No hay, ni tampoco ha habido, una sola escuela de pensamiento liberal, ni en lo político ni en lo económico. Aunque ellos mismos no lo quisieran admitir, los argumentos de Hayek, uno de los padres de la escuela austriaca, comparten muchas premisas y lógica con los argumentos ordoliberales de la Escuela de Friburgo, representados por autores como Walter Eucken, Wilhelm Ropke, entre otros. Hayek se refirió a los ordoliberales como “liberales restringidos”, tal vez porque no confiaban al todo en la mano invisible, pero tampoco en la mano visible. A contrario, las experiencias desastrosas de Alemania y el resto de Europa con el colectivismo y el intervencionismo habían generado entre los ordoliberales una suma preocupación por la estructura institucional requerida por una sociedad libre.
Que el poder estatal se debe delimitar y limitar le queda claro a cualquier tipo de liberal. No obstante, también existe el problema del poder privado en la sociedad libre. El ordoliberal se proecupa(ba) por preguntas como ¿Qué tipo de orden constituye la sociedad libre? ¿Qué rol juega el poder privado y el poder publico en el ordenamiento político económico libre? El ordoliberal se preocupa por el orden que sustenta la sociedad libre, un conjunto de reglas legales para una sociedad de individuos que se valen por si mismos bajo la autoregulacion y la disciplina impuesta por la competencia en el libre mercado. Esta preocupación por lo legal hace de la Escuela de Friburgo precursora del área de estudio conocido como Law and Economics.
Los ordoliberales veían el problema clave del liberalismo como el de tener el orden legal adecuado y apropiado para un orden competitivo. Reglas claras, derechos de propiedad, ejecución de contratos y la resolución de conflictos constituyen temas claves del ordoliberalismo. Sin embargo, una sociedad de derecho privado no termina el asunto del poder privado. ¿Qué se hace en el caso de contratos privados tipo cartel, donde la meta es reducir la competencia? James Buchanan, el padre fundador de la escuela de Opción Publica llegó a referirse a la defensa de este tipo de contratos privados en contra de la competencia como la gran estupidez libertaria. Por esto, los ordoliberales apostaban por garantías institucionales para proteger la apertura de mercados para que la competencia del mercado pudiese cumplir con su rol central como garante de los intereses de los individuos. Esta preocupación por las bases institucionales y de la competencia política y económica hace de los ordoliberales precursores de la Nueva Economía Institucional, hecha famosa por el premio Nobel Douglass North, asi como de la escuela de Opción Publica, hecha famosa por el premio nobel James Buchanan.
Los ordoliberales de Friburgo apreciaban la competencia no solo por sus efectos económicos, sino porque servia también para limitar el poder político. Por su rol en la limitación del poder económico y el poder político, ordoliberales consideran que la competencia es tema valido de preocupación por parte del estado. Por supuesto, el estado mismo no debería de tomar acciones que intentan contra la competencia. El estado en la visión ordoliberal es fuerte, pero delimitado. Debe ser fuerte y autónomo para resistir presiones políticas y hacerle frente a poderes monopólicos, basando su autoridad legítima en la constitución económica. El estado en la visión ordoliberal es limitado a las tareas esenciales, y debe proceder con medios compatibles con la libertad y la economía de mercado. El ordoliberal no ve al gobierno como un ente todopoderoso y sabelotodo que puede mejorar la calidad de vida de los ciudadanos, ni tampoco acepta que la corrupción estatal actual debe impedir todo esfuerzo por construir un orden político-económico-social adecuado.