La reelección indefinida de Nayib Bukele empieza a sonar en El Salvador. Esta búsqueda de perpetuarse en el poder y de prolongar un proyecto político le ha salido mal a algunos, como es el caso de Evo Morales en Bolivia, Rafael Correa en Ecuador y Juan Orlando Hernández en Honduras.

• Técnicamente, solo Nicaragua, Cuba y Venezuela han logrado torcer las reglas de limitación de mandatos y perpetuarse, pero a costa de sus instituciones y democracias. 

Panorama general. En el caso salvadoreño, la seguridad y la guerra contra el crimen organizado ha sido el pretexto principal de Bukele, quien ha asegurado en varias ocasiones que requiere de más de cinco años para lograr el equilibrio esperado. La mayoría de la población apoya esta maniobra.

• De conformidad con el artículo 152 de la Constitución de El Salvador, “el período presidencial será de cinco años, comenzará y terminará el día 1 de junio, sin que la persona que haya ejercido la Presidencia pueda continuar en sus funciones ni un día más”.
• No obstante, el 31 de agosto de 2021, la Asamblea Legislativa de El Salvador aprobó una serie de cambios, entre ellos uno que obligaba la jubilación de los jueces mayores de 60 años o con más de 30 años de carrera, afectando a casi un tercio del Órgano Judicial.
• Unos días después, el 3 de septiembre de 2021, la Sala de lo Constitucional de la Corte Suprema de Justicia (CSJ) falló que el presidente de la República podría cumplir dos mandatos consecutivos. Además, anuló una sentencia de 2014, que establecía que los presidentes deben esperar diez años para postularse a la reelección. En ese momento, el Tribunal Supremo Electoral (TSE) acató la orden de la CSJ.

Es noticia. Bukele proclamó su ambición de participar en la campaña de reelección. El 26 de junio de 2023 registró formalmente su precandidatura. 

• En respuesta, una facción de abogados independientes presentó un recurso para revertir la sentencia emitida en 2021 por la CSJ. La acción fue desestimada por el TSE el pasado 18 de agosto. 

Hemeroteca. El fenómeno de la reelección indefinida viene desde el prolongado mandato de Hugo Chávez en Venezuela, quien llegó al poder en 1998 y que, tras su muerte en 2013, dio lugar a Nicolás Maduro. Más tarde, el régimen de Daniel Ortega en Nicaragua hizo lo mismo. 

• Evo Morales en Bolivia y Rafael Correa en Ecuador buscaron la reelección indefinida, el primero no terminó su mandato y huyó del país, el segundo se fue al exilio.
• Otro presidente que burló la prohibición constitucional fue el hondureño Juan Orlando Hernández. El exmandatario ganó las elecciones para un segundo periodo en 2017, en medio del rechazo de la oposición, que denunció un supuesto fraude. Tras cumplir su mandato, fue capturado y extraditado a EE. UU. por narcotráfico.

El balance. Los ejemplos de países como Venezuela, Nicaragua y Cuba, de sus migrantes y refugiados, de sus muertos y prisioneros, recuerdan que la erosión de la institucionalidad tiene consecuencias de largo alcance.