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Disyuntiva chapina

Lo que les asusta mas,  es tener que enfrentar en el mejor de los casos, procesos jurídicos de persecución legal que tanto el gobierno entrante, como sectores afectados en sus intereses y desafectos a sus actuaciones, buscaran como se desarrollen en su contra.

.
Juan Francisco Callejas |
21 de noviembre, 2023

Entendería que una persona nacida y crecida en el mundo de lo que pudiéramos llamar “la normalidad dentro de la cultura occidental en Guatemala” y que dentro de su desarrollo personal, como referencia pudiéramos citar al menos cuatro rasgos culturales: 1.- conocimiento y vivencia mínima de fundamentos cristianos en su familia. 2.- consecuentes con lo anterior, un marco ético y moral en su convivencia en sociedad. 3.- un nivel razonable de amor y valoración a la vida y la libertad con que ha sido creado por ese Dios cristiano que le hizo a su imagen y semejanza. 4.- un sueño permanente e intergeneracional que le impulsa a hacer una familia, crearla e impulsarla hacia un futuro próximo y lejano de mucho sentido y contenido de realización.

Es parte de la vida de cada guatemalteco en este marco de rasgos culturales, que, en el transcurso de su vida, vamos a decir de unos 70 años, se le van presentando disyuntivas en torno a las cuales se le hace imperativo tomar decisiones, partiendo de entender que una disyuntiva es según el DRAE, “Una situación en la que hay que elegir entre dos cosas o soluciones diferentes.” Es precisamente la toma de estas decisiones la que va generando el éxito o el fracaso, el logro o el no-logro, la felicidad o infelicidad con que este individuo, en una primera instancia, se permite vivir y con lo cual luego de forma determinante también, influye para que su familia avance y las suma de las familias conforman clanes y estas tribus que forman comunidades políticamente divididas en aldeas, municipios y departamentos.

Lo anterior es un preámbulo para poder acompañar mis reflexiones sobre las disyuntivas que deben vivir los personajes del lado oscuro que hoy tienen atrapada a Guatemala vía la cooptación de los poderes del Estado. Igualmente cooptada, esta una parte de la iniciativa privada, una parte de las iglesias de todas las denominaciones y de una buena parte también de la ahora omnipresente sociedad civil. Todos ellos, deben estar viviendo, complejas contradicciones entre seguir insistiendo en sus abusos de poder hasta agotar el último recurso para lograr su cometido de mantenerse a como de lugar en el poder vía algunas opciones negociadas que deben tener contempladas o perderlo todo. Lo que les asusta mas,  es tener que enfrentar en el mejor de los casos, procesos jurídicos de persecución legal que tanto el gobierno entrante, como sectores afectados en sus intereses y desafectos a sus actuaciones, buscaran como se desarrollen en su contra. Huir y salir por la puerta trasera es otra opción que también algunos estarán considerando.

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Accidente electoral

Ellos, quienes enfrentan en las actuales circunstancia el efecto de lo que “vamos a llamarle, accidente electoral” ha provocado la amenaza de terminar impidiendo a estas mafias organizadas, la fiesta iniciada hace ya más de 12 años. Estas mafias, algunos visibles y otros no tanto porque son expertos en operar a la sombra,  estarán analizando la disyuntiva que atraviesan como huestes del poder maligno y en su escala de valores las acciones que les permita seguir existiendo y que aprovechando las debilidades estructurales de nuestra Democracia incipiente, puedan apoderarse con argucias legales del poder, para continuar en la fiesta que ya vienen trayendo desde hace 12 años. Los Colom, los Pérez Molina, los inmorales Morales y los cínicos Giammattei, rodeados de un club de excelentes gestores del crimen en todas sus expresiones.

Una recomendación de expertos en temas de desarrollo de estrategias es ponerse en los zapatos de quienes conviven en estas lides e imaginar los escenarios para poder actuar con respuestas inteligentes a las acciones que nos han traído hasta aquí. Ya basta. Ya ha sido suficiente y es hoy o nunca cuando los guatemaltecos hemos de impedir a toda costa que este imperio del mal pueda prevalecer.

