Es un hecho político verdaderamente sorprendente que Trump se haya logrado posicionar como el nominado Republicano antes de que lo hiciera Hillary Clinton. Las primarias Republicanas en EE.UU. empezaron con casi 20 contendientes y Donald Trump logró vencerlos a todos. Dentro de la lista de los contendientes que logró vencer Trump incluyen los pesos mas pesados del partido Republicano, la élite de las élite, gente como Jeb Bush, hijo y hermano de dos Presidentes de Estados Unidos, gobernadores exitosos como Chris Christie de Nueva Jersey, Scott Walker y John Kasich, Gobernadores de los estados claves para los Republicanos de Wisconsin y Ohio, y los senadores Marco Rubio, del estado clave de Florida, y Ted Cruz, del estado de Texas.
Los Republicanos empezaron la temporada electoral primaria con una banca muy profunda y talentosa, y Donald Trump, el Demócrata convertido en Republicano para estas elecciones les gano a todos, con su mensaje populista anti-inmigración ilegal, anti libre comercio, y pro impuesto a los ricos y a favor de aumentos en el salario mínimo. Los Republicanos empezaron la temporada electoral favorecidos por el hecho histórico que en Estados Unidos, el partido que ha llevado dos mandatos en el poder presidencial suele perder en la próxima y tercera contienda. Los Republicanos empezaron la temporada electoral convencidos que la candidata presunta de los Demócratas, Hillary Clinton, era relativamente fácil de derrotar, por sus altísimos anti cuerpos en la población votante de Estados Unidos, principalmente condicionados por la generalizada percepción de que ella es nada más que una oportunista política con una reputación bien merecida por servirse de sus posiciones políticas.
Por su parte, Hillary Clinton, a quien se esperaba coronar como la candidata del partido Demócrata, aun lucha para librarse de quién empezó como un simple rival de adorno, el Senador Bernie Sanders.
La continuada presencia de Sanders, el admitido socialista en la contienda Demócrata, frustra el intento mediático estratégico de Hillary Clinton de posicionarse mas en el centro del espectro político de cara a las elecciones generales. Por lo contrario, la ausencia de rivales Republicanos permite a Donald Trump enfocar sus ataques en Hillary Clinton.
Trump ya empezó la campaña contra Hillary Clinto, acuñando el apodo que va a usar para referirse a Clinton, “Crooked Hillary”, lo que significa “Hillary Corrupta”. Este apodo hace referencia al bagaje político que Hillary Clinton ha acumulado, junto con su patrimonio millonario, después de décadas invertidas en la política. La reputación negativa que tiene Hillary Clinton es, pese sus contactos e influencia mediática, completamente merecida. Ni los medios masivos, completa y abiertamente en el campo de Hillary, pueden contrarrestar la imagen de corrupta que tiene Hillary Clinton.
El hecho que Hillary Clinton esta siendo investigada por el FBI por su manejo indebido de comunicaciones oficiales clasificadas — desde un servidor privado instalado en su casa – no le ayuda en su esfuerzo de aniquilar las dudas del pueblo votante Americano de que ella es una corrupta oportunista. Irónicamente, el hecho que el sistema político Americano es corrupto favorece a Hillary Clinton. El hecho que a Hillary Clinton ya se le percibe como una funcionaria corrupta, que se sirve del Estado, la protege de lo que podrían ser los peores efectos de un escándalo de este tipo, un caso que incluirá la violación deliberada de la Ley contra el Espionaje, un hecho de alta traición. La polarización política de que tanto lamenta la izquierda en Estados Unidos ha llegado a tal magnitud que, en verdad, no importa cual es la acusación y evidencia contra Hillary, los Demócratas votarán por ella. Donde Hillary tendría problemas es con los votantes independientes, quienes no están dispuestos a votar por ella pese a cualquier evidencia de sus actos criminales mientras paso por el poder político como Secretaria del Estado del gobierno de Barack Hussein Obama. La contienda en las elecciones generales determinarán si las debilidades electorales de Hillary Clinton es algo que Donald Trump logre superar este próximo noviembre, 2016.
