Pfizer tiene que pensar en la mejor táctica para tener éxito, una estrategia conservadora sería aumentar la oferta e intentar llegar al voto de accionistas con el apoyo de la junta directiva de AstraZeneca, sin embargo subir la oferta no siempre es una opción, ya que puede ser que el precio ofrecido por Pfizer es lo maximo que ellos pueden ofrecer para lograr un retorno financiero. La oferta de GBP 55 por acción representa un ‘premium’ de 45%, ya que antes de la oferta el precio por acción de AstraZeneca en la bolsa inglesa era de aproximadamente GBP 38. 

Pronto sabremos la estrategia de Pfizer, sin embargo un aspecto interesante de este proceso ha sido el llamado por políticos y formadores de opinión para que el gobierno intervenga para proteger el interés público del Reino Unido. Lo cual nos lleva a preguntar, ¿quien decidirá el futuro de AstraZeneca?

Los políticos y algunos columnistas argumentan que la adquisición perjudicará al Reino Unido, ya que lo más probable es que después de la unión Pfizer decida reducir las operaciones de la empresa en el Reino Unido, impactando negativamente el nivel de empleo y las exportaciones nacionales, AstraZeneca representa c. 2% del total de las exportaciones del país. 

También dicen que la reducción de operaciones tendrá efectos secundarios negativos, ya que existen una gran cantidad de empresas que dependen de alguna u otra forma de AstraZeneca, por ejemplo suplidores directos e indirectos. Hasta el momento David Cameron, Primer Ministro del Reino Unido, ha tomado una posicion intermedia, diciendo que no tiene la intención de intervenir directamente en la potencial adquisición pero que buscará tener un diálogo con Pfizer para entender sus planes y buscar proteger empleos y la industria científica del Reino Unido.

Esta potencial adquisición es de gran importancia, ya que marcará la pauta para futura acción gubernamental en este tipo de transacciones. Los gobiernos de otros países europeos, entre ellos Francia, no tienen ningun problema con interferir directamente en transacciones de este tipo, como fue el caso en el reciente intento por General Electric de adquirir Alstom en Francia por aproximadamente $17 billones de dólares, transacción que al día de hoy no ha sido aprobada por el gobierno Francés.

No se quien decidirá el futuro de AstraZeneca, pero los que deberían de decidir su futuro son los accionistas, la empresa es propiedad de ellos. Por el momento el debate está pausado, ya que AstraZeneca está resistiendo, legítimamente, la oferta de Pfizer, lo crítico sería si AstraZeneca acepta la oferta y el gobierno en lugar de dejar que ambas partes negocien libremente, decida intervenir en el proceso.