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Vivamos la verdad, amemos la verdad, defendamos la verdad.

Es posible construir y darle vida a la Republica de Guatemala desde una óptica, en donde cada uno deja de perderse en su individualismo egoísta para que valorando su individualidad gregaria, reconozca en el otro y la otra, a un aliado con el cual urdir una Republica Democrática y Constitucional.

.
Juan Francisco Callejas |
20 de septiembre, 2023

Martín Niemoller, a quien se le atribuye el poema que copio a continuación, ​ fue un pastor luterano alemán y antinazi del siglo XIX: “Vinieron por los socialistas y dije nada, porque no era socialista. Luego por los sindicalistas y dije nada, porque no era sindicalista. Luego por los judíos y dije nada, porque no era judío. Luego vinieron por mí y no quedó nadie para hablar por mí”. 

En contraste con la actitud reflejada en la reflexión anterior, podemos acudir a una actitud esperanzadora que esta en sus manos, mi estimado lector, en su cabeza y en su alma, misma que se explica en la bella fabula del Colibrí: 

Un mal día en el bosque se desató un enorme incendio. Las llamas crecían y devoraban todo. En medio del caos, un pequeño colibrí voló al río, mojó en él sus alas, y regresó al incendio agitándose para apagar el fuego. Repitió el proceso incansablemente, yendo y viniendo una y otra vez. Pero el fuego, indiferente, no dejaba de crecer.  

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Los otros animales, que estaban viendo lo que sucedía, le dijeron al colibrí. -Oye, ¿por qué estás haciendo eso? ¿Cómo crees que con esas gotitas puedes apagar un incendio tan grande? 

El colibrí, sin desanimarse, les respondió: -Yo no sé si voy a apagar el incendio, pero sé que debo intentarlo. El bosque me ha dado todo lo que soy, es mi origen y hogar. Tengo un inmenso amor por él. ¿Cómo no voy a intentar salvarlo?  

Los animales se conmovieron al escuchar al colibrí y algunos se sumaron a sus esfuerzos. Los dioses, que miraban desde arriba, también se conmovieron. El cielo se cubrió de nubes y se desató una lluvia torrencial que apagó hasta la última llama. 

¿Me capta..?, ¿ Se capta la idea…?, ¿Se valora?... se puede pensar y vivir con esta verdad en nuestros tiempos actuales en todos los ámbitos de decisiones en los que cada uno de nosotros participa con acción u omisión según sea su actitud y su amor hacia la idea de la verdad como norte de vida. NO hay excusas, si no hace nada, es igualmente parte de lo actuado por simple omisión.

Se puede vivir mejor si reconocemos como verdad, el valor de la interdependencia con que fuimos diseñados para vivir como sociedad. Es posible construir y darle vida a la Republica de Guatemala desde una óptica, en donde cada uno deja de perderse en su individualismo egoísta para que valorando su individualidad gregaria, reconozca en el otro y la otra, a un aliado con el cual urdir una Republica Democrática y Constitucional. Esto amigo lector se  concibe en el hogar, se preña en los hijos y se da a luz en familias solidas y fuertes como base de una sociedad democrática de verdad.

Conecto esto con la vergüenza que me da y ¿Por qué, no reconocerlo así?, el echo de ser un inerte, insolente y aletargado espectador de los millones de hombres y mujeres guatemaltecos que se han atrevido a asumir el riesgo de sus propias vidas – miles murieron y no lograron – al tomar su matate, porque no son maletas, agarrar a alguno de sus hijos, el mayor quizá, y sumarse a la caravana que bajo la dirección de “coyotes” especializados inician el tour de la muerte para cruzar la frontera de Mexico con USA y llegar a una tierra donde con suerte, podrán cambiar sus vidas, tal cual es evidente ha venido ocurriendo. Mientras tanto, nosotros de forma indolente disfrutamos de la bella patria en que Dios nos permitió nacer, mientras hermanos guatemaltecos arriesgan su vida y sufren todas las vicisitudes posibles e indignas de una persona persona, tambièn humana y también imagen y semejanza a Dios.

