Todo organismo vivo actúa para preservar su vida. Ese es el principio o ley natural de la vida. La vida es acción autogenerada y auto sustentante. La inacción significa muerte. El hombre por ser animal racional actúa siempre de forma racional, es decir, voluntariamente deliberando para escoger los medios que le permitan pasar de una situación que considera insatisfactoria a una que prevé será más satisfactoria. El hecho de que su acción sea siempre racional no implica que sea razonable. El que sea racional sólo indica que esa acción es pensada. Pero el hombre puede pensar bien o pensar mal. Razonar bien significa descubrir e identificar el estado de cosas en la realidad para poder así tomar una acción efectiva. Razonar bien es pensar con lógica, con sensatez.  

El principio natural de auto preservación implica también poder actuar conforme a lo pensado. Para el hombre esto quiere decir que debe poder actuar de acuerdo con su mejor juicio. Su autodeterminación sólo cobra realidad mediante la acción. Y el propósito de su acción, que es preservar su propia vida, indica que él es un fin en sí mismo. Su existencia, es decir, él, es el fin de su actuar. Él es dueño de sí mismo. 

El concepto “libertad” sólo tiene sentido si describe la relación entre seres vivos. Un concepto es ‘relativo’ cuando es el caso de que su relación con algo más es una condición necesaria de su existencia. Es ‘correlativo’ cuando esa relación se da en ambos sentidos. Libertad es un concepto ´correlativo’, es decir, que se explica en relación con alguna otra cosa. Por ejemplo, el término ‘hijo’ es correlativo, pues se explica en relación con el término ‘padre’, y éste último en relación con el término ‘hijo’. Lo mismo sucede con el término ‘esclavo’ que se explica en relación con ‘amo’, y este último en relación con el primero. De la misma manera, “libertad” sólo se explica en relación con otros hombres.  

Un esclavo o persona que no es libre es aquel que se encuentra sujeto incondicionalmente bajo el mando de otro hombre. Su esclavitud o falta de libertad es provocada por el ataque insolente y mantenida por la fuerza física de otros. La esencia de la esclavitud o violación de la libertad entonces es el uso de la fuerza o la amenaza de ésta en contra de alguien por otros hombres para someterlo a su voluntad arbitraria. Podemos decir entonces, que el término “libertad” designa el concepto de la facultad del hombre de actuar según su autodeterminación al no estar coercitivamente sujeto a la voluntad arbitraria de otro. Poder actuar de acuerdo con su mejor juicio, es decir, según su autodeterminación es el principio natural de la acción humana. Y sobre este principio natural se apoya, se fundamenta, el principio moral que denominamos derecho a la libertad. 

El término “derecho” – también denominado ‘derecho individual’, que no uso por ser redundante – designa un principio moral que norma la conducta correcta de los individuos en una sociedad. Legitima la acción del individuo en una asociación civil. Exige de cada asociado respetar la autodeterminación actualizada en la acción legítima del otro. Dicho de otro modo, exige el respeto incondicional al proyecto de vida del otro. Obliga a reconocer que el otro es un fin en sí mismo y no un objeto para ser usado por los demás. Así, el derecho a la libertad exige de los demás no intentar coaccionar al otro para someterlo a la voluntad arbitraria de ellos. El derecho a la propiedad exige de los demás no impedir por la fuerza que el otro disponga como considere más conveniente de aquello que es suyo. El derecho a la vida exige de los demás no obstaculizar al otro para obligarlo a que le dé un sentido a su vida distinto del que a él le venga en gana.  

Este principio normativo es evidente en sí mismo, es uno que ningún ser racional puede dejar de ver, es universalmente válido y no depende de la aceptación. Pretender negar el derecho del otro es negar tácitamente el propio. Pretender tener el derecho de violar el derecho del otro es una contradicción en términos. Y para defender al individuo de aquellos que procuran violar sus derechos es que los individuos honestos se organizan en una sociedad política republicana, una nomocracia, un estado de derecho donde impera la ley legítima – la que es igual para todos – y establecen un gobierno para protegerlos con una institución capaz de aplicar la ley y un aparato de justicia para imponerla. El gobierno recibe como única función legítima aplicar el principio de autodefensa que cada ciudadano delega en él para que lo haga con objetividad. Pero no se debe creer que delegar este derecho de autodefensa al gobierno significa que se renuncia a él. De ningún modo. 

Podemos sintetizar entonces que libertad es la facultad del hombre de actuar según su autodeterminación al no estar coercitivamente sujeto a la voluntad arbitraria de otro al estar protegido por un sistema de leyes e instituciones capaces de implementarlas y hacerlas cumplir. 

