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Echemos todas las tortillas al comal

Carolina Castellanos
09 de agosto, 2019

Se llegó el día, en medio de tantas “anomalías” que ahora parecen indicar que sí hubo un fraude.  Esto lo digo bajo la premisa que en la legislación de Guatemala no está tipificado este delito, por lo que no dice si fraude es haber cambiado un determinado porcentaje de votos a favor de un candidato, o alguna otra definición.  Por lo tanto, es algo así como usar la palabra “presunto” fraude, como se hace con los acusados de, digamos, asesinato. Será el “presunto asesino” hasta que sea vencido en un juicio.

Habiendo aclarado lo anterior, la segunda vuelta va, aunque hoy viernes puede estar sucediendo algo que haga cambiar las cosas.  Hay procedimientos establecidos, tiempos y plazos, como que el Presidente actual debe entregar el cargo el 14 de enero. También hay un procedimiento de qué hacer si esto no sucede.  Las presiones son muy grandes y, al final, lo único certero es que los de informática están presos, los nefastos y corruptos magistrados del Tribunal supremo Electoral siguen protegidos bajo el manto de la inmunidad y esperamos que vayan a pasar el resto de sus días a la cárcel.

Nos toca ir a votar el domingo.  Es mi opinión que debemos continuar con este ejercicio democrático, violentado, desordenado y con muchísimas dudas, pero al final es la forma en que podemos ejercer el poder y decidir nuestro futuro.  Por eso nos toca echar todas las tortillas al comal. Nuestro voto es LA tortilla. Las otras tortillas: confianza en que esta segunda vuelta será muchísimo más monitoreada por todos, en especial por el partido VAMOS, que ya publicitó una plataforma electrónica para que sus fiscales suban las fotos de las actas.  La otra tortilla es que iremos a votar, aunque después se decida cancelar el proceso. Ya echamos la tortilla; es nuestra obligación ciudadana. Lo demás será cuestión de las cortes de justicia y de la actitud que asuma quien resulte electo para ocupar la presidencia de la República.

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Por ahora, no hay más que podamos hacer respecto al proceso electoral.  Quienes dicen que votar este 11 de agosto es legitimar el “presunto fraude” de la primera vuelta, me parece muy irresponsable.  El que aseguren que habrá fraude nuevamente y por eso no hay que ir a votar, también es irresponsable. El proceso electoral debe continuar su curso. Nosotros los ciudadanos seguimos echando las tortillas al comal, esto es, exigiendo que se juzgue a todos los que han estado involucrados en el proceso electoral.  Nosotros cumpliremos con nuestro deber cívico y exigiremos que se actúe con todo el peso de la ley en contra de tana gente que ocasionó el peor proceso electoral en la historia democrática de Guatemala.

La última tortilla que debemos echar al comal: votar por Alejandro Giammattei o, si prefiere, en contra de Sandra Torres.  No podemos permitir que se meta el socialismo/la izquierda al gobierno central. Ya tienen penetrado el sistema de justicia, y lo han destruido, y el próximo año tendrán 52 diputados al Congreso. No podemos darles todo el poder, eligiendo a esta persona como presidenta. Con Giammattei tenemos seguridad que habrá elecciones dentro de cuatro años.  Con la UNE, la historia reciente en varios países de América Latina demuestra que, una vez adentro, corromperán el sistema hasta los huesos, para perpetuarse en el poder. Regalar dinero y comida solo prueba que han robado para tener el dinero con qué hacerlo y que seguirán robando para continuar con esa maléfica práctica de comprar votos. ¡Basta ya!  

El domingo nos jugamos el futuro del país, el de usted y el mío.  Echemos todas las tortillas al comal y sigamos en la lucha para tener un país en paz, en democracia, con libertad, respeto a la vida y a la propiedad de cada uno de nosotros.


Echemos todas las tortillas al comal

Carolina Castellanos
09 de agosto, 2019

Se llegó el día, en medio de tantas “anomalías” que ahora parecen indicar que sí hubo un fraude.  Esto lo digo bajo la premisa que en la legislación de Guatemala no está tipificado este delito, por lo que no dice si fraude es haber cambiado un determinado porcentaje de votos a favor de un candidato, o alguna otra definición.  Por lo tanto, es algo así como usar la palabra “presunto” fraude, como se hace con los acusados de, digamos, asesinato. Será el “presunto asesino” hasta que sea vencido en un juicio.

Habiendo aclarado lo anterior, la segunda vuelta va, aunque hoy viernes puede estar sucediendo algo que haga cambiar las cosas.  Hay procedimientos establecidos, tiempos y plazos, como que el Presidente actual debe entregar el cargo el 14 de enero. También hay un procedimiento de qué hacer si esto no sucede.  Las presiones son muy grandes y, al final, lo único certero es que los de informática están presos, los nefastos y corruptos magistrados del Tribunal supremo Electoral siguen protegidos bajo el manto de la inmunidad y esperamos que vayan a pasar el resto de sus días a la cárcel.

Nos toca ir a votar el domingo.  Es mi opinión que debemos continuar con este ejercicio democrático, violentado, desordenado y con muchísimas dudas, pero al final es la forma en que podemos ejercer el poder y decidir nuestro futuro.  Por eso nos toca echar todas las tortillas al comal. Nuestro voto es LA tortilla. Las otras tortillas: confianza en que esta segunda vuelta será muchísimo más monitoreada por todos, en especial por el partido VAMOS, que ya publicitó una plataforma electrónica para que sus fiscales suban las fotos de las actas.  La otra tortilla es que iremos a votar, aunque después se decida cancelar el proceso. Ya echamos la tortilla; es nuestra obligación ciudadana. Lo demás será cuestión de las cortes de justicia y de la actitud que asuma quien resulte electo para ocupar la presidencia de la República.

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Por ahora, no hay más que podamos hacer respecto al proceso electoral.  Quienes dicen que votar este 11 de agosto es legitimar el “presunto fraude” de la primera vuelta, me parece muy irresponsable.  El que aseguren que habrá fraude nuevamente y por eso no hay que ir a votar, también es irresponsable. El proceso electoral debe continuar su curso. Nosotros los ciudadanos seguimos echando las tortillas al comal, esto es, exigiendo que se juzgue a todos los que han estado involucrados en el proceso electoral.  Nosotros cumpliremos con nuestro deber cívico y exigiremos que se actúe con todo el peso de la ley en contra de tana gente que ocasionó el peor proceso electoral en la historia democrática de Guatemala.

La última tortilla que debemos echar al comal: votar por Alejandro Giammattei o, si prefiere, en contra de Sandra Torres.  No podemos permitir que se meta el socialismo/la izquierda al gobierno central. Ya tienen penetrado el sistema de justicia, y lo han destruido, y el próximo año tendrán 52 diputados al Congreso. No podemos darles todo el poder, eligiendo a esta persona como presidenta. Con Giammattei tenemos seguridad que habrá elecciones dentro de cuatro años.  Con la UNE, la historia reciente en varios países de América Latina demuestra que, una vez adentro, corromperán el sistema hasta los huesos, para perpetuarse en el poder. Regalar dinero y comida solo prueba que han robado para tener el dinero con qué hacerlo y que seguirán robando para continuar con esa maléfica práctica de comprar votos. ¡Basta ya!  

El domingo nos jugamos el futuro del país, el de usted y el mío.  Echemos todas las tortillas al comal y sigamos en la lucha para tener un país en paz, en democracia, con libertad, respeto a la vida y a la propiedad de cada uno de nosotros.