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Nuevos rasgos de liderazgo

Hoy los líderes más efectivos no se quedan esperando a que los colaboradores se acerquen con dudas y preguntas, con inquietudes y preocupaciones, o solicitando mayores oportunidades.

Liderazgo
Carlos Dumois |
04 de noviembre, 2022

En tan solo tres años el mundo se ha transformado, otra vez. La oficina hoy es un concepto diferente de lo que era hace muy poco. Los equipos de trabajo ahora funcionan de nuevas maneras. Las expectativas de la gente también han evolucionado.

Vivimos un entorno hostil e inestable que provoca una fuerte presión sobre los empresarios. Pero también este entorno genera gran cantidad de oportunidades para quienes queramos asumir el liderazgo en la transformación de nuestras organizaciones.

Ante estos retos y oportunidades que esta turbulencia nos presenta, los líderes han de brillar en cuatro rasgos que ha destacado con gran claridad Bill Rogers, Presidente y Director de Truist Financial, uno de los mayores bancos de los Estados Unidos fruto de la fusión entre dos gigantes, BB&T y SunTrust Banks. Comparto y comento con ustedes estos cuatro rasgos de liderazgo.

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Empatía. La percepción de las emociones y sentimientos de los colaboradores ahora tiene que ser más intencional, más reflexiva y concienzuda. Hemos de ser capaces de separar nuestras experiencias y visiones de lo que están sintiendo los otros, distinguir nuestras intenciones de las de los demás, y preguntar con mayor interés y sensibilidad por lo que ellos perciben y experimentan.

Si no somos capaces de identificar nuestros prejuicios y criterios, no podremos comprender qué les mueve, qué les duele, qué les preocupa a ellos. Y si no logramos entender a nuestra gente, ¿cómo los vamos a liderar para que por su propia voluntad se comprometan a hacer realidad las metas que juntos tracemos?

Conexión. Cuando estábamos todo el día juntos en las mismas oficinas, conectarnos no era prioridad. Eso simplemente se daba de forma natural, no requería gran esfuerzo. Pero ahora vincularnos es vital para poder trabajar, pensar y decidir juntos.

Hoy los líderes más efectivos no se quedan esperando a que los colaboradores se acerquen con dudas y preguntas, con inquietudes y preocupaciones, o solicitando mayores oportunidades. Ellos se hacen tiempo cada día para conectarse, virtual o presencialmente,  con su gente, para descubrir cómo trabajan, para averiguar cómo van en sus proyectos, en sus personas y en sus vidas.

Aunque sean 5 minutos pueden ser suficientes para mostrar nuestro interés, para enterarnos de cosas importantes de ellos, para expresar nuestro apoyo y comprensión. Cada persona es única, cada vida es irrepetible, y por eso vale la pena invertir nuestro tiempo y atención en cada uno.

Confianza. Estar juntos físicamente, cooperando en tantos proyectos y problemas, nos energiza a todos. Pero hoy tenemos que aprender a operar dentro de un sistema de trabajo flexible. Si insistimos siempre en que todos tienen que estar a nuestra vista todos los días, enviamos un mensaje de que no confiamos en ellos, y eso puede estropear nuestras relaciones y el clima laboral.

Los líderes tenemos que confiar en nuestros colaboradores y enfocarnos en los resultados. Nos toca reforzar la motivación hacia lo que es más relevante, hacia la creación de valor en cada actividad, hacia la satisfacción de las necesidades del cliente, hacia el crecimiento personal de todos. Los entregables de cada persona deben estar siempre muy claros.

 Resiliencia. Hoy lo que menos queremos es tener asociados que pronto se rindan, que les falte capacidad de lucha, que no resistan con fortaleza el embate de las dificultades. Pero el empuje y la energía no deben ser a costa de la salud mental y de la falta de convivencia familiar. Si el trabajo se hace bien, si los resultados se dan, no necesitamos cumplimiento de horarios rígidos que le compliquen la vida a nuestra gente. Eso los debilita. Nuestra fuerza incansable debe contagiarlos, sin extenuarlos.

Comparto la visión de Bill Rogers sobre el liderazgo actual. Estos cuatro rasgos son aún más efectivos si se entrelazan. Cada uno construye al otro. La empatía conduce a la conexión, esta inspira a la confianza, y la confianza refuerza la resiliencia. ¿Les parecen especialmente relevantes estos rasgos?

 

c_dumois@cedem.com.mx

http://www.cedem.com.mx

Carlos A. Dumois es Presidente y Socio Fundador de CEDEM.

 

* “Dueñez® es una marca registrada por Carlos A. Dumois.

 

Nuevos rasgos de liderazgo

Hoy los líderes más efectivos no se quedan esperando a que los colaboradores se acerquen con dudas y preguntas, con inquietudes y preocupaciones, o solicitando mayores oportunidades.

Carlos Dumois |
04 de noviembre, 2022
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En tan solo tres años el mundo se ha transformado, otra vez. La oficina hoy es un concepto diferente de lo que era hace muy poco. Los equipos de trabajo ahora funcionan de nuevas maneras. Las expectativas de la gente también han evolucionado.

Vivimos un entorno hostil e inestable que provoca una fuerte presión sobre los empresarios. Pero también este entorno genera gran cantidad de oportunidades para quienes queramos asumir el liderazgo en la transformación de nuestras organizaciones.

Ante estos retos y oportunidades que esta turbulencia nos presenta, los líderes han de brillar en cuatro rasgos que ha destacado con gran claridad Bill Rogers, Presidente y Director de Truist Financial, uno de los mayores bancos de los Estados Unidos fruto de la fusión entre dos gigantes, BB&T y SunTrust Banks. Comparto y comento con ustedes estos cuatro rasgos de liderazgo.

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Empatía. La percepción de las emociones y sentimientos de los colaboradores ahora tiene que ser más intencional, más reflexiva y concienzuda. Hemos de ser capaces de separar nuestras experiencias y visiones de lo que están sintiendo los otros, distinguir nuestras intenciones de las de los demás, y preguntar con mayor interés y sensibilidad por lo que ellos perciben y experimentan.

Si no somos capaces de identificar nuestros prejuicios y criterios, no podremos comprender qué les mueve, qué les duele, qué les preocupa a ellos. Y si no logramos entender a nuestra gente, ¿cómo los vamos a liderar para que por su propia voluntad se comprometan a hacer realidad las metas que juntos tracemos?

Conexión. Cuando estábamos todo el día juntos en las mismas oficinas, conectarnos no era prioridad. Eso simplemente se daba de forma natural, no requería gran esfuerzo. Pero ahora vincularnos es vital para poder trabajar, pensar y decidir juntos.

Hoy los líderes más efectivos no se quedan esperando a que los colaboradores se acerquen con dudas y preguntas, con inquietudes y preocupaciones, o solicitando mayores oportunidades. Ellos se hacen tiempo cada día para conectarse, virtual o presencialmente,  con su gente, para descubrir cómo trabajan, para averiguar cómo van en sus proyectos, en sus personas y en sus vidas.

Aunque sean 5 minutos pueden ser suficientes para mostrar nuestro interés, para enterarnos de cosas importantes de ellos, para expresar nuestro apoyo y comprensión. Cada persona es única, cada vida es irrepetible, y por eso vale la pena invertir nuestro tiempo y atención en cada uno.

Confianza. Estar juntos físicamente, cooperando en tantos proyectos y problemas, nos energiza a todos. Pero hoy tenemos que aprender a operar dentro de un sistema de trabajo flexible. Si insistimos siempre en que todos tienen que estar a nuestra vista todos los días, enviamos un mensaje de que no confiamos en ellos, y eso puede estropear nuestras relaciones y el clima laboral.

Los líderes tenemos que confiar en nuestros colaboradores y enfocarnos en los resultados. Nos toca reforzar la motivación hacia lo que es más relevante, hacia la creación de valor en cada actividad, hacia la satisfacción de las necesidades del cliente, hacia el crecimiento personal de todos. Los entregables de cada persona deben estar siempre muy claros.

 Resiliencia. Hoy lo que menos queremos es tener asociados que pronto se rindan, que les falte capacidad de lucha, que no resistan con fortaleza el embate de las dificultades. Pero el empuje y la energía no deben ser a costa de la salud mental y de la falta de convivencia familiar. Si el trabajo se hace bien, si los resultados se dan, no necesitamos cumplimiento de horarios rígidos que le compliquen la vida a nuestra gente. Eso los debilita. Nuestra fuerza incansable debe contagiarlos, sin extenuarlos.

Comparto la visión de Bill Rogers sobre el liderazgo actual. Estos cuatro rasgos son aún más efectivos si se entrelazan. Cada uno construye al otro. La empatía conduce a la conexión, esta inspira a la confianza, y la confianza refuerza la resiliencia. ¿Les parecen especialmente relevantes estos rasgos?

 

c_dumois@cedem.com.mx

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Carlos A. Dumois es Presidente y Socio Fundador de CEDEM.

 

* “Dueñez® es una marca registrada por Carlos A. Dumois.