Política
Política
Empresa
Empresa
Investigación y Análisis
Investigación y Análisis
Internacional
Internacional
Opinión
Opinión
Inmobiliaria
Inmobiliaria
Agenda Empresarial
Agenda Empresarial
Foto: Cortesía Dulces Yaquían/Instagram

La historia de más de 100 años que tiene una marca de dulces típicos guatemaltecos

El emprendimiento nació en los años 20, en una casa de la zona 1 de la Ciudad de Guatemala, por la necesidad de generar ingresos de las tías abuelas de la actual dueña.

En un rincón de la Ciudad de Guatemala se encuentra un lugar que arropa casi 100 años de una tradición familiar. Los sentidos de todo aquel que llega a la fábrica de Dulces Yaquián terminan acaparados por el aroma dulce y típico de Guatemala, aquellos que nos recuerdan de dónde venimos y lo que somos.

Para cualquiera que llega por primera vez adentrarse en puertas que esconden hornillas de cocción, máquinas de horneado, espacios de moldeado y empaque es una experiencia inusual. Sin embargo, ese no es el caso de Mercedes Yaquián, actual dueña de Dulces Yaquián, quien desde que era una niña recuerda que la fábrica de dulces típicos siempre ha sido parte de su vida.

“Cuando la fábrica tenía grandes pedidos, ayudaba a empacar o en mis vacaciones me iba a trabajar como vacacionista, sobre todo en el área de empaque o repartición de pedidos”, recuerda.

SUSCRIBITE A NUESTRO NEWSLETTER DE EMPRESA

A los 18 años decidió tomar las riendas del negocio. Su motivo principal era que no se perdiera la tradición de los dulces típicos de la familia.

De generación en generación

El emprendimiento nació en los años 20, en una casa de la zona 1 de la Ciudad de Guatemala, por la necesidad de generar ingresos de las tías abuelas de Mercedes.

Con el paso de los años la receta pasó a las siguientes generaciones: abuela, mamá y finalmente Mercedes, quien rememora la época en que su mamá manejaba el negocio. Dulces Yaquián se volvió una empresa formal, con nombre y quioscos para distribuir el producto.

“Recuerdo que cuando Mercedes era una niña y llegaba a la fábrica nos decía que ella algún día se iba a encargar de los dulces, y nosotras nos reíamos en ese entonces”, recuerda doña Dilia Camey, quien lleva 35 años trabajando en la empresa.

En la foto aparecen: Kevin Santizo, Dilia Camey, Emilia Navarijo, Fabiola Coronado, Vivían Camey, Nineth Chávez y Mercedes Yaquian. Fotografía: República.

Continuar el legado

Con 39 años, para Mercedes sigue siendo importante y una responsabilidad hacer que la tradición de los dulces no se pierda, y por eso su meta es que el negocio perdure por lo menos una generación más.

Pese a no ser un negocio que ella misma inició, enfatiza que emprender en cualquier circunstancia no es sencillo, pero siempre genera la satisfacción hacer algo que apasiona y que tiene un valor para el país.

“Mucha gente podrá decir que me dieron la empresa. Pero la realidad es que el mercado se transforma constantemente, y para mantener un emprendimiento que comenzó con mis tías abuelas es crucial también mantener la calidad del producto”, comenta.

La innovación es otro aspecto que enfatiza, es muy relevante al momento de continuar con un emprendimiento de generaciones, con el propósito de captar el gusto del nuevo mundo.

Su huella en el negocio

Dulces Yaquián ha recorrido un largo camino, en el que la huella de Mercedes siempre perdurará. Ya que en sus 21 años al mando del negocio ha implementado conocimientos para mantener el éxito del negocio.

“Lo primero que hicimos fue estandarizar recetas porque no solíamos tener medidas o tecnificación, con la fábrica pasamos un poco de lo artesanal a un proceso semiindustrial, siempre sin perder la esencia de lo que somos, y me he rodeado de personas comprometidas”, expresa Mercedes.

Fotografía: República.

Actualmente Dulces Yaquián cuenta con dos tiendas físicas, una en un centro comercial de zona 16 y en zona 10, aunque ha enfocado su fuerte en los pedidos y entregas a domicilio.

El emprendimiento es una fuente de trabajo para seis personas. “Cuando algún día me ha dado ganas de tirar la toalla, sé que no puedo porque no soy solo yo, sino toda la gente que está atrás mío y ha confiado en mí para su fuente de trabajo”, añade.

Tips para emprendedores

Continuar un legado de familia, mantener los costos de una fábrica y seguir abriendo camino en el mercado nacional son algunas de las complejidades a las que Mercedes ha tenido que sobreponerse en estos 21 años al mando de Dulces Yaquián.

Algunos de los consejos que deja para otros emprendedores son:

Equipo

“Es importante armarse de un grupo de personas comprometidas, porque para mí no es solo un negocio, sino que buscó que la tradición de los dulces perduré y mantener un equipo fuerte de personas a mi lado me ayuda a seguir encontrando el éxito en el mercado”.

Trabajar de la mano

“Algo que hay que entender de los negocios familiares es que los hijos no siempre van a querer quedarse al mando y es una decisión que se debe respetar. Pero es lindo ser parte de ello desde pequeños, porque nos enseña una ética y valor del trabajo, liderazgo de equipos, ser ordenados y tecnificarnos lo más que podamos”.

Costos

“Para nadie es un secreto que estamos viviendo un ambiente inflacionario y los costos de mantener un área de producción y personal son altos. Por eso es importante buscar clientes fijos que nos ayuden a mantener esos costos fijos, y después buscar clientes variables para el margen de ganancia”.

Conservar tradiciones

Dulces Yaquián es un emprendimiento que más allá de ofrecer productos, busca recordar el camino de donde venimos, nuestras tradiciones y valorar lo que somos como guatemaltecos a través de los dulces típicos.

“Si puedes hacer algo que apoye a un emprendedor chapín y que te enorgullezcas de tu cultura, lo más importante es conservar el legado de los dulces típicos. Quiero que los niños aprendan del país y que no se pierda nuestra cultura culinaria”, concluye Mercedes.

No olvides ver el vídeo completo para conocer más detalles de la historia de Dulces Yaquián