Brasil emerge de un periodo de lento crecimiento y está en ‘vías de expansión’, según la OCDE, que rebaja sin embargo las perspectivas de crecimiento de la mayor economía latinoamericana.
La Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE) prevé un crecimiento en Brasil de 2,5% en 2013 (frente a 2,9% en sus previsiones de mayo) y de 2,2% en 2014 (contra 3,5%).
Como el PIB brasileño había crecido en 2012 solamente un 0,9%, la organización constata que pese al empeoramiento de las previsiones, la economía brasileña ‘está saliendo de un periodo de lento crecimiento y se halla en vías de expansión’.
‘Las inversiones y las exportaciones netas (…) vuelven a emerger como la mayor fuente de crecimiento’ de Brasil, indica la OCDE en su informe sobre Perspectivas Económicas , divulgado este martes en París.
Ante el temor de que Estados Unidos acabe con sus políticas de estímulo monetario, Brasil -como muchos otros países emergentes- se ha visto afectado por las turbulencias en los mercados de capitales.
Como consecuencia de ello su divisa, el real, ‘se ha visto depreciada pero las inyecciones de liquidez en dólares por el Banco Central han demostrado que Brasil es capaz de confortar las expectativas de los inversores, incluso en un contexto de cambios en el entorno internacional’ económico, sostiene la OCDE.
Sin embargo la organización destaca que una necesaria ‘mejora en la productividad’ requiere que se aporten soluciones a los ‘altos costes laborales, el bajo nivel de capacitación, la excesiva burocracia y las barreras al comercio internacional’.
‘El consumo privado seguirá siendo boyante’ en un contexto de ‘bajo desempleo y salarios sólidamente orientados al alza’. Respecto al comercio exterior, las exportaciones brasileñas seguirán aumentando gracias a su divisa algo más depreciada y a una mejora de la demanda global, augura la OCDE.
‘Las inversiones siguen recuperándose, y esa tendencia va a mantenerse’, pero para ello es crucial que se mantenga ‘la confianza en la políticas macroeconómicas’ y para ello se requiere ‘una política fiscal clara’ y un ‘control’ de las persistentes presiones inflacionarias, argumenta la organización de 34 países miembros, la gran mayoría de ellos del mundo desarrollado.
‘Las turbulencias en los mercados internacionales, asociadas a un posible endurecimiento de la política monetaria en Estados Unidos, podría afectar probablemente a Brasil. Sin embargo, el país tiene instrumentos para reducir esos riesgos, entre ellos sus grandes reservas en divisas’, asegura la OCDE.
Brasil emerge de un periodo de lento crecimiento y está en ‘vías de expansión’, según la OCDE, que rebaja sin embargo las perspectivas de crecimiento de la mayor economía latinoamericana.
La Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE) prevé un crecimiento en Brasil de 2,5% en 2013 (frente a 2,9% en sus previsiones de mayo) y de 2,2% en 2014 (contra 3,5%).
Como el PIB brasileño había crecido en 2012 solamente un 0,9%, la organización constata que pese al empeoramiento de las previsiones, la economía brasileña ‘está saliendo de un periodo de lento crecimiento y se halla en vías de expansión’.
‘Las inversiones y las exportaciones netas (…) vuelven a emerger como la mayor fuente de crecimiento’ de Brasil, indica la OCDE en su informe sobre Perspectivas Económicas , divulgado este martes en París.
Ante el temor de que Estados Unidos acabe con sus políticas de estímulo monetario, Brasil -como muchos otros países emergentes- se ha visto afectado por las turbulencias en los mercados de capitales.
Como consecuencia de ello su divisa, el real, ‘se ha visto depreciada pero las inyecciones de liquidez en dólares por el Banco Central han demostrado que Brasil es capaz de confortar las expectativas de los inversores, incluso en un contexto de cambios en el entorno internacional’ económico, sostiene la OCDE.
Sin embargo la organización destaca que una necesaria ‘mejora en la productividad’ requiere que se aporten soluciones a los ‘altos costes laborales, el bajo nivel de capacitación, la excesiva burocracia y las barreras al comercio internacional’.
‘El consumo privado seguirá siendo boyante’ en un contexto de ‘bajo desempleo y salarios sólidamente orientados al alza’. Respecto al comercio exterior, las exportaciones brasileñas seguirán aumentando gracias a su divisa algo más depreciada y a una mejora de la demanda global, augura la OCDE.
‘Las inversiones siguen recuperándose, y esa tendencia va a mantenerse’, pero para ello es crucial que se mantenga ‘la confianza en la políticas macroeconómicas’ y para ello se requiere ‘una política fiscal clara’ y un ‘control’ de las persistentes presiones inflacionarias, argumenta la organización de 34 países miembros, la gran mayoría de ellos del mundo desarrollado.
‘Las turbulencias en los mercados internacionales, asociadas a un posible endurecimiento de la política monetaria en Estados Unidos, podría afectar probablemente a Brasil. Sin embargo, el país tiene instrumentos para reducir esos riesgos, entre ellos sus grandes reservas en divisas’, asegura la OCDE.