Alemania frustra un complot ultraderechista
En una sociedad donde la Ley básica que protege los derechos humanos en el corazón de la constitución es respetada como la base fundamental de libertad y estabilidad, un rechazo tan efusivo de su legitimidad representa un ataque profundo a los cimientos estructurales del orden social de Alemania.
Este diciembre se realizó en Alemania, el mayor operativo policial en años contra la extrema derecha. Hasta ahora, veinticinco personas, incluido un aristócrata, varios militares retirados y una exdiputada del partido Alternativa para Alemania (AfD) fueron detenidos bajo la sospecha de planear un atentado terrorista para derrocar el Estado alemán e imponer un nuevo Gobierno.
Algunos medios minimizan la amenaza que representa estos grupos y también indica una tendencia a subestimar hasta qué punto se ha extendido en Alemania en redes sociales las actividades de los miembros del partido y sus conexiones. Aunque el término Reichsbürger, o Ciudadano Imperial, solo comenzó a mencionarse en la década de 1980, hace referencia a un colectivo que aglutina grupos y sostienen la idea de que la constitución de posguerra de Alemania es supuestamente ilegítima porque fue adoptada bajo la supervisión de los franceses, británicos y estadounidenses, ha sido un tema de discusión entre los alemanes, desde la fundación de la República Federal de Alemania en 1949.
Después de la reunificación de Alemania en 1990, esta forma de ideología anticonstitucional se extendió de un grupo de activistas de la extrema derecha. En una sociedad donde la Ley básica que protege los derechos humanos en el corazón de la constitución es respetada como la base fundamental de libertad y estabilidad, un rechazo tan efusivo de su legitimidad representa un ataque profundo a los cimientos estructurales del orden social de Alemania.
Los Reichsbürger opinan que el Reino de Alemania es la única Alemania legítima y que fue ocupada y sigue siendo explotada por potencias extranjeras desde la Segunda Guerra Mundial. Creen además que, debido a que nunca se firmó un acuerdo de paz oficial, el actual gobierno es un instrumento de las fuerzas aliadas para controlar a los alemanes y brindarles la ilusión que Alemania es un estado independiente y democrático.
Desde principios de la década de 2000, la popularidad del movimiento Reichsbürger ha llevado a más personas en toda Alemania a declarar que no reconocen ninguna ley promulgada después de 1930, una tendencia que los sucesivos gobiernos alemanes pudieron haber tomado más en serio. Aunque hubo algunos incidentes violentos, la mayoría de las personas que aceptaron los fundamentos de la ideología Reichsbürger manifestaron su oposición al estado a través de la evasión de impuestos con casos judiciales sin fundamento basados en leyes del siglo XIX o el uso de carnet de identificación hechas por ellos mismos en lugar de los documentos oficiales.
Incluso cuando los servicios de inteligencia alemana se centraron en las amenazas a la seguridad nacional con los movimientos yihadista, la izquierda radical, los cimientos del pensamiento de Reichsbürger se filtraron gradualmente a una parte más amplia del electorado que, a raíz de la eurozona y las crisis migratorias de mediados de la década de 2010, se abrió al discurso de extrema derecha. Estas tendencias también ayudaron a AfD a construir su base política, los miembros y parlamentarios del partido adoptaron abiertamente tales posturas anticonstitucionales. El enojo por los bloqueos de COVID-19 atrajo a muchos que no habían tenido contacto previamente con la extrema derecha o sus movimientos como Querdenker, que negó la pandemia.
El movimiento Reichsbürger ha sido adoptado por algunos diputados de AfD y ahora que más personas de todos los ámbitos de extrema derecha pueden participar en un asalto armado al Bundestag por parte de fanáticos, un disturbio en el Bundestag se vuelve más probable. Incluso si los golpistas solo representan una pequeña minoría de la población en general, tales ataques podrían contar con el apoyo de miles de alemanes radicalizados en varias ciudades, particularmente en regiones del este de Alemania, ahora finalmente los alemanes tuvieron que tomarse en serio la amenaza que representa esta red…
El contenido en la sección de Opinión es responsabilidad exclusiva del autor y no representa necesariamente la postura o la línea editorial de República.