Creo que debe darnos vergüenza ser mantenidos. Sì, así se referían los abuelos a aquellos hijos parientes o vecinos que llegaban a vivir sin trabajar y encima, exigían derechos sin cumplir obligaciones. Esto, por supuesto, debe convocar nuestra conciencia de hombres y mujeres dispuestos a hacer un poco o bastante mas de nuestra parte para generar condiciones que nos permitan afirmar que somos interdependientes, que somos libres y estamos solventes frente a las futuras generaciones, porque heredamos un carácter con el talante necesario para vivir en paz y siempre con esperanza. Entender el valor de la interdependencia es clave, piénselo: El éxito del otro, también importa.

Conecto esto también con la aun mayor vergüenza que me genera, saberme usuario porque no se puede evitar, del dinero producto del lavado que en montos importantes se sigue aceptando y normalizando en nuestro diario vivir y sobre el cual, copio la clara consideración que se expresa al respecto en el documento de CEPAL (Foreign direct investmentin Latin America from the perspective of illicit financial flows: “cocacolonisation”of saving?. Katiuska King Mantilla), copio el texto en ingles para no perder el valor de su contenido y significado.

“Illicit financial flows —as cross-border movements of illegally obtained or transferred money— include tax evasion and avoidance by multinational enterprises and high-net-worth individuals (Karand Cartwright-Smith, 2008; TJN, 2020). These illicit financial flows can result in misreporting ofmacroeconomic variables, such as exports and imports of goods or services. As a result, they can givea distorted picture of GDP and of traditional responses to macroeconomic problems. This is becausesome illicit financial flow transactions are fictitious and are used to evade taxes or circumvent legislation, meaning that the real movements of certain variables are unpredictable”.

La verdad es necesario interiorizarla, vivirla y traducirla en ideas con las cuales podamos superar la ahora llamada: “cocacolonisation”

Vivamos la verdad, amemos la verdad, defendamos la verdad.

Es posible construir y darle vida a la Republica de Guatemala desde una óptica, en donde cada uno deja de perderse en su individualismo egoísta para que valorando su individualidad gregaria, reconozca en el otro y la otra, a un aliado con el cual urdir una Republica Democrática y Constitucional.

Juan Francisco Callejas |
20 de septiembre, 2023
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Martín Niemoller, a quien se le atribuye el poema que copio a continuación, ​ fue un pastor luterano alemán y antinazi del siglo XIX: “Vinieron por los socialistas y dije nada, porque no era socialista. Luego por los sindicalistas y dije nada, porque no era sindicalista. Luego por los judíos y dije nada, porque no era judío. Luego vinieron por mí y no quedó nadie para hablar por mí”. 

En contraste con la actitud reflejada en la reflexión anterior, podemos acudir a una actitud esperanzadora que esta en sus manos, mi estimado lector, en su cabeza y en su alma, misma que se explica en la bella fabula del Colibrí: 

Un mal día en el bosque se desató un enorme incendio. Las llamas crecían y devoraban todo. En medio del caos, un pequeño colibrí voló al río, mojó en él sus alas, y regresó al incendio agitándose para apagar el fuego. Repitió el proceso incansablemente, yendo y viniendo una y otra vez. Pero el fuego, indiferente, no dejaba de crecer.  

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Los otros animales, que estaban viendo lo que sucedía, le dijeron al colibrí. -Oye, ¿por qué estás haciendo eso? ¿Cómo crees que con esas gotitas puedes apagar un incendio tan grande? 

El colibrí, sin desanimarse, les respondió: -Yo no sé si voy a apagar el incendio, pero sé que debo intentarlo. El bosque me ha dado todo lo que soy, es mi origen y hogar. Tengo un inmenso amor por él. ¿Cómo no voy a intentar salvarlo?  

