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¿Seguimos exigiendo justicia? ¿O mejor ya no?

Adriana Lopez
14 de noviembre, 2015

El martes pasado se escuchó sobre la nueva propuesta de un “impuesto contra la impunidad”. Esto es: un pago tributario que a muchas organizaciones internacionales y nacionales les parece “interesante.” Se trata de pagar por algún tiempo definido, un impuesto que permita fortalecer económicamente a las organizaciones que velan por la justicia en Guatemala para que así se reduzca la impunidad y corrupción en el país.

Cuando se explicó toda la idea, se dijo también a quiénes se les cobraría éste impuesto. ¿Y qué creen?… Los amigos de la industria no están tan contentos que digamos. Como se entiende que Guatemala es un país en donde la mitad de la población vive en pobreza o extrema pobreza, éste impuesto se sugiere que debe ser pagado exclusivamente por sectores específicos y patrimonios que superan determinados montos.

Los amigos del Cacif decidieron no pronunciarse al respecto; mientras que otras entidades similares dijeron en resumidas cuentas: “No nos parece, pero ya que todos están diciendo que van a analizarlo nosotros también.

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Si se llega a poner suficiente presión en el tema, posiblemente el próximo año pasaremos por meses hablando del impuesto anticorrupción y conoceremos a cuáles de todas las organizaciones, empresas, entidades y personas, les interesaba realmente que la justicia se ejerciera en Guatemala. Todos exigimos y alegamos, pero cuando se trata de soltar plata… nos arrepentimos.

Tal vez los meros meros se pondrán en contra del impuesto porque: no es justo que sólo ellos paguen, no les conviene en sus negocios que se fortalezca la justicia o porque sencillamente la ambición de cuidar su dinero y no “malgastarlo” los va a detener. Pero de ser aprobado el impuesto, la otra mitad de la población también va a sufrir de aumentos en los costos de los productos y servicios que éstos sectores fabrican y prestan; todo para compensar los gastos. Entonces aunque a ellos les toque pagar, todos vamos a sentir el gasto de poco en poco.

Se va a poner alegre la situación cuando miremos cómo hacen los empresarios para sacudirse el cobro, cuando veamos a los legisladores reaccionar al respecto y cuando los guatemaltecos comprometidos con la justicia de aquel #27A respondan a éste anuncio con mucho compromiso a la justicia u olvidándose de su fiebre ciudadana.

Mientras tanto, como diría el Presidente, “lo tenemos que analizar”. ¿Usted que piensa al respecto?

¿Seguimos exigiendo justicia? ¿O mejor ya no?

Adriana Lopez
14 de noviembre, 2015

El martes pasado se escuchó sobre la nueva propuesta de un “impuesto contra la impunidad”. Esto es: un pago tributario que a muchas organizaciones internacionales y nacionales les parece “interesante.” Se trata de pagar por algún tiempo definido, un impuesto que permita fortalecer económicamente a las organizaciones que velan por la justicia en Guatemala para que así se reduzca la impunidad y corrupción en el país.

Cuando se explicó toda la idea, se dijo también a quiénes se les cobraría éste impuesto. ¿Y qué creen?… Los amigos de la industria no están tan contentos que digamos. Como se entiende que Guatemala es un país en donde la mitad de la población vive en pobreza o extrema pobreza, éste impuesto se sugiere que debe ser pagado exclusivamente por sectores específicos y patrimonios que superan determinados montos.

Los amigos del Cacif decidieron no pronunciarse al respecto; mientras que otras entidades similares dijeron en resumidas cuentas: “No nos parece, pero ya que todos están diciendo que van a analizarlo nosotros también.

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Tal vez los meros meros se pondrán en contra del impuesto porque: no es justo que sólo ellos paguen, no les conviene en sus negocios que se fortalezca la justicia o porque sencillamente la ambición de cuidar su dinero y no “malgastarlo” los va a detener. Pero de ser aprobado el impuesto, la otra mitad de la población también va a sufrir de aumentos en los costos de los productos y servicios que éstos sectores fabrican y prestan; todo para compensar los gastos. Entonces aunque a ellos les toque pagar, todos vamos a sentir el gasto de poco en poco.

Se va a poner alegre la situación cuando miremos cómo hacen los empresarios para sacudirse el cobro, cuando veamos a los legisladores reaccionar al respecto y cuando los guatemaltecos comprometidos con la justicia de aquel #27A respondan a éste anuncio con mucho compromiso a la justicia u olvidándose de su fiebre ciudadana.

Mientras tanto, como diría el Presidente, “lo tenemos que analizar”. ¿Usted que piensa al respecto?