Los partidos políticos, a través de los diputados electos y reelectos, siguen acomodándose en el tablero político, dos meses después de celebrados los comicios del 2023.

• El fin es mantener su cuota de poder y su incidencia en las decisiones que marcarán el rumbo del país antes y después del 14 de enero de 2024.

En perspectiva. El compás en el juego político lo marca la crisis actual: la postura de los partidos con respecto a los resultados electorales y las acciones del Ministerio Público; el desacuerdo o no con la ideología del partido que representan, así como los intereses particulares de cada diputado electo, vinculados con la aprobación del Presupuesto General de la Nación de 2024 y el porvenir de los proyectos.

• Otro indicador del nivel de cohesión de los partidos políticos es la elección de la próxima Junta Directiva del Congreso, que hasta ahora ninguna bancada parece tener los votos para definir al nuevo presidente.

Entre líneas. En el partido Vamos, que tendrá más representantes en el nuevo Congreso (39 diputados), predomina la desunión debido a que la alianza que mantuvo con otros bloques hoy está dispersa porque el oficialismo nunca atendió sus peticiones, entre ellas, el impulso de determinadas leyes.

• Por eso, los movimientos en el ajedrez político dependen del compromiso que alcancen para llevar a cabo proyