De la subordinación a una potencia extranjera, a la construcción de la unidad política nacional dio como resultado la fundación de la República de Guatemala en 1847, que este 21 de marzo cumple 176 años y cuyo proceso inició con la Independencia. 

Después del fin del Reino de Guatemala, se aprobó la Constitución para establecer la Federación de Provincias Unidas de Centro América, que después fue escenario de enfrentamientos entre liberales y conservadores, según historiadores guatemaltecos. 

Corría el año 1831, cuando Mariano Gálvez asumió como presidente de Guatemala y fue reelecto en 1835. No obstante, fue derrocado por el conservador Rafael Carrera, en el movimiento conocido como el "Levantamiento de la Montaña" o  la "Rebelión de los Montañeses", que incluyó la derogación de la reforma liberal en 1838. 

Aníbal Chajón, del Centro de Estudios de las Culturas en Guatemala (CECEG), de la Universidad de San Carlos de Guatemala (USAC), mencionó que la formación de la República de Guatemala obedeció a la separación de Nicaragua de la Federación, lo que después hizo Costa Rica y Honduras, para después independizarse.

"La última en separarse fue la capital, Guatemala, donde los políticos nunca perdieron la esperanza de recuperar la unidad centroamericana", afirmó.

También que Nicaragua quería la autonomía por las orientaciones comerciales con Perú, y la capital de la Federación era un obstáculo para ese fin. Lo mismo Costa Rica con Panamá y Honduras con México. 

"Estabilidad económica y tranquilidad política"

Con la fractura de la Federación y Guatemala liderada por Carrera, fundaba la República el 21 de marzo de 1847 y promulgaba el Acta Constitutiva de la República, con 18 artículos, cuatro años después. 

Fue entonces que se constituyó el Estado autónomo, con soberanía, donde gobernantes y gobernados quedaron sometidos a una Constitución, con derechos y obligaciones, y configurada en los poderes Ejecutivo, Legislativo y Judicial. 

Chajón también relató que con los conservadores en el poder, Guatemala tiene una importante recuperación económica por la exportación de grana, colorante natural que se plantaba principalmente en Antigua Guatemala, Villa Nueva, Amatitlán y Chiquimula.

"Era un producto de gran valor económico, pero debido a que Guatemala seguía con la figura de la Federación, tenía obstáculos para su comercio", dijo.

Fue entonces cuando los exportadores de grana piden la fundación de la República para un comercio igualitario entre guatemaltecos y británicos, mencionó Chajón.

Asimismo, que años después el gobierno conservador introdujo el cultivo de café para no depender sólo producto, sino tener diversidad y enfrentarse a los cambios económicos a nivel internacional. 

También permitió invertir en obras como el puerto de Iztapa y San José en Escuintla, así como Champerico en Retalhuleu, donde atracaban barcos con el inicio del comercio entre California (EE. UU.) y Chile. El intercambio comercial con Europa se recuperó "siendo una época de prosperidad económica y estabilidad", recordó Chajón.

Otro detalle que dio el experto, es que el Gobierno conservador no perjudicó ni a indígenas, ni a mestizos, ni a garífunas. "Toda la gente vivía su propia cultura, lo importante era que pagaran impuestos, lo que a su vez llevó al país a tener una economía interna estable y una economía externa sólida", aseveró.

Y añadió: "Para entonces la moneda nacional era después del dólar la más estable del territorio americano". 

"Carrera era campesino y la gente lo sentía como uno de ellos", añadió Chajón, lo que coincidió con Francisco Urquizu, historiador de arte, quien describió al presidente Carrera como el gran líder carismático, que reorganiza la República y la hace funcionar y cumple el sueño de una "república civilizada". "La idea de una identidad nacional se concretó con Carrera", refirió. 

Durante este periodo se inauguró el Teatro Carrera, con lo cual se separó el arte religioso, del arte civil y ocurrió una actualización del pensamiento de la iglesia a un liberalismo contemporáneo.