Hoy vemos esa libertad amenazada por un grupo de delincuentes. Incitados por los diputados Bernardo Arévalo y Samuel Pérez y demás integrantes del Grupo Semilla, algunos individuos han salido a bloquear calles, avenidas y carreteras. Bernardo Arévalo agradece a quienes bloquean y en su discurso frente a los asistentes de ENADE hace una apología de este delito afirmando cínicamente que «los bloqueos no detienen al país». Además, Bernardo Arévalo convocó públicamente a la población para exigir la renuncia de funcionarios del Sistema Judicial, incluyendo al Ministerio Público, promoviendo la ruptura del Orden Constitucional.  

¿Qué originó este caos? La investigación por el MP del Partido Semilla. El MP encontró que estos señores cometieron el delito de "falsedad ideológica". Falsedad ideológica es cuando un documento parece ser legítimo y auténtico, pero no lo es, por adicionar, cambiar u omitir información. Cuando el documento que se falsifica es público, solo con su expedición se configura el delito. Este grupo para inscribirse como partido político presentó firmas falsas, firmas de muertos y firmas de personas que no dieron su consentimiento. Además, se les encontró "financiamiento ilícito" pues pagaron por las firmas con dinero supuestamente proveído por Juan Alberto Fuentes Knight – ahora prófugo de la justicia – antiguo ministro de Finanzas del Gobierno de Álvaro Colom, quien al parecer se hizo del mismo en un negocio turbio del transporte público de la ciudad de Guatemala. Se informó de todo esto al Tribunal Supremo Electoral en mayo de 2023 y los señore magistrados no suspendieron al Partido Semilla como era su deber. El TSP empero si suspendió las candidaturas de Thelma Cabrera y Augusto Jordán Rodas, la de Roberto Arzú, y la de Pineda y del Partido Prosperidad Ciudadana por faltas administrativas como una asamblea mal hecha. Aunado a todo esto, creó suspicacia que ganara el Partido Semilla pues en las encuestas ni siquiera apareció entre los 7 primeros. También el MP investiga al TSE por la compra supuestamente sobrevalorada de un programa de software "TREP" de transmisión preliminar de información de los resultados electorales por el que los guatemaltecos pagamos Q. 148,000,000.00. 

 El diputado Arévalo y el Grupo Semilla en lugar de mostrar que las firmas son auténticas, el financiamiento lícito y que no se cometió delito alguno decidió pedir la renuncia de los fiscales que lo investigan y del juez que ordenó los allanamientos y suspensión preventiva del Partido Semilla, buscando así impunidad.  

¿Por qué tendrían que renunciar la Fiscal General Consuelo Porras, el fiscal Rafael Curruchiche y el juez Fredy Orellana si los delincuentes son el Grupo Semilla y el TSE? 

En lugar de seguir el procedimiento legal el Partido Semilla y sus líderes promueven la violencia y violación de los derechos de los guatemaltecos añadiendo a su lista de delitos el de sedición. Pretenden que la ley no se les aplique a ellos. Buscan que se cambie una frase de la ley para que su delito ya no los afecte. Quieren invalidar la legitimidad de la ley – su universalidad y generalidad – al convertirla en privilegio para algunos: cuando es para otros si vale, pero si es para ellos entonces no vale. Dicen que los dictámenes de la Corte de Constitucionalidad se acatan, cumplen y obedecen, excepto si no los favorece. Entonces hay que manifestar en contra de la resolución de la CC. 

Pero la libertad de manifestar no concede el derecho de violar la libertad de desplazarse de un lugar a otro, ni violar la libertad de trabajar y comerciar para sustentar la propia vida del otro. El pretender tener el derecho de violar el derecho del otro es una contradicción en términos. El sólo intentarlo deja fuera del estado de derecho al violador y su relación con los perjudicados pasa a ser estado de guerra. Los bloqueos son actos violentos en contra de quienes no los apoyan. Poco importan que los llamen pacíficos cuando las acciones confirman lo contrario. Pretenden usar a los demás como objetos para sus propios fines. Coaccionar y amenazar a comerciantes para que no abran sus establecimientos es el más insolente ataque que por la fuerza viola su libertad para someterlos a la voluntad arbitraria de los delincuentes del Grupo Semilla. Es el intento por la fuerza de impedir que las personas actúen de acuerdo con su mejor juicio para preservar su vida. Es tratar de llevarlos a su muerte para que se dobleguen y humillen. 

¿Es esta la muestra de cómo será la vida de los guatemaltecos bajo el gobierno de Semilla? ¿Será uno de impunidad, terrorismo y corrupción? ¿Será uno donde la ley no impere, sino que la coacción de la izquierda destruyendo la paz y el desarrollo de la población? 

Lo que sí es evidente es que Arévalo y sus huestes de Semilla tienen a la libertad bajo ataque.