“Lo que no se mide, no se puede mejorar.”
William Thomson Kelvin
El día miércoles doce de diciembre del año en curso, se compartieron los resultados de la prueba PISA-D, practicado este año, después de una programación y planificación que inició el año 2014.
PISA, “ Programme for International StudentAssessment”, se aplica mundialmente a los alumnos de quince años que están por elegir su futuro, sea en la educación media superior, la educación técnica vocacional o para el ingreso al mundo laboral. La prueba se aplica cada tres años, y de esa manera sistemática provee un seguimiento medible del estado del sistema educativo de los países participantes, pues no mide rendimiento individual, ni de un alumno en específico ni de un establecimiento educativo; sus resultados demuestran el estado de las políticas nacionales y su éxito o fracaso.
Se elige al azar una muestra de estudiantes de cada país; se busca conocer las competencias en tres áreas: competencia lectora, competencia en matemática y competencia científica, reconociendo y valorando el nivel de estas. Aunado a la prueba diagnóstica de habilidades, adicionalmente se completa un cuestionario que contempla el entorno del alumno, su cultura, los recursos humanos disponibles, a qué sector pertenece la institución educativa, la población estudiantil en el aula, en resumen, todos los factores que puedan tener un impacto en la adquisición y desarrollo de las competencias.
La evaluación enfatiza el dominio de los procesos, la comprensión de los conceptos y la habilidad de actuar en varias situaciones. Pretende medir cómo la persona aplica sus competencias y destrezas en situaciones prácticas, siendo estas ejemplos de la vida diaria, un perfil de capacidades.
Se mide la prosperidad educativa en factores de salud y bienestar, el compromiso de los estudiantes, la trayectoria de los logros académicos y los factores que incidieron en ellos, y los resultados del aprendizaje. Se toma en consideración características como los fundamentos para el éxito: entornos inclusivos, tiempos de aprendizaje, no solo los días contabilizados en el aula, el tiempo dentro del aula y la calidad en su utilización.
Se cita puntualmente del documento OCDE (Organización para la Cooperación y Desarrollo Económicos) institución que aplica la prueba a los países miembros, que son las competencias : “ Las competencias….las habilidades, la pericia y las aptitudes de los estudiantes para analizar y resolver problemas, para manejar información y para enfrentar situaciones que se les presentarán en la vida adulta y que requerirán de tales habilidades.”
La información oficial de OCDE describe que el fin de PISA se concibe como “un recurso para ofrecer abundante y detallada información que permita a los países miembros adoptar las decisiones y políticas publicas necesaria para mejorar los niveles educativos.” Con ese afán, se busca la inclusión de los indicadores nacionales de política educativa, y otros que son de suma importancia, si no duramente medibles, pero si referentes para el éxito en el sistema educativo, como los niveles de pobreza, el vinculo de la dirección de la escuela con la o el director, el actitud de los actores de lagestión, las interrelaciones familiares, la autonomía y la descentralización.
La muestra elegida para optar a la prueba debe obedecer a la estructura educativa del país. En Guatemala, por ejemplo, el importante porcentaje de centros educativos privados que atienden la población de básicos debe reflejarse en la misma proporción como están las poblaciones escolares. En Guatemala, se aplicóla prueba en 192 establecimientos, a 179 directores, 1328 docentes y 5174 alumnos en 22 departamentos.
Eldirector de educación en OECD, Andreas Schleicher, en su primer viaje a Guatemala, felicitó al país por la iniciativa en la participación en la prueba mundial. Enfatizó que la experiencia no es una competencia; es una comprobación del estado del sistema educativo de los países participantes, y cuál fuera su ubicación dentro del cumplimiento de sus políticas publicas educativas, y esa relación con el mundo. La independencia de la muestra aleatoria afianza la independencia y objetividad de la medición, y permite establecer el benchmark para alinear una ruta de mejora.
Todos los países son distintos; la bondad de participar en PISA-D, PISA para el desarrollo, la prueba a que optó Guatemala, es que se permite una adaptación de los cuestionarios para adecuarse a los entornos de los países que están endesarrollo. De esta participación inicial, se parte para establecer las estrategias de mejora.
Los resultados confirman lo que se ha ido observando por medio de las pruebas de graduandos, y otros comprobaciones internos y externos, desde hace varios años, en las carencias visibles y constantes. El diagnóstico de once años de la prueba de graduandos arroja el mismo resultado, las mismas carencias. Se permite entonces establecer una línea basal, y proyectar estrategias para una mejora continua, flexible y vivencial, como es el desarrollo de la vida en el siglo veintiuno.
PISA también sufre comentarios negativos; no todos los educadores están de acuerdo con la medición que brinda. Richard Gerver, experto y profesor en educación, expresó en Bilbao en marzo del 2015, una preocupación de que los gobernantes se “obsesionen” con los resultados y son de alta competitividad entre los países, no en el espíritu de autoanálisis, que debiera entonces llevar al desarrollo de las políticas públicas adecuadas a cada país, cada cultura, cada necesidad nacional. http://www.diariovasco.com/sociedad/educacion/201503/09/informe-pisa-danino-historia-20150309142312.html
El informe Guatemala en PISA-D y la creativa y visual presentación al público del Señor Vice Ministro José Moreno se encuentran en los enlaces que están a continuación. Se observará gran material para aportar al análisis y luego búsqueda de la adecuada resolución a los problemas de la educación de Guatemala; una proyección a largo plazo, porque el éxito en la educación no se mide ni en el corto ni mediano plazo. Es cosa de visión, y tenacidad, flexibilidad y firmeza; la misión de una buena educación para la ciudadanía, a largo plazo, con vocación patriótica de desarrollo nacional.
