ¿qué podemos decir que nos dejaron dichas leyes?
En resumen les puedo decir que nos dejaron más impuestos, más deuda y más corrupción.
Qué los diputados dijeron que aprobaron una ley para detener las extorsiones y mejorar la seguridad ciudadana. Le pregunto a usted, ¿en serio se han detenido?
Apenas solo unos días atrás vimos como un menor de edad, sin ningún remordimiento alguno, disparó en contra de un chofer de bus que estaba siendo extorsionado.
Qué dice la Vicepresidenta que no queríamos más deuda y que por eso aumentaron los impuestos. Que no nos mienta que también este año el Gobierno aprobó un préstamo por $ 280 millones para la “rehabilitación de la ruta existente y ampliación cuatro carriles de la ruta CA-2 oriente” que ya sabemos que estos estarán direccionados para la próxima campaña electoral de Alejandro Sinibaldi.
Algunos podrán decir que la labor legislativa no se puede evaluar únicamente con la cantidad de leyes que aprueban, y les digo que tiene la razón. Por eso también quiero que evaluemos a nuestros diputados en sus otras dos funciones constitucionales: fiscalizar y representar.
Empecemos con la tarea de fiscalizar. De los 158 diputados, ¿cuántos de ellos lideran o acompañan una denuncia penal en contra de algún funcionario por casos de corrupción?
Si pensaron que ninguno, acertaron.
Inclusive Nineth Montenegro que ha sido la figura de la transparencia en el Congreso no ha logrado que ningún caso prospere en contra de algún funcionario por malversación de fondos o enriquecimiento ilícito.
Ni siquiera hicieron nada en contra de Gudy Rivera que ilegalmente influenció en la elección de los magistrados a la CSJ.
Con respecto a la labor de representación, hagámoslo sencillo y preguntémonos: ¿Nos sentimos representados por un grupo de personas que en 3 años solo han trabajado para enriquecerse a ellos mismos?
Les aseguro que la mayoría responderá que no.
En fin, que esta pequeña evaluación nos sirva y nos quede grabada para que en el próximo año electoral no nos dejemos engañar por cualquier discurso o promesa vacía que nos puedan ofrecer.