He estado siguiendo con horror y por obligación (porque me tienen encerrado) los acontecimientos que están destruyendo a mi país, poco a poco nos estamos encaminando a una sociedad polarizada, dividida y destruida. Los pasos que se están dando, muestran claramente que la estrategia de los grupos que hoy me tienen secuestrado en mi propia casa, van encaminados a quitarme mi libertad, quitarnos la libertad a todos los guatemaltecos.

¿No fue así como Fidel Castro empezó la destrucción de Cuba? ¿Limitando la libertad? Pero claro esto es algo que muy pocos comprenden y creen que cuando uno lo menciona, esta influenciado por el sector privado. Y quiero aclarar algo que lo he dicho siempre, el sector privado somos todos los que no vivimos de fondos gubernamentales, todos los que, por medio de la prestación de nuestros servicios profesionales, o por medio de negocios de compra y venta de bienes y servicios, o por la venta de nuestra mano de obra nos ganamos el pan de cada día. No nos equivoquemos, nos han hecho creer que el sector privado son los empresarios grandes, y no es cierto, somos todos, desde el chiclero que vende en la esquina, la señora que presta sus servicios de limpieza y lava ropa ajena, el tendero, el mecánico, el chofer del tráiler que está parado por 10 días seguidos en la carretera, y el empresario que dirige la producción de acero en el país.

¿Quien nos va a pagar lo que estamos perdiendo? ¿A quien le vamos a entregar la factura por las perdidas que estamos teniendo todos los profesionales, los emprendedores, las grandes empresas? ¿Será que los “Lideres Ancestrales” o los funcionarios gubernamentales que no están haciendo su trabajo, nos van a compensar por las perdidas y los perjuicios que nos están ocasionando?

Y no digo que no tengan razón, es mas que bueno que alguien alce la voz ante la corrupción y los desmanes de los políticos de este país, pero no estoy de acuerdo en que me tengan de rehén, sus acciones son similares a las del grupo terrorista islámico “Hamas” en territorio israelí. Bajo la bandera de “pacíficos” nos tienen encerrados y ahora ellos deciden que dejar pasar y que no, que vamos a comer y cuando vamos a comer, si podemos echar o no combustible, porque ellos en su misericordia y en su gracia, nos permitirán el paso de los camiones para que las gasolineras puedan vendernos la energía y el gas para cocinar en nuestros hogares.

Les pregunto, con que dinero lo vamos a comprar, ¿si me tienen de rehén? ¿Como salgo a ganar el dinero para mantener a mi familia? En este país, el 80% de la población opera en la economía informal, no cuenta con un ingreso fijo, y cada día que pierde encerrado, sin libertad para salir a la calle a ganarse el pan, es un día mas de hambre y de perdida de ingresos.

Lo que más me aterroriza, es: ¿A quién le vamos a exigir? Las autoridades de turno ni siquiera le hacen caso a la Corte de Constitucionalidad y sus dictámenes, permiten que grupos de personas “motivadas” obstaculicen nuestro derecho a movernos, a buscar como ganarnos la vida, a quitarnos la libertad de ganarnos el sustento de cada día. Veo con horror como las autoridades de turno, por las que, si votamos la mayoría de los guatemaltecos, no garantizan mi libertad, no garantizan la libertad de nadie. No están cumpliendo con sus obligaciones, solo quieren los privilegios, solo ejercen el poder para lograr sus fines.

Hago un llamado a todas las asociaciones de vecinos, a los grupos comunitarios, a las gremiales, a las cámaras empresariales, a las asociaciones productivas, a las federaciones, a las grandes empresas, para que unidos recobremos nuestra libertad, ya nos dimos cuenta, de que ni al gobierno,

ni a los “lideres indígenas” (que yo no elegí, ni pedí que me representaran), les importa una mierda nuestro bienestar, nuestro futuro, ni el futuro de nuestros hijos. No caigamos víctima del síndrome de Estocolmo (enamorarnos de nuestros secuestradores), y levantémonos, ya pasaron 12 días de secuestro disfrazado, no debemos aguantar mas esta absurda pelea de poderes ilegítimos.