A los 23 años, Linda Beza comenzó a desarrollar su negocio, sin saber que eso la llevaría a lograr su meta: estudiar becada en el extranjero. Fit & Free comienza siendo una comunidad en redes sociales en 2018 para promover recetas de comida saludables.
“Empiezo a ser reconocida por crear estas recetas. En 2020, durante la pandemia, me dedicó a vender postres saludables y uno de ellos llevaba la mantequilla de maní, y así comenzaron las personas a decirme que la vendiera”, recuerda.
La emprendedora asevera que con las mantequillas de maní podía llegar a más lugares del país y no centrar su venta solo en Cobán —como solía ser con los postres—, en ese momento, se dio cuenta de que realmente era una oportunidad viable.
Con 24 envases de vidrio, 30 libras de maní, una cocina y su conocimiento para procesar las semillas, generó su primer lote de mantequillas de maní de Fit & Free.
Cumplir una meta personal
Al mismo tiempo que desarrollaba su emprendimiento, Linda tenía la meta profesional de estudiar un máster fuera de Guatemala. En su búsqueda se ‘topó’ con una enfocada en Iniciativa Emprendedora y Creación de Empresas.
“Vi que una fundación tenía la oportunidad de becas, envíe mi papelería y pasé dos meses con el estatus pendiente. Un día me llaman para hacer la entrevista y es cuando me doy cuenta de que estoy cada vez más cerca de la meta”, indica Linda.
La entrevista básicamente se trató de hablar sobre su experiencia con su negocio y cómo es ser una emprendedora en Guatemala. En junio de 2022, la fundación le notificó que era acreedora de la beca para estudiar en la Universidad Carlos III de Madrid.
Ser parte del ecosistema emprendedor: la clave
“Yo empecé a incursionar en el mundo del emprendimiento por Fit & Free en programas de aceleración e incubadoras del país, es así como obtengo más conocimientos y desarrolló pasión por el tema de emprendedores”, explica la emprendedora.
Gracias a estos centros de emprendimiento, Linda reconoce que pudo ejecutar un modelo y plan de negocio, además de despertar su curiosidad por descubrir y abarcar más sobre el mundo emprendedor en su vida personal.
“Yo tenía un historial como emprendedora, había participado en foros de emprendimiento, incubadoras, aceleradoras y ellos reconocieron que era un conocimiento que quería explotar de manera profesional. Las instituciones que otorgan estas oportunidades toman mucho en cuenta este tipo trasfondo”, agrega.
Linda describe que la experiencia vivida hace un año fue una prueba de que los sueños se pueden transformar en metas por lograr y marcó el inicio de una nueva etapa para ella y su emprendimiento.
Aplicar lo aprendido
La guatemalteca no solo tuvo la oportunidad de adquirir conocimientos emprendedores durante su maestría, sino también acercase al ecosistema emprendedor del primer mundo.
“Una de las lecciones que me dejó esta experiencia es que no se puede hacer crecer un negocio sola, es necesario buscar profesionales que sean tan buenos o mejores como tú, para que esa pequeña empresa no se quede así”, señala.
Por lo que, uno de los retos que quiere aplicar a su emprendimiento es crear un equipo que lleve la marca a otro nivel en tema de estrategias comerciales, ventas y marketing.
Sin detenerse
Pese a estar 8.584 kilómetros de distancia y una vez instalada en la capital española, Linda tenía otro objetivo: que la marca no dejará de funcionar.
“Es una comunidad que venía construyendo en 2018, y desde 2020 a julio de 2022 trabajé por llevar mis productos a los hogares de las familias guatemaltecas. Sentí un compromiso a esa comunidad que me ha brindado apoyo, que dejarlos sin Fit & Free no era una opción para mí”, asegura.
Aunque fue un reto manejar el negocio desde el otro lado del mundo, la producción de mantequilla nunca se detuvo, y el producto siguió corriendo en el mercado.
Consejos a emprendedores
Con 27 años, y cinco años siendo parte del ecosistema emprendedor del país, Linda no dejo pasar la oportunidad para compartir algunas recomendaciones a los emprendedores.
Delegar
“Es complejo delegar porque al inicio un emprendedor tiene que hacer de todo, pero cuando vamos creciendo ya no se puede. Es algo que tenemos que aceptar para comenzar a distribuir tareas para que las cosas funcionen”.
Ver nuevas oportunidades
“Muchas veces los emprendedores nos enfocamos en un solo proyecto. Cuando yo estaba pasando por el manejo a distancia de mi emprendimiento, recuerdo que me dijeron que era mi primer proyecto y que no debía tener miedo a ver nuevas oportunidades, desarrollar innovaciones y futuros proyectos”.
Desde el inicio
“Siempre traten a esa pequeña empresa como si fuera una gran empresa para que se vaya construyendo sólida y fuerte desde un inicio. Yo tomé precauciones, en cuenta pequeños aspectos de un modelo de negocio, para que mi proyecto saliera con algo asegurado y saber que tenía viabilidad”.