Los animales se conmovieron al escuchar al colibrí y algunos se sumaron a sus esfuerzos. Los dioses, que miraban desde arriba, también se conmovieron. El cielo se cubrió de nubes y se desató una lluvia torrencial que apagó hasta la última llama. 

¿Me capta..?, ¿ Se capta la idea…?, ¿Se valora?... se puede pensar y vivir con esta verdad en nuestros tiempos actuales en todos los ámbitos de decisiones en los que cada uno de nosotros participa con acción u omisión según sea su actitud y su amor hacia la idea de la verdad como norte de vida. NO hay excusas, si no hace nada, es igualmente parte de lo actuado por simple omisión.

Se puede vivir mejor si reconocemos como verdad, el valor de la interdependencia con que fuimos diseñados para vivir como sociedad. Es posible construir y darle vida a la Republica de Guatemala desde una óptica, en donde cada uno deja de perderse en su individualismo egoísta para que valorando su individualidad gregaria, reconozca en el otro y la otra, a un aliado con el cual urdir una Republica Democrática y Constitucional. Esto amigo lector se  concibe en el hogar, se preña en los hijos y se da a luz en familias solidas y fuertes como base de una sociedad democrática de verdad.

Conecto esto con la vergüenza que me da y ¿Por qué, no reconocerlo así?, el echo de ser un inerte, insolente y aletargado espectador de los millones de hombres y mujeres guatemaltecos que se han atrevido a asumir el riesgo de sus propias vidas – miles murieron y no lograron – al tomar su matate, porque no son maletas, agarrar a alguno de sus hijos, el mayor quizá, y sumarse a la caravana que bajo la dirección de “coyotes” especializados inician el tour de la muerte para cruzar la frontera de Mexico con USA y llegar a una tierra donde con suerte, podrán cambiar sus vidas, tal cual es evidente ha venido ocurriendo. Mientras tanto, nosotros de forma indolente disfrutamos de la bella patria en que Dios nos permitió nacer, mientras hermanos guatemaltecos arriesgan su vida y sufren todas las vicisitudes posibles e indignas de una persona persona, tambièn humana y también imagen y semejanza a Dios.

Creo que debe darnos vergüenza ser mantenidos. Sì, así se referían los abuelos a aquellos hijos parientes o vecinos que llegaban a vivir sin trabajar y encima, exigían derechos sin cumplir obligaciones. Esto, por supuesto, debe convocar nuestra conciencia de hombres y mujeres dispuestos a hacer un poco o bastante mas de nuestra parte para generar condiciones que nos permitan afirmar que somos interdependientes, que somos libres y estamos solventes frente a las futuras generaciones, porque heredamos un carácter con el talante necesario para vivir en paz y siempre con esperanza. Entender el valor de la interdependencia es clave, piénselo: El éxito del otro, también importa.

Conecto esto también con la aun mayor vergüenza que me genera, saberme usuario porque no se puede evitar, del dinero producto del lavado que en montos importantes se sigue aceptando y normalizando en nuestro diario vivir y sobre el cual, copio la clara consideración que se expresa al respecto en el documento de CEPAL (Foreign direct investmentin Latin America from the perspective of illicit financial flows: “cocacolonisation”of saving?. Katiuska King Mantilla), copio el texto en ingles para no perder el valor de su contenido y significado.

“Illicit financial flows —as cross-border movements of illegally obtained or transferred money— include tax evasion and avoidance by multinational enterprises and high-net-worth individuals (Karand Cartwright-Smith, 2008; TJN, 2020). These illicit financial flows can result in misreporting ofmacroeconomic variables, such as exports and imports of goods or services. As a result, they can givea distorted picture of GDP and of traditional responses to macroeconomic problems. This is becausesome illicit financial flow transactions are fictitious and are used to evade taxes or circumvent legislation, meaning that the real movements of certain variables are unpredictable”.

La verdad es necesario interiorizarla, vivirla y traducirla en ideas con las cuales podamos superar la ahora llamada: “cocacolonisation”