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Sector avícola francés sufre la dura competencia de los pollos de Brasil

Redacción República
12 de diciembre, 2013

El fin de las ayudas europeas a la exportación coloca en difícil situación al sector avícola francés, que sufre la dura competencia de los pollos brasileños, asunto que probablemente será tratado en la visita del presidente francés François Hollande a Brasil.

Hollande visita esta semana el país sudamericano junto a una importante delegación de empresarios y de ministros, entre ellos el responsable del sector Agroalimentario, Guillaume Garot.

El comercio de pollo, la carne más consumida en el mundo, ‘no deja de crecer’, según FranceAgrimer (centro nacional francés de productos de la agricultura y el mar).

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Pero hoy es Brasil el país que se lleva la mejor parte: se ha convertido en líder en la exportación de aves de corral, delante de Estados Unidos y Europa. Y ello, gracias a un modelo insuperable.

‘El problema (que plantean los pollos brasileños) es desde luego una cuestión de competitividad, pero también de subsidios, con condonaciones de deuda (…) y apoyo bancario’, explica una experta occidental en Brasil, que requiere el anonimato.

El gobierno brasileño apoya las exportaciones bajo forma de créditos con una muy escasa parte de dinero público: ‘los bancos pagan ya que tienen la obligación de conceder créditos preferenciales y porque (los bancos) también tienen participaciones en los criaderos’, indica esta fuente.

A ello se añade la depreciación del real, en los pasados meses, que hace que los pollos brasileños sean aún más competitivos en el mercado mundial.

En cambio el sector francés sigue perdiendo mercados en los últimos diez años. Las cosas no se arreglarán desde luego con el fin de las ayudas a la exportación, desde julio, que suponían un apoyo al sector de unos 55 millones de euros anuales.

Estas subvenciones permitían compensar el diferencial de competitividad, generado especialmente por un elevado coste de trabajo y las normas sanitarias requeridas en Europa.

Hoy los costes de producción se elevan a 1,80 euros/kilo, cuando el pollo se vende a 1,30 euros, se lamenta el presidente de una de las empresas francesas del sector, Tilly-Sabco, Daniel Sauvaget.

Sin embargo, en Bruselas -capital de la Unión Europea- se suele reprochar a empresas francesas del sector no haber anticipado suficientemente el final de estas ayudas, buscando modelos de producción alternativos.

Arabia Saudita es el principal país cliente de los pollos franceses (40,8% de las exportaciones en 2011 según FranceAgrimer), delante de Yemen (10,4%), Rusia (6,6%) o Benín (también 6,6%).

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Sector avícola francés sufre la dura competencia de los pollos de Brasil

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12 de diciembre, 2013

El fin de las ayudas europeas a la exportación coloca en difícil situación al sector avícola francés, que sufre la dura competencia de los pollos brasileños, asunto que probablemente será tratado en la visita del presidente francés François Hollande a Brasil.

Hollande visita esta semana el país sudamericano junto a una importante delegación de empresarios y de ministros, entre ellos el responsable del sector Agroalimentario, Guillaume Garot.

El comercio de pollo, la carne más consumida en el mundo, ‘no deja de crecer’, según FranceAgrimer (centro nacional francés de productos de la agricultura y el mar).

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Pero hoy es Brasil el país que se lleva la mejor parte: se ha convertido en líder en la exportación de aves de corral, delante de Estados Unidos y Europa. Y ello, gracias a un modelo insuperable.

‘El problema (que plantean los pollos brasileños) es desde luego una cuestión de competitividad, pero también de subsidios, con condonaciones de deuda (…) y apoyo bancario’, explica una experta occidental en Brasil, que requiere el anonimato.

El gobierno brasileño apoya las exportaciones bajo forma de créditos con una muy escasa parte de dinero público: ‘los bancos pagan ya que tienen la obligación de conceder créditos preferenciales y porque (los bancos) también tienen participaciones en los criaderos’, indica esta fuente.

A ello se añade la depreciación del real, en los pasados meses, que hace que los pollos brasileños sean aún más competitivos en el mercado mundial.

En cambio el sector francés sigue perdiendo mercados en los últimos diez años. Las cosas no se arreglarán desde luego con el fin de las ayudas a la exportación, desde julio, que suponían un apoyo al sector de unos 55 millones de euros anuales.

Estas subvenciones permitían compensar el diferencial de competitividad, generado especialmente por un elevado coste de trabajo y las normas sanitarias requeridas en Europa.

Hoy los costes de producción se elevan a 1,80 euros/kilo, cuando el pollo se vende a 1,30 euros, se lamenta el presidente de una de las empresas francesas del sector, Tilly-Sabco, Daniel Sauvaget.

Sin embargo, en Bruselas -capital de la Unión Europea- se suele reprochar a empresas francesas del sector no haber anticipado suficientemente el final de estas ayudas, buscando modelos de producción alternativos.

Arabia Saudita es el principal país cliente de los pollos franceses (40,8% de las exportaciones en 2011 según FranceAgrimer), delante de Yemen (10,4%), Rusia (6,6%) o Benín (también 6,6%).