Después de casi tres meses de protestas en contra del gobierno Ortega-Murillo y de la represión gubernamental en contra de los opositores, no se vislumbra una salida para una de las crisis más graves en Nicaragua en la historia reciente.
Como lo mencioné anteriormente en la dictadura en Nicaragua respecto a la posible solución a este conflicto. “La salida a esta situación se ve muy difícil, en especial cuando no existen mecanismos para limitar el abuso del poder, cuando no hay instituciones sólidas e independientes que sirvan de contrapesos, cuando el sistema ha sido diseñado democráticamente para sostener una dictadura”
El fin de semana pasado fue, hasta el momento, uno de los más violentos, la “operación limpieza” del gobierno de Ortega-Murillo cobró la vida varias personas, entre ellos jóvenes estudiantes de la universidad nacional.
Los parapoliciales armados han sembrado, impunemente, el terror. Han atacado los lugares como Masaya que ha protestado en contra de la dictadura. Han perseguido, golpeado, secuestrado, torturado y asesinado a quienes se oponen al gobierno de Ortega-Murillo. Los policías que se supone están para proteger al ciudadano no han actuado y peor aún, han señalado de terroristas a quienes se oponen al régimen.
La dictadura de Ortega ha sido brutal, en casi tres meses ya suman los trescientos asesinatos, según los recuentos de varios organizaciones de derechos humanos. Las historias de desaparecidos aumentan día a día, madres que buscan a sus hijos, que esperan día tras día frente a la cárcel El Chipote para que se los entreguen.
Desgraciadamente el poder casi absoluto que detenta Ortega hace muy difícil encontrar una salida pronta a esta crisis. El dinero de los tributarios ha servido para equipar a los,verdaderos “terroristas”, leales a su régimen.
Algunos argumentan que quienes protestan, están rompiendo el orden constitucional al solicitar se adelanten las elecciones, sin embargo la pregunta sería si la actual Constitución, la cual modificó Ortega para obtener mayor poder así como la reelección, aún se puede considerar una Constitución.
Es importante entonces, comprender el porqué de una Constitución y cómo esta nos permite convivir en paz, así como limitar al gobierno para que no abuse del poder. Ayn Rand afirmaba que “el gobierno se establecía para proteger a los ciudadanos de los criminales y la Constitución se escribía para protegerlo del gobierno”.
Lamentablemente, los nicaragüenses están aprendiendo por la mala que modificar la Cosntitución para concentrar el poder en una sola organización del gobierno o en una sola persona es un peligro mortal, literalmente.
Aunque la vicepresidenta Murillo, esposa de Ortega, asegure que la “operación limpieza” fue para “restaurar la paz”, es claro que la única paz que les interesa a estos dictadores es aquella que les permita aferrarse al poder. Sin embargo, por más “limpieza” que hagan no podrán, aunque lo intenten, borrar toda la sangre inocente que han derramado para mantenerse en el poder.
@Md30
Facebook.com/Mda30
República es ajena a la opinión expresada en este artículo
Después de casi tres meses de protestas en contra del gobierno Ortega-Murillo y de la represión gubernamental en contra de los opositores, no se vislumbra una salida para una de las crisis más graves en Nicaragua en la historia reciente.
Como lo mencioné anteriormente en la dictadura en Nicaragua respecto a la posible solución a este conflicto. “La salida a esta situación se ve muy difícil, en especial cuando no existen mecanismos para limitar el abuso del poder, cuando no hay instituciones sólidas e independientes que sirvan de contrapesos, cuando el sistema ha sido diseñado democráticamente para sostener una dictadura”
El fin de semana pasado fue, hasta el momento, uno de los más violentos, la “operación limpieza” del gobierno de Ortega-Murillo cobró la vida varias personas, entre ellos jóvenes estudiantes de la universidad nacional.
Los parapoliciales armados han sembrado, impunemente, el terror. Han atacado los lugares como Masaya que ha protestado en contra de la dictadura. Han perseguido, golpeado, secuestrado, torturado y asesinado a quienes se oponen al gobierno de Ortega-Murillo. Los policías que se supone están para proteger al ciudadano no han actuado y peor aún, han señalado de terroristas a quienes se oponen al régimen.
La dictadura de Ortega ha sido brutal, en casi tres meses ya suman los trescientos asesinatos, según los recuentos de varios organizaciones de derechos humanos. Las historias de desaparecidos aumentan día a día, madres que buscan a sus hijos, que esperan día tras día frente a la cárcel El Chipote para que se los entreguen.
Desgraciadamente el poder casi absoluto que detenta Ortega hace muy difícil encontrar una salida pronta a esta crisis. El dinero de los tributarios ha servido para equipar a los,verdaderos “terroristas”, leales a su régimen.
Algunos argumentan que quienes protestan, están rompiendo el orden constitucional al solicitar se adelanten las elecciones, sin embargo la pregunta sería si la actual Constitución, la cual modificó Ortega para obtener mayor poder así como la reelección, aún se puede considerar una Constitución.
Es importante entonces, comprender el porqué de una Constitución y cómo esta nos permite convivir en paz, así como limitar al gobierno para que no abuse del poder. Ayn Rand afirmaba que “el gobierno se establecía para proteger a los ciudadanos de los criminales y la Constitución se escribía para protegerlo del gobierno”.
Lamentablemente, los nicaragüenses están aprendiendo por la mala que modificar la Cosntitución para concentrar el poder en una sola organización del gobierno o en una sola persona es un peligro mortal, literalmente.
Aunque la vicepresidenta Murillo, esposa de Ortega, asegure que la “operación limpieza” fue para “restaurar la paz”, es claro que la única paz que les interesa a estos dictadores es aquella que les permita aferrarse al poder. Sin embargo, por más “limpieza” que hagan no podrán, aunque lo intenten, borrar toda la sangre inocente que han derramado para mantenerse en el poder.
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