El lazo entre un perro y su amo es algo especial. Muchos estudios han señalado los beneficios físicos y psicológicos que tiene tener una mascota, y hay muchas historias de reencuentros que prueban el afecto de las mascotas hacia sus dueños.
Pruebas de una Universidad de Australia y una marca de comida canina, muestran qué tan fuerte es ese vínculo entre animales y humanos, pues tiene una influencia directa sobre los latidos del corazón de ambos.
Para investigar el vínculo entre amo y mascota, hicieron un experimento con tres personas y sus perros. En cada uno de estos casos, los animales se habían vuelto en un apoyo para estas personas para pasar por una enfermedad, un duelo o una discapacidad.
Pero lo que descubrieron estos investigadores al analizar los latidos del corazón de las personas y sus mascotas nunca había sido visto antes. A las tres personas y a sus perros se les puso un monitor cardíaco. Debido a las cámaras y sus antecedentes de ansiedad, la frecuencia cardíaca de estas personas era bastante elevada al principio del experimento.
Cuando sus perros entran en escena cambian: empiezan a descender paulatinamente y se sincronizan. Cuando los confrontan con los resultados, las personas no pueden evitar conmoverse hasta las lágrimas.
Nota publicada por CNN en español
El lazo entre un perro y su amo es algo especial. Muchos estudios han señalado los beneficios físicos y psicológicos que tiene tener una mascota, y hay muchas historias de reencuentros que prueban el afecto de las mascotas hacia sus dueños.
Pruebas de una Universidad de Australia y una marca de comida canina, muestran qué tan fuerte es ese vínculo entre animales y humanos, pues tiene una influencia directa sobre los latidos del corazón de ambos.
Para investigar el vínculo entre amo y mascota, hicieron un experimento con tres personas y sus perros. En cada uno de estos casos, los animales se habían vuelto en un apoyo para estas personas para pasar por una enfermedad, un duelo o una discapacidad.
Pero lo que descubrieron estos investigadores al analizar los latidos del corazón de las personas y sus mascotas nunca había sido visto antes. A las tres personas y a sus perros se les puso un monitor cardíaco. Debido a las cámaras y sus antecedentes de ansiedad, la frecuencia cardíaca de estas personas era bastante elevada al principio del experimento.
Cuando sus perros entran en escena cambian: empiezan a descender paulatinamente y se sincronizan. Cuando los confrontan con los resultados, las personas no pueden evitar conmoverse hasta las lágrimas.