Política
Política
Empresa
Empresa
Investigación y Análisis
Investigación y Análisis
Internacional
Internacional
Opinión
Opinión
Inmobiliaria
Inmobiliaria
Agenda Empresarial
Agenda Empresarial

Incertidumbre

Esta incertidumbre debe resolverse en el menor tiempo posible. El resultado final tiene que estar a prueba de toda duda. De lo contrario, Guatemala se verá en una situación similar a la vivida en 2015.

.
Carolina Castellanos |
07 de julio, 2023

En Guatemala hemos vivido todo tipo de crisis. Las más dañinas han sido los desastres naturales pues el costo en vidas perdidas ha sido muy alto. Sin embargo, este proceso electoral ha afectado a la totalidad de la población, aún cuando no todos acudieron a las urnas, sea por edad o cualquier otra causa.

Las luchas de poder han llegado al extremo. Lo vimos desde el inicio de todo este proceso cuando el Tribunal Supremo Electoral, TSE, impidió la inscripción de algunos candidatos y favoreció la de otros. Esta entidad estuvo “atrapada” entre su deber, la presión  mediática, las mismas luchas de poder y control y la elevación de los recursos a la Corte de Constitucionalidad.

La gran incertidumbre sigue siendo si hubo fraude o no. De acuerdo a todas las anomalías que han sido expuestas en las redes sociales y los medios de comunicación, todo parece indicaar que sí lo hubo. Más allá del resultado, esto es una afrenta a quienes ostentamos el poder: nosotros los ciudadanos.

SUSCRIBITE A NUESTRO NEWSLETTER

Esta incertidumbre debe resolverse en el menor tiempo posible. El resultado final tiene que estar a prueba de toda duda. De lo contrario, Guatemala se verá en una situación similar a la vivida en 2015.

La “comunidad internacional” se metió de lleno desde antes de la convocatoria a las elecciones. Me alegra que, finalmente, el canciller Mario Búcaro los haya “puesto en su lugar” recordándoles que somos una república libre, soberana e independiente y que ellos son solamente huéspedes a quienes se les ha dado permiso para estar aquí.

Si vemos para atrás, esta crisis se ha venido contruyendo desde hace tiempo. La intromisión extranjera lleva años de estar “activa”. Vemos cómo las oenegés, financiadas por extranjeros, implementan agendas de todo tipo, incluyendo la LGBTIQ+, aún cuando Guatemala no ha oficializado la existencia jurídica de los géneros que conforman esta comunidad. Seguimos siendo hombres y mujeres, y punto. Reconzco que hay muchas de estas organizaciones que sí realizan una labor en beneficio del pais. El problema está en que no hay ninguna supervisión ni seguimiento por parte del gobierno para constatar si se está haciendo lo que ofrecieron o si se están aprovechando de esta falta de supervisión para meter sus propias agendas, sea la que mencioné o las multiples aplicaciones de la ideología de izquierda.

Tenemos un pais en el que la educación ha ido en detrimento, principalmente por la presencia de un sinnúmero de sindicatos en el Ministerio de Educación que imposibilita la contratación de maestros de alto nivel y de la implementación de currículos de acuerdo a las ideas republicanas, con acceso al mundo via internet y con contenido actualizado a un mundo globalizado.

Sumado a lo anterior, cada nuevo gobierno se esmera en mantener a esa burocracia gigantesca que no hace más que consumir los recursos que tributamos los ciudadanos, en pagar salarios y no en enfocarse en lo importante: vida, propiedad y libertad, en todas sus acepciones.

Ante ese panorama desolador, ¿qué podemos esperar de la infinidad de candidatos que se postulan a igual cantidad de cargos burocráticos? Con algunas excepciones, la inmensa mayoría no pretende cambiar nada sino vivir, o continuar viviendo, de nuestros impuestos.

Sé que este artículo es bastante negativo. Sin embargo, ante esta disyuntiva, es difícil poder ser positivo cuando ni siquiera se está respetando nuestra voluntad como ciudadanos. Todo este proceso se ha manipulado tanto que la pregunta por resolver es ¿cuál es esa voluntad? 

