Hospital El Pilar realiza con éxito intervención coronaria de alto riesgo con rotaablación
La Unidad de Cardiología del Hospital El Pilar llevó a cabo de forma exitosa el procedimiento denominado angioplastia coronaria compleja con rotaablación a un hombre de 90 años, con diagnóstico de infarto de corazón. La operación fue realizada por los cardiólogos intervencionistas, doctores Allan Rivera y Edgar Illescas, acompañados por un equipo multidisciplinar.
La angioplastia es un procedimiento mínimamente invasivo (cateterismo) que se utiliza para abrir los vasos sanguíneos estrechos o bloqueados que suministran sangre al corazón, a través de la utilización de catéteres especiales. Estos vasos sanguíneos se denominan arterias coronarias y en el caso de una angioplastia a la arteria principal del corazón (tronco coronario) que está muy calcificada, es una intervención de alto riesgo y compleja.
Este tipo de procedimientos deben ser realizados por profesionales médicos altamente capacitados y en hospitales especializados.
El diagnóstico y las técnicas usadas
El doctor Allan Rivera explicó que el paciente ingreso en julio de este año por angina de pecho inestable. "Le hicimos un cateterismo y vimos que las arterias del corazón estaban obstruidas y muy calcificadas. Además, solo tenía un riñón, el otro se lo habían extirpado por cáncer. Tenía además disfunción moderada del riñón residual.”
“Ante un paciente de 90 años y con un riñón residual con daño crónico, decidimos un tratamiento conservador inicialmente con medicamentos para lograr controlar los síntomas y evitarle una intervención compleja. Permaneció sin síntomas por 3 meses, hasta que volvió a ser hospitalizado por recurrencia de angina de pecho e infarto de corazón. Bajo ese contexto, decidimos en conjunto con el paciente y su familia dar un paso adelante y hacer un nuevo cateterismo con el objetivo de practicarle una terapia que se llama Rotaablación Coronaria, que es un pequeño barreno con fragmentos de diamante adheridos en la punta y que gira a alta velocidad, lo que permite la pulverización de la obstrucción coronaria sin dañar la estructura de la arteria, para posteriormente colocarle stents (prótesis de metal dentro de la arteria) para reparar la obstrucción”, añade el doctor Rivera.
“Era una intervención compleja, pues toda la circulación dependía de esa arteria y se utilizó un balón de contrapulsación aórtico para apoyar la función del corazón, así como un marcapasos transitorio por el riesgo de pulso lento durante el procedimiento; se requiere además del uso de ultrasonido intravascular (IVUS por sus siglas en inglés) para asegurar el adecuado resultado. Gracias a Dios todo salió muy bien,” explica el especialista.
El equipo multidisciplinar estuvo integrado por: dos cardiólogos intervencionistas (Dr. Allan Rivera y Dr. Edgar Illescas), un anestesiólogo (Dr. Miguel Rodríguez); un nefrólogo (Dr. José Loaiza) y un neumólogo (Dr. Edilzar González) para los cuidados posteriores.
“El procedimiento se realizó bajo anestesia local y sedación ligera; siendo dado de alta del hospital a las 72 hrs. Ahora el paciente sigue su tratamiento en casa”, afirma el Dr. Edgar Illescas.
“Ese tipo de intervenciones llevan una planificación especial y es necesario tener el soporte tecnológico adecuado para poder realizarlas,” termina diciendo el doctor Allan Rivera.
El infarto del corazón es la causa principal de mortalidad en Guatemala y en el resto mundo. Esto se debe a la presencia de factores de riesgo como son: estilo de vida sedentario, tabaquismo, obesidad, colesterol elevado, hipertensión y la diabetes, entre otros.
En la Unidad de Cardiología del Hospital El Pilar se brinda acceso a nuevas tecnologías en diagnósticos y tratamientos cardiovasculares, contando con un equipo multidisciplinar cardiológico que puede abordar desde la prevención, diagnóstico, tratamiento y rehabilitación cardiaca de los pacientes.