Otro ámbito de pensamiento para quienes creemos que vale la pena luchar por nuestra vida y nuestra libertad para defender lo que ya tantas vidas a costado, es ponderar los recursos con que las huestes del mal cuentan y por supuesto, de acuerdo a esto fijar  posiciones en espacios, forma y sentido del esfuerzo que hemos de realizar, comprendiendo que debe ser un esfuerzo sobre humano, puesto que la delincuencia organizada que nos tiene aún hoy de rodillas, está ya, como gráficamente se expone en estos casos, poniendo toda la carne sobre el asador. 

En recursos económicos y disponibilidad para gastar en la aventura, lo tienen. En recursos de poder y acceso al mismo, también lo tienen, al grado de haberse permitido realizar una elección de jueces para la Corte Suprema de Justicia a la velocidad del rayo, en el momento en que se les dio la gana, después de cerca de cuatro años de ilegalidad. Ausencia de escrúpulos y todo el cinismo del mundo para actuar creando o inventado argucias legales que les permitan generar inestabilidad y zozobra, está claro que también lo tienen, de la misma manera que cuentan con una masa de seres humanos que siendo hoy dependientes de decisiones de otros como empleados públicos que son, no pueden mas que agachar su cabeza y como mínimo, hacerse los locos ante los abusos que de ellos mismos se comenten.

La disyuntiva que tenemos al frente es compleja y difícil, pero no quedan muchos caminos. Nadie nos garantiza que las autoridades electas en verdad puedan, tomando el poder, tener la capacidad de conducir esta nave llamada Guatemala Democrática y Republicana a buen puerto, puesto que las señales tampoco lucen ser halagüeñas y quizá lo más relevante y donde radica nuestra posibilidad de triunfo es en mantenernos dentro del Estado de Derecho y con la firme convicción en el alma, de que está llegando el momento histórico en que unidos y juntos, los guatemaltecos de bien y con visión de futuro, hemos de estar dispuestos incluso, a morir en este entente por nuestra vida y libertad de presente y futuro. ¡Animo!, atrevámonos a pensar, atrevámonos a decir, atrevámonos a luchar. Dios y la razón, están de nuestro lado.

 

El contenido en la sección de Opinión es responsabilidad exclusiva del autor y no representa necesariamente la postura o la línea editorial de República.

Disyuntiva chapina

Lo que les asusta mas,  es tener que enfrentar en el mejor de los casos, procesos jurídicos de persecución legal que tanto el gobierno entrante, como sectores afectados en sus intereses y desafectos a sus actuaciones, buscaran como se desarrollen en su contra.

Juan Francisco Callejas |
21 de noviembre, 2023
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Entendería que una persona nacida y crecida en el mundo de lo que pudiéramos llamar “la normalidad dentro de la cultura occidental en Guatemala” y que dentro de su desarrollo personal, como referencia pudiéramos citar al menos cuatro rasgos culturales: 1.- conocimiento y vivencia mínima de fundamentos cristianos en su familia. 2.- consecuentes con lo anterior, un marco ético y moral en su convivencia en sociedad. 3.- un nivel razonable de amor y valoración a la vida y la libertad con que ha sido creado por ese Dios cristiano que le hizo a su imagen y semejanza. 4.- un sueño permanente e intergeneracional que le impulsa a hacer una familia, crearla e impulsarla hacia un futuro próximo y lejano de mucho sentido y contenido de realización.

Es parte de la vida de cada guatemalteco en este marco de rasgos culturales, que, en el transcurso de su vida, vamos a decir de unos 70 años, se le van presentando disyuntivas en torno a las cuales se le hace imperativo tomar decisiones, partiendo de entender que una disyuntiva es según el DRAE, “Una situación en la que hay que elegir entre dos cosas o soluciones diferentes.” Es precisamente la toma de estas decisiones la que va generando el éxito o el fracaso, el logro o el no-logro, la felicidad o infelicidad con que este individuo, en una primera instancia, se permite vivir y con lo cual luego de forma determinante también, influye para que su familia avance y las suma de las familias conforman clanes y estas tribus que forman comunidades políticamente divididas en aldeas, municipios y departamentos.

