Es tanto lo que sucede a diario en nuestra Guate que se hace difícil seguir todos los acontecimientos. Gracias a las redes sociales, nos enteramos de la mayoría de lo que sucede, al menos de lo más relevante. Ya no tenemos que creer en la información tendenciosa de muchos medios de comunicación y del mismo gobierno pues alguien vio, escuchó, se enteró y lo publicó.

Sin embargo, esta forma de vida nos hipnotiza viendo el árbol del momento, evitando que veamos el bosque que está detrás. Pasamos uno o varios días viendo ese árbol, o sea, un escándalo, una foto, otro “descubrimiento” de robo, quiénes se juntaron y que discutieron o planearon, etc. Tratamos de dilucidar qué ocasionó ese suceso, quiénes están detrás y cuáles serán las consecuencias.

El problema es que no nos enfocamos en resolver las causales de todo lo que sucede. La corrupción es parte de ese bosque oscuro, lleno de plantas venenosas y ponzoñosas. Cada nuevo candidato promete acabarlo, enfocándose en ese árbol y no en el bosque donde está ubicado. Esa parte del bosque es un gobierno gigantesco que pretende dirigirlo todo y controlar nuestras vidas. 

Los gobiernos de turno, a lo largo de los años, ha creado ministerios inútiles como el de desarrollo e ineptos y desastrosos como el de educación y el de salud. Nuestros niños siguen recibiendo una pésima calidad educativa que les impedirá tener acceso a empleos dignos y bien pagados. Adicionalmente, crecen desnutridos, lo que les dificultará el aprendizaje a lo largo de su vida. El día de la toma de posesión del presidente actual, se repartieronfolletos con las promesas vacías de siempre, hablando de la batalla que haría para reducir la desnutrición. Resultó ser una de las tantas plantas venenosas.

¿Qué más conforma ese bosque oscuro? Un sistema de justicia que lo que menos hace es impartirla. No hay certeza de castigo por lo que la violencia, el narcotráfico y cualquier otra ilegalidad, permanecen y crecen. La pésima calidad educativa, la infraestructura insuficiente y de pésima calidad, y la más venenosa de todas, la corrupción.  Por cierto, el presidente actual también dedicó un buen tiempo a esta supuesta lucha que haría, el día de su juramentación.

Mientras tanto, nos distraemos con el encabezado de los medios de comunicación, que escogen lo que más les generará ventas y publicidad, enfocándose en el árbol del momento y olvidando todo lo que está detrás.

Es momento que empecemos a enfocarnos en el bosque, sin perder de vista el árbol del momento. Se necesita valentía y mucha presión mediática, en redes, congresos, conferencias y cuanto se nos ocurra pues no es una tarea fácil.  

Los grandes cambios se dan de abajo hacia arriba. El principal de todos es eliminar tanta burocracia reduciendo el tamaño de ese bosque oscuro llamado gobierno. De pronto lograremos que se empiecen a morir las malas hierbas y den lugar a árboles frutales que nos den el tan anhelado estado de derecho.