República es ajena a la opinión expresada en este artículo
“Lo que no se mide, no se puede mejorar.”
William Thomson Kelvin
El día miércoles doce de diciembre del año en curso, se compartieron los resultados de la prueba PISA-D, practicado este año, después de una programación y planificación que inició el año 2014.
PISA, “ Programme for International StudentAssessment”, se aplica mundialmente a los alumnos de quince años que están por elegir su futuro, sea en la educación media superior, la educación técnica vocacional o para el ingreso al mundo laboral. La prueba se aplica cada tres años, y de esa manera sistemática provee un seguimiento medible del estado del sistema educativo de los países participantes, pues no mide rendimiento individual, ni de un alumno en específico ni de un establecimiento educativo; sus resultados demuestran el estado de las políticas nacionales y su éxito o fracaso.
Se elige al azar una muestra de estudiantes de cada país; se busca conocer las competencias en tres áreas: competencia lectora, competencia en matemática y competencia científica, reconociendo y valorando el nivel de estas. Aunado a la prueba diagnóstica de habilidades, adicionalmente se completa un cuestionario que contempla el entorno del alumno, su cultura, los recursos humanos disponibles, a qué sector pertenece la institución educativa, la población estudiantil en el aula, en resumen, todos los factores que puedan tener un impacto en la adquisición y desarrollo de las competencias.
La evaluación enfatiza el dominio de los procesos, la comprensión de los conceptos y la habilidad de actuar en varias situaciones. Pretende medir cómo la persona aplica sus competencias y destrezas en situaciones prácticas, siendo estas ejemplos de la vida diaria, un perfil de capacidades.
Se mide la prosperidad educativa en factores de salud y bienestar, el compromiso de los estudiantes, la trayectoria de los logros académicos y los factores que incidieron en ellos, y los resultados del aprendizaje. Se toma en consideración características como los fundamentos para el éxito: entornos inclusivos, tiempos de aprendizaje, no solo los días contabilizados en el aula, el tiempo dentro del aula y la calidad en su utilización.
Se cita puntualmente del documento OCDE (Organización para la Cooperación y Desarrollo Económicos) institución que aplica la prueba a los países miembros, que son las competencias : “ Las competencias….las habilidades, la pericia y las aptitudes de los estudiantes para analizar y resolver problemas, para manejar información y para enfrentar situaciones que se les presentarán en la vida adulta y que requerirán de tales habilidades.”
La información oficial de OCDE describe que el fin de PISA se concibe como “un recurso para ofrecer abundante y detallada información que permita a los países miembros adoptar las decisiones y políticas publicas necesaria para mejorar los niveles educativos.” Con ese afán, se busca la inclusión de los indicadores nacionales de política educativa, y otros que son de suma importancia, si no duramente medibles, pero si referentes para el éxito en el sistema educativo, como los niveles de pobreza, el vinculo de la dirección de la escuela con la o el director, el actitud de los actores de lagestión, las interrelaciones familiares, la autonomía y la descentralización.
La muestra elegida para optar a la prueba debe obedecer a la estructura educativa del país. En Guatemala, por ejemplo, el importante porcentaje de centros educativos privados que atienden la población de básicos debe reflejarse en la misma proporción como están las poblaciones escolares. En Guatemala, se aplicóla prueba en 192 establecimientos, a 179 directores, 1328 docentes y 5174 alumnos en 22 departamentos.
Eldirector de educación en OECD, Andreas Schleicher, en su primer viaje a Guatemala, felicitó al país por la iniciativa en la participación en la prueba mundial. Enfatizó que la experiencia no es una competencia; es una comprobación del estado del sistema educativo de los países participantes, y cuál fuera su ubicación dentro del cumplimiento de sus políticas publicas educativas, y esa relación con el mundo. La independencia de la muestra aleatoria afianza la independencia y objetividad de la medición, y permite establecer el benchmark para alinear una ruta de mejora.
Todos los países son distintos; la bondad de participar en PISA-D, PISA para el desarrollo, la prueba a que optó Guatemala, es que se permite una adaptación de los cuestionarios para adecuarse a los entornos de los países que están endesarrollo. De esta participación inicial, se parte para establecer las estrategias de mejora.
Los resultados confirman lo que se ha ido observando por medio de las pruebas de graduandos, y otros comprobaciones internos y externos, desde hace varios años, en las carencias visibles y constantes. El diagnóstico de once años de la prueba de graduandos arroja el mismo resultado, las mismas carencias. Se permite entonces establecer una línea basal, y proyectar estrategias para una mejora continua, flexible y vivencial, como es el desarrollo de la vida en el siglo veintiuno.
PISA también sufre comentarios negativos; no todos los educadores están de acuerdo con la medición que brinda. Richard Gerver, experto y profesor en educación, expresó en Bilbao en marzo del 2015, una preocupación de que los gobernantes se “obsesionen” con los resultados y son de alta competitividad entre los países, no en el espíritu de autoanálisis, que debiera entonces llevar al desarrollo de las políticas públicas adecuadas a cada país, cada cultura, cada necesidad nacional. http://www.diariovasco.com/sociedad/educacion/201503/09/informe-pisa-danino-historia-20150309142312.html
El informe Guatemala en PISA-D y la creativa y visual presentación al público del Señor Vice Ministro José Moreno se encuentran en los enlaces que están a continuación. Se observará gran material para aportar al análisis y luego búsqueda de la adecuada resolución a los problemas de la educación de Guatemala; una proyección a largo plazo, porque el éxito en la educación no se mide ni en el corto ni mediano plazo. Es cosa de visión, y tenacidad, flexibilidad y firmeza; la misión de una buena educación para la ciudadanía, a largo plazo, con vocación patriótica de desarrollo nacional.
República es ajena a la opinión expresada en este artículo