Tres lados de cada historia
Y, finalmente, presidente electo Arévalo, con respeto, usted recibió nuestros votos basados en una promesa de lucha contra la corrupción. Aún está a tiempo de asumir su rol como presidente de la unidad nacional...
Mi abuelo decía que cada historia tiene, por lo menos, tres lados: la versión de uno, la versión del otro y la realidad. El escenario por el que atravesamos hoy los guatemaltecos es triste y bochornoso. Distintos actores de cada lado violan las leyes del país en nombre de proteger nuestra democracia.
Es indiscutible que se cruzó una raya al secuestrar cajas electorales y específicamente al tomar del Tribunal Supremo Electoral (TSE), amparados solo con orden de juez ordinario, las actas 4 y 8 durante la vigencia del período electoral. Al tener dichas cajas y actas, doce días más tarde, ¿por qué no hay un pronunciamiento que exponga las evidencias de las supuestas irregularidades? En las redes sociales del propio Ministerio Público se ha afirmado que “la investigación (…) no va dirigida en contra de ningún partido político ni busca alterar el resultado electoral”. Disculpas a la Sra. fiscal general si no podemos simplemente tomarla por su palabra, pero sus acciones parecieran reflejar una motivación contraria.
En este contexto, y en respuesta a estas acciones, emergen una serie de manifestaciones ciudadanas en el marco de la ley como muestra de descontento. Sin embargo, entre esas manifestaciones, surgen bloqueos en las principales vías de circulación, que representan graves pérdidas a la economía familiar y de vidas humanas. Para muchos, el sufrimiento y las pérdidas ya superan las del Covid-19. Cada hora que se pasa en situación de bloqueo es crítica, especialmente para quienes requieren atención médica de emergencia, para quienes se empiezan a quedar sin comida, y para quienes dependen del ingreso diario para sobrevivir. El impacto directo es cruel y de gran magnitud.
Para complicar el panorama, los bloqueos también provocan otros efectos secundarios como el hecho que se hace más difícil la atracción de capital a invertir en nuestro país o el riesgo de que se esfume nuestra oportunidad de alcanzar la calificación de "investment grade” (grado de inversión). Hemos perdido tanto en 12 días. Tantos empleos que desaparecerán definitivamente. Tanto más caro que será el costo de los préstamos para empresas pequeñas, medianas y grandes. Tantas vidas sacrificadas.
Aunque suene absurdo, todo apunta a que nuestros enfrentados líderes nacionales creen que los bloqueos juegan a favor de su respectiva “lucha”. Me parece un manejo irresponsable de su liderazgo y una violación al mandato que les hemos dado los guatemaltecos. Al final, los ciudadanos somos las víctimas atrapadas en el medio del fuego cruzado. Nos retrotraen a la polarización de la década de los 80 y nos enfrentan los unos a los otros.
En el fondo, lo que los manifestantes defienden es la voluntad popular expresada a través del voto. La renuncia de la fiscal, poco probable dado el blindaje que la anterior fiscal y la CICIG colocaron al puesto, no acaba de resolver el verdadero problema y preocupación. El objetivo primordial siempre ha sido asegurar que se respete el resultado electoral, el cual ya fue certificado por la autoridad competente.
Señores Autoridades Ancestrales de 48 Cantones, con respeto, su preocupación con la transición democrática se está escuchando. Sin embargo, ese clamor se pierde entre el recio y sentido llanto de una población que está sufriendo bajo el peso de un bloqueo absoluto. Sus voces y legítimas peticiones se escucharán más recio desde las distintas plazas del país.
Presidente Giammattei, con respeto, según la carta que circuló el miércoles en redes sociales, usted habría pedido a la fiscal general que investigara al partido Movimiento Semilla. ¿Es así? En dicho caso, con ese mismo tono y espíritu, ¿por qué no podría ahora pedirle a la fiscal general que desista de cualquier acción que atente contra la transición democrática del mando?
Señora fiscal general, con respeto, está en sus manos poner fin a este sufrimiento nacional. Suponiendo que no existe evidencia contraria, dé usted un paso al frente por Guatemala y anuncie el cierre irrevocable de toda investigación que hoy tenga como objeto o posible consecuencia el violentar la voluntad popular expresada en el voto.
Y, finalmente, presidente electo Arévalo, con respeto, usted recibió nuestros votos basados en una promesa de lucha contra la corrupción. Aún está a tiempo de asumir su rol como presidente de la unidad nacional, para pedir que todos respetemos nuestros respectivos derechos, para dejar un legado de bienestar para la población guatemalteca y para cumplir sus promesas de campaña.
Corremos riesgos como país. En este momento, una pequeña chispa podría provocar un gran incendio. Además, empiezan a circular propuestas de modificación de leyes las cuales, por arte de magia, arreglarán nuestro sistema republicano y democrático. Esas mismas carreras y presiones las hemos vivido en el pasado, y hoy cosechamos los frutos de esas soluciones hechiceras que tanto nos iban a beneficiar.
Seguramente hay más de tres lados a esta historia. Comparto mis percepciones y, con mucho respeto, comparto algunas válvulas de escape que cada uno de los principales actores podría activar para ayudarnos a bajar la presión de esta crisis. Los exhorto a dejar de señalar, a guardar los dedos acusadores y meditar sobre su rol como parte de la solución a esta crisis.