Alemania frustra un complot ultraderechista
En una sociedad donde la Ley básica que protege los derechos humanos en el corazón de la constitución es respetada como la base fundamental de libertad y estabilidad, un rechazo tan efusivo de su legitimidad representa un ataque profundo a los cimientos estructurales del orden social de Alemania.
Este diciembre se realizó en Alemania, el mayor operativo policial en años contra la extrema derecha. Hasta ahora, veinticinco personas, incluido un aristócrata, varios militares retirados y una exdiputada del partido Alternativa para Alemania (AfD) fueron detenidos bajo la sospecha de planear un atentado terrorista para derrocar el Estado alemán e imponer un nuevo Gobierno.
Algunos medios minimizan la amenaza que representa estos grupos y también indica una tendencia a subestimar hasta qué punto se ha extendido en Alemania en redes sociales las actividades de los miembros del partido y sus conexiones. Aunque el término Reichsbürger, o Ciudadano Imperial, solo comenzó a mencionarse en la década de 1980, hace referencia a un colectivo que aglutina grupos y sostienen la idea de que la constitución de posguerra de Alemania es supuestamente ilegítima porque fue adoptada bajo la supervisión de los franceses, británicos y estadounidenses, ha sido un tema de discusión entre los alemanes, desde la fundación de la República Federal de Alemania en 1949.
Después de la reunificación de Alemania en 1990, esta forma de ideología anticonstitucional se extendió de un grupo de activistas de la extrema derecha. En una sociedad donde la Ley básica que protege los derechos humanos en el corazón de la constitución es respetada como la base fundamental de libertad y estabilidad, un rechazo tan efusivo de su legitimidad representa un ataque profundo a los cimientos estructurales del orden social de Alemania.
Los Reichsbürger opinan que el Reino de Alemania es la única Alemania legítima y que fue ocupada y sigue siendo explotada por potencias extranjeras desde la Segunda Guerra Mundial. Creen además que, debido a que nunca se firmó un acuerdo de paz oficial, el actual gobierno es un instrumento de las fuerzas aliadas para controlar a los alemanes y brindarles la ilusión que Alemania es un estado independiente y democrático.
Desde principios de la década de 2000, la popularidad del movimiento Reichsbürger ha llevado a más personas en toda Alemania a declarar que no reconocen ninguna ley promulgada después de 1930, una tendencia que los sucesivos gobiernos alemanes pudieron haber tomado más en serio. Aunque hubo algunos incidentes violentos, la mayoría de las personas que aceptaron los fundamentos de la ideología Reichsbürger manifestaron su oposición al estado a través de la evasión de impuestos con casos judiciales sin fundamento basados en leyes del siglo XIX o el uso de carnet de identificación hechas por ellos mismos en lugar de los documentos oficiales.
Incluso cuando los servicios de inteligencia alemana se centraron en las amenazas a la seguridad nacional con los movimientos yihadista, la izquierda radical, los cimientos del pensamiento de Reichsbürger se filtraron gradualmente a una parte más amplia del electorado que, a raíz de la eurozona y las crisis migratorias de mediados de la década de 2010, se abrió al discurso de extrema derecha. Estas tendencias también ayudaron a AfD a construir su base política, los miembros y parlamentarios del partido adoptaron abiertamente tales posturas anticonstitucionales. El enojo por los bloqueos de COVID-19 atrajo a muchos que no habían tenido contacto previamente con la extrema derecha o sus movimientos como Querdenker, que negó la pandemia.
El movimiento Reichsbürger ha sido adoptado por algunos diputados de AfD y ahora que más personas de todos los ámbitos de extrema derecha pueden participar en un asalto armado al Bundestag por parte de fanáticos, un disturbio en el Bundestag se vuelve más probable. Incluso si los golpistas solo representan una pequeña minoría de la población en general, tales ataques podrían contar con el apoyo de miles de alemanes radicalizados en varias ciudades, particularmente en regiones del este de Alemania, ahora finalmente los alemanes tuvieron que tomarse en serio la amenaza que representa esta red…
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