Incertidumbre

Esta incertidumbre debe resolverse en el menor tiempo posible. El resultado final tiene que estar a prueba de toda duda. De lo contrario, Guatemala se verá en una situación similar a la vivida en 2015.

Carolina Castellanos |
07 de julio, 2023
.

En Guatemala hemos vivido todo tipo de crisis. Las más dañinas han sido los desastres naturales pues el costo en vidas perdidas ha sido muy alto. Sin embargo, este proceso electoral ha afectado a la totalidad de la población, aún cuando no todos acudieron a las urnas, sea por edad o cualquier otra causa.

Las luchas de poder han llegado al extremo. Lo vimos desde el inicio de todo este proceso cuando el Tribunal Supremo Electoral, TSE, impidió la inscripción de algunos candidatos y favoreció la de otros. Esta entidad estuvo “atrapada” entre su deber, la presión  mediática, las mismas luchas de poder y control y la elevación de los recursos a la Corte de Constitucionalidad.

La gran incertidumbre sigue siendo si hubo fraude o no. De acuerdo a todas las anomalías que han sido expuestas en las redes sociales y los medios de comunicación, todo parece indicaar que sí lo hubo. Más allá del resultado, esto es una afrenta a quienes ostentamos el poder: nosotros los ciudadanos.

SUSCRIBITE A NUESTRO NEWSLETTER

Esta incertidumbre debe resolverse en el menor tiempo posible. El resultado final tiene que estar a prueba de toda duda. De lo contrario, Guatemala se verá en una situación similar a la vivida en 2015.

La “comunidad internacional” se metió de lleno desde antes de la convocatoria a las elecciones. Me alegra que, finalmente, el canciller Mario Búcaro los haya “puesto en su lugar” recordándoles que somos una república libre, soberana e independiente y que ellos son solamente huéspedes a quienes se les ha dado permiso para estar aquí.

Si vemos para atrás, esta crisis se ha venido contruyendo desde hace tiempo. La intromisión extranjera lleva años de estar “activa”. Vemos cómo las oenegés, financiadas por extranjeros, implementan agendas de todo tipo, incluyendo la LGBTIQ+, aún cuando Guatemala no ha oficializado la existencia jurídica de los géneros que conforman esta comunidad. Seguimos siendo hombres y mujeres, y punto. Reconzco que hay muchas de estas organizaciones que sí realizan una labor en beneficio del pais. El problema está en que no hay ninguna supervisión ni seguimiento por parte del gobierno para constatar si se está haciendo lo que ofrecieron o si se están aprovechando de esta falta de supervisión para meter sus propias agendas, sea la que mencioné o las multiples aplicaciones de la ideología de izquierda.

Tenemos un pais en el que la educación ha ido en detrimento, principalmente por la presencia de un sinnúmero de sindicatos en el Ministerio de Educación que imposibilita la contratación de maestros de alto nivel y de la implementación de currículos de acuerdo a las ideas republicanas, con acceso al mundo via internet y con contenido actualizado a un mundo globalizado.

Sumado a lo anterior, cada nuevo gobierno se esmera en mantener a esa burocracia gigantesca que no hace más que consumir los recursos que tributamos los ciudadanos, en pagar salarios y no en enfocarse en lo importante: vida, propiedad y libertad, en todas sus acepciones.

Ante ese panorama desolador, ¿qué podemos esperar de la infinidad de candidatos que se postulan a igual cantidad de cargos burocráticos? Con algunas excepciones, la inmensa mayoría no pretende cambiar nada sino vivir, o continuar viviendo, de nuestros impuestos.

Sé que este artículo es bastante negativo. Sin embargo, ante esta disyuntiva, es difícil poder ser positivo cuando ni siquiera se está respetando nuestra voluntad como ciudadanos. Todo este proceso se ha manipulado tanto que la pregunta por resolver es ¿cuál es esa voluntad?