Lo anterior es un preámbulo para poder acompañar mis reflexiones sobre las disyuntivas que deben vivir los personajes del lado oscuro que hoy tienen atrapada a Guatemala vía la cooptación de los poderes del Estado. Igualmente cooptada, esta una parte de la iniciativa privada, una parte de las iglesias de todas las denominaciones y de una buena parte también de la ahora omnipresente sociedad civil. Todos ellos, deben estar viviendo, complejas contradicciones entre seguir insistiendo en sus abusos de poder hasta agotar el último recurso para lograr su cometido de mantenerse a como de lugar en el poder vía algunas opciones negociadas que deben tener contempladas o perderlo todo. Lo que les asusta mas,  es tener que enfrentar en el mejor de los casos, procesos jurídicos de persecución legal que tanto el gobierno entrante, como sectores afectados en sus intereses y desafectos a sus actuaciones, buscaran como se desarrollen en su contra. Huir y salir por la puerta trasera es otra opción que también algunos estarán considerando.

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Ellos, quienes enfrentan en las actuales circunstancia el efecto de lo que “vamos a llamarle, accidente electoral” ha provocado la amenaza de terminar impidiendo a estas mafias organizadas, la fiesta iniciada hace ya más de 12 años. Estas mafias, algunos visibles y otros no tanto porque son expertos en operar a la sombra,  estarán analizando la disyuntiva que atraviesan como huestes del poder maligno y en su escala de valores las acciones que les permita seguir existiendo y que aprovechando las debilidades estructurales de nuestra Democracia incipiente, puedan apoderarse con argucias legales del poder, para continuar en la fiesta que ya vienen trayendo desde hace 12 años. Los Colom, los Pérez Molina, los inmorales Morales y los cínicos Giammattei, rodeados de un club de excelentes gestores del crimen en todas sus expresiones.

Una recomendación de expertos en temas de desarrollo de estrategias es ponerse en los zapatos de quienes conviven en estas lides e imaginar los escenarios para poder actuar con respuestas inteligentes a las acciones que nos han traído hasta aquí. Ya basta. Ya ha sido suficiente y es hoy o nunca cuando los guatemaltecos hemos de impedir a toda costa que este imperio del mal pueda prevalecer.

Otro ámbito de pensamiento para quienes creemos que vale la pena luchar por nuestra vida y nuestra libertad para defender lo que ya tantas vidas a costado, es ponderar los recursos con que las huestes del mal cuentan y por supuesto, de acuerdo a esto fijar  posiciones en espacios, forma y sentido del esfuerzo que hemos de realizar, comprendiendo que debe ser un esfuerzo sobre humano, puesto que la delincuencia organizada que nos tiene aún hoy de rodillas, está ya, como gráficamente se expone en estos casos, poniendo toda la carne sobre el asador. 

En recursos económicos y disponibilidad para gastar en la aventura, lo tienen. En recursos de poder y acceso al mismo, también lo tienen, al grado de haberse permitido realizar una elección de jueces para la Corte Suprema de Justicia a la velocidad del rayo, en el momento en que se les dio la gana, después de cerca de cuatro años de ilegalidad. Ausencia de escrúpulos y todo el cinismo del mundo para actuar creando o inventado argucias legales que les permitan generar inestabilidad y zozobra, está claro que también lo tienen, de la misma manera que cuentan con una masa de seres humanos que siendo hoy dependientes de decisiones de otros como empleados públicos que son, no pueden mas que agachar su cabeza y como mínimo, hacerse los locos ante los abusos que de ellos mismos se comenten.

La disyuntiva que tenemos al frente es compleja y difícil, pero no quedan muchos caminos. Nadie nos garantiza que las autoridades electas en verdad puedan, tomando el poder, tener la capacidad de conducir esta nave llamada Guatemala Democrática y Republicana a buen puerto, puesto que las señales tampoco lucen ser halagüeñas y quizá lo más relevante y donde radica nuestra posibilidad de triunfo es en mantenernos dentro del Estado de Derecho y con la firme convicción en el alma, de que está llegando el momento histórico en que unidos y juntos, los guatemaltecos de bien y con visión de futuro, hemos de estar dispuestos incluso, a morir en este entente por nuestra vida y libertad de presente y futuro. ¡Animo!, atrevámonos a pensar, atrevámonos a decir, atrevámonos a luchar. Dios y la razón, están de nuestro lado.

 

El contenido en la sección de Opinión es responsabilidad exclusiva del autor y no representa necesariamente la postura o la línea editorial de República.