Es un hecho político verdaderamente sorprendente que Trump se haya logrado posicionar como el nominado Republicano antes de que lo hiciera Hillary Clinton. Las primarias Republicanas en EE.UU. empezaron con casi 20 contendientes y Donald Trump logró vencerlos a todos. Dentro de la lista de los contendientes que logró vencer Trump incluyen los pesos mas pesados del partido Republicano, la élite de las élite, gente como Jeb Bush, hijo y hermano de dos Presidentes de Estados Unidos, gobernadores exitosos como Chris Christie de Nueva Jersey, Scott Walker y John Kasich, Gobernadores de los estados claves para los Republicanos de Wisconsin y Ohio, y los senadores Marco Rubio, del estado clave de Florida, y Ted Cruz, del estado de Texas.
Los Republicanos empezaron la temporada electoral primaria con una banca muy profunda y talentosa, y Donald Trump, el Demócrata convertido en Republicano para estas elecciones les gano a todos, con su mensaje populista anti-inmigración ilegal, anti libre comercio, y pro impuesto a los ricos y a favor de aumentos en el salario mínimo. Los Republicanos empezaron la temporada electoral favorecidos por el hecho histórico que en Estados Unidos, el partido que ha llevado dos mandatos en el poder presidencial suele perder en la próxima y tercera contienda. Los Republicanos empezaron la temporada electoral convencidos que la candidata presunta de los Demócratas, Hillary Clinton, era relativamente fácil de derrotar, por sus altísimos anti cuerpos en la población votante de Estados Unidos, principalmente condicionados por la generalizada percepción de que ella es nada más que una oportunista política con una reputación bien merecida por servirse de sus posiciones políticas.
Por su parte, Hillary Clinton, a quien se esperaba coronar como la candidata del partido Demócrata, aun lucha para librarse de quién empezó como un simple rival de adorno, el Senador Bernie Sanders.
La continuada presencia de Sanders, el admitido socialista en la contienda Demócrata, frustra el intento mediático estratégico de Hillary Clinton de posicionarse mas en el centro del espectro político de cara a las elecciones generales. Por lo contrario, la ausencia de rivales Republicanos permite a Donald Trump enfocar sus ataques en Hillary Clinton.
Trump ya empezó la campaña contra Hillary Clinto, acuñando el apodo que va a usar para referirse a Clinton, “Crooked Hillary”, lo que significa “Hillary Corrupta”. Este apodo hace referencia al bagaje político que Hillary Clinton ha acumulado, junto con su patrimonio millonario, después de décadas invertidas en la política. La reputación negativa que tiene Hillary Clinton es, pese sus contactos e influencia mediática, completamente merecida. Ni los medios masivos, completa y abiertamente en el campo de Hillary, pueden contrarrestar la imagen de corrupta que tiene Hillary Clinton.
El hecho que Hillary Clinton esta siendo investigada por el FBI por su manejo indebido de comunicaciones oficiales clasificadas — desde un servidor privado instalado en su casa – no le ayuda en su esfuerzo de aniquilar las dudas del pueblo votante Americano de que ella es una corrupta oportunista. Irónicamente, el hecho que el sistema político Americano es corrupto favorece a Hillary Clinton. El hecho que a Hillary Clinton ya se le percibe como una funcionaria corrupta, que se sirve del Estado, la protege de lo que podrían ser los peores efectos de un escándalo de este tipo, un caso que incluirá la violación deliberada de la Ley contra el Espionaje, un hecho de alta traición. La polarización política de que tanto lamenta la izquierda en Estados Unidos ha llegado a tal magnitud que, en verdad, no importa cual es la acusación y evidencia contra Hillary, los Demócratas votarán por ella. Donde Hillary tendría problemas es con los votantes independientes, quienes no están dispuestos a votar por ella pese a cualquier evidencia de sus actos criminales mientras paso por el poder político como Secretaria del Estado del gobierno de Barack Hussein Obama. La contienda en las elecciones generales determinarán si las debilidades electorales de Hillary Clinton es algo que Donald Trump logre superar este próximo noviembre, 2016.