El exdirectivo del IGSS, Max Quirín, señala que la resolución de la Sala de Apelaciones que anuló la sentencia en el caso IGSS-Pisa, los declara inocentes y confirma que los casi cuatro años de prisión preventiva fueron “una condena anticipada”.
La Sala de Apelaciones conoció los recursos planteados por el Ministerio Público, la CICIG y el Seguro Social, así como los planteamientos de los sentenciados.
Luego de analizar los argumentos jurídicos de ambos y la sentencia del Tribunal Undécimo de Sentencia Penal, la Sala concluyó que no existió delito y por ello anuló la condena emitida en septiembre de 2018.
Una resolución que llegó tarde
Entrevistado en su oficina, donde intenta retomar sus actividades empresariales, Quirín lamentó que el fallo llegó tarde para dos médicos, Jesús Oliva, quien se quitó la vida y Erwin Castañeda, quien no fue atendido a tiempo pese a sus padecimientos.
“Es lamentable que lo complicado y las presiones en este caso los haya llevado a tomar decisiones extremas porque se les negó la medida sustitutiva para tratar sus asuntos de salud”, enfatizó Max Quirín.
“Por eso se debe reformar el tema de la prisión preventiva. Es necesario y urgente modificar la ley para que no sigan los abusos de mantener la prisión preventiva por un tiempo prolongado, ya que se vuelve, como en mi caso, una condena anticipada. Cumplí la condena al respecto de la acusación y ahora fui declarado inocente”, subraya el empresario.
De acuerdo con Quirín, la resolución de la Sala devuelve la confianza en la justicia y el estado de derecho, cuando los jueces actúan “sin presiones políticas”.
“Es bueno que los jueces y magistrados no tengan miedo, que actúen conforme el estado de derecho, que es el que debe prevalecer”, subrayó Quirín.
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Una resolución que llegó tarde
Entrevistado en su oficina, donde intenta retomar sus actividades empresariales, Quirín lamentó que el fallo llegó tarde para dos médicos, Jesús Oliva, quien se quitó la vida y Erwin Castañeda, quien no fue atendido a tiempo pese a sus padecimientos.
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