Tres lados de cada historia
Y, finalmente, presidente electo Arévalo, con respeto, usted recibió nuestros votos basados en una promesa de lucha contra la corrupción. Aún está a tiempo de asumir su rol como presidente de la unidad nacional...
Mi abuelo decía que cada historia tiene, por lo menos, tres lados: la versión de uno, la versión del otro y la realidad. El escenario por el que atravesamos hoy los guatemaltecos es triste y bochornoso. Distintos actores de cada lado violan las leyes del país en nombre de proteger nuestra democracia.
Es indiscutible que se cruzó una raya al secuestrar cajas electorales y específicamente al tomar del Tribunal Supremo Electoral (TSE), amparados solo con orden de juez ordinario, las actas 4 y 8 durante la vigencia del período electoral. Al tener dichas cajas y actas, doce días más tarde, ¿por qué no hay un pronunciamiento que exponga las evidencias de las supuestas irregularidades? En las redes sociales del propio Ministerio Público se ha afirmado que “la investigación (…) no va dirigida en contra de ningún partido político ni busca alterar el resultado electoral”. Disculpas a la Sra. fiscal general si no podemos simplemente tomarla por su palabra, pero sus acciones parecieran reflejar una motivación contraria.
En este contexto, y en respuesta a estas acciones, emergen una serie de manifestaciones ciudadanas en el marco de la ley como muestra de descontento. Sin embargo, entre esas manifestaciones, surgen bloqueos en las principales vías de circulación, que representan graves pérdidas a la economía familiar y de vidas humanas. Para muchos, el sufrimiento y las pérdidas ya superan las del Covid-19. Cada hora que se pasa en situación de bloqueo es crítica, especialmente para quienes requieren atención médica de emergencia, para quienes se empiezan a quedar sin comida, y para quienes dependen del ingreso diario para sobrevivir. El impacto directo es cruel y de gran magnitud.
Para complicar el panorama, los bloqueos también provocan otros efectos secundarios como el hecho que se hace más difícil la atracción de capital a invertir en nuestro país o el riesgo de que se esfume nuestra oportunidad de alcanzar la calificación de "investment grade” (grado de inversión). Hemos perdido tanto en 12 días. Tantos empleos que desaparecerán definitivamente. Tanto más caro que será el costo de los préstamos para empresas pequeñas, medianas y grandes. Tantas vidas sacrificadas.
Aunque suene absurdo, todo apunta a que nuestros enfrentados líderes nacionales creen que los bloqueos juegan a favor de su respectiva “lucha”. Me parece un manejo irresponsable de su liderazgo y una violación al mandato que les hemos dado los guatemaltecos. Al final, los ciudadanos somos las víctimas atrapadas en el medio del fuego cruzado. Nos retrotraen a la polarización de la década de los 80 y nos enfrentan los unos a los otros.
En el fondo, lo que los manifestantes defienden es la voluntad popular expresada a través del voto. La renuncia de la fiscal, poco probable dado el blindaje que la anterior fiscal y la CICIG colocaron al puesto, no acaba de resolver el verdadero problema y preocupación. El objetivo primordial siempre ha sido asegurar que se respete el resultado electoral, el cual ya fue certificado por la autoridad competente.
Señores Autoridades Ancestrales de 48 Cantones, con respeto, su preocupación con la transición democrática se está escuchando. Sin embargo, ese clamor se pierde entre el recio y sentido llanto de una población que está sufriendo bajo el peso de un bloqueo absoluto. Sus voces y legítimas peticiones se escucharán más recio desde las distintas plazas del país.
Presidente Giammattei, con respeto, según la carta que circuló el miércoles en redes sociales, usted habría pedido a la fiscal general que investigara al partido Movimiento Semilla. ¿Es así? En dicho caso, con ese mismo tono y espíritu, ¿por qué no podría ahora pedirle a la fiscal general que desista de cualquier acción que atente contra la transición democrática del mando?
Señora fiscal general, con respeto, está en sus manos poner fin a este sufrimiento nacional. Suponiendo que no existe evidencia contraria, dé usted un paso al frente por Guatemala y anuncie el cierre irrevocable de toda investigación que hoy tenga como objeto o posible consecuencia el violentar la voluntad popular expresada en el voto.
Y, finalmente, presidente electo Arévalo, con respeto, usted recibió nuestros votos basados en una promesa de lucha contra la corrupción. Aún está a tiempo de asumir su rol como presidente de la unidad nacional, para pedir que todos respetemos nuestros respectivos derechos, para dejar un legado de bienestar para la población guatemalteca y para cumplir sus promesas de campaña.
Corremos riesgos como país. En este momento, una pequeña chispa podría provocar un gran incendio. Además, empiezan a circular propuestas de modificación de leyes las cuales, por arte de magia, arreglarán nuestro sistema republicano y democrático. Esas mismas carreras y presiones las hemos vivido en el pasado, y hoy cosechamos los frutos de esas soluciones hechiceras que tanto nos iban a beneficiar.
Seguramente hay más de tres lados a esta historia. Comparto mis percepciones y, con mucho respeto, comparto algunas válvulas de escape que cada uno de los principales actores podría activar para ayudarnos a bajar la presión de esta crisis. Los exhorto a dejar de señalar, a guardar los dedos acusadores y meditar sobre su rol como parte de la solución a esta crisis.