La lucha política por integrar el Tribunal Supremo Electoral (TSE) sigue su pulso en el Congreso de la República sin que hasta el momento se haya alcanzado acuerdos para elegir a los cinco magistrados titulares y los cinco suplentes. El Legislativo tiene de plazo hasta el 19 de marzo, menos de diez días, para elegir y juramentar a los nuevos magistrados, quienes tienen la difícil tarea de fortalecer la institucionalidad electoral de cara a las elecciones a celebrarse el próximo año.
Una lista no oficial que circuló esta semana en el Congreso daba cuenta que Julio Solórzano, Rudy Marlon Pineda, Eugenia Mijangos, Jorge Mario Valenzuela y Mario Elizardi serían elegidos titulares. En tanto, Aquiles Linares, Tatiana Cabrera, Ana Elly López, Jorge Emilio Sequen Jocop y Augusto Eleazar López serían suplentes.
Las matemáticas políticas dan cuenta que el Partido Patriota (PP) y sus aliados políticos habían cooptado la decisión. Según fuentes legislativas, el PP habría propuesto a la mayoría de magistrados (4); y el resto de bancadas uno cada una (TODOS, UNE, CREO, GANA), al igual que una cuota para los partidos minoritarios y los diputados independientes. La escogencia de los magistrados se habría hecho en secreto, contrario al rol de la Comisión de Postulación, que transparentó todo el proceso al hacerlo público.
Lo que resalta de esa negociación es que sin el partido de oposición Libertad Democrática Renovada (LIDER), el oficialismo y sus aliados no alcanzaran los votos mínimos para seleccionar a los magistrados: 105 votos. El Presidente del Congreso, Arístides Crespo, ha buscado un acercamiento con la oposición. Sin embargo, el rechazo de voces discordantes dentro del PP para negociar con LIDER sería uno de los mayores obstáculos para lograr un acuerdo con la bancada roja.
Esas negociaciones en privado podrían vulnerar la selección de Magistrados de acuerdo a criterios de idoneidad, ya que muy lejos quedaron todos los instrumentos para calificar al mejor perfil con criterios no arbitrarios.
Marielos Fuentes, de Guatemala Visible, entidad que ha seguido de cerca el proceso de elección, critica la actitud de los diputados que hacen las negociaciones bajo la mesa.
En declaraciones a la prensa afirmó que las reglas son claras en la Ley de Comisiones de Postulación y en la Ley Electoral, por lo que pidió a los diputados una elección de altura. La organización llama la atención sobre velar por la autonomía del TSE si el partido oficial y sus aliados siguen en la línea de ‘repartir’ las magistraturas.
Otros analistas políticos han expresado su preocupación para que la elección se haga por sus virtudes y no por la ‘ley del más fuerte’ o de ‘los más astutos’, ya que ello augura una elección que obvia a los idóneos para favorecer a los más convenientes a intereses particulares, con lo cual el TSE perdería imparcialidad. El Movimiento Pro Justicia ha insistido que lo ideal es que los partidos políticos busquen los mejores perfiles de los candidatos.
El común denominador, en el que coinciden muchos analistas, es que el primer reto de los nuevos magistrados son las reformas a la Ley Electoral y de Partidos Políticos y, el segundo, la coordinación de las elecciones de 2015 y 2019. Además, insisten en la necesidad de elegirlos mediante una votación nominal en un proceso en el cual se conozca quién vota por quién para hacer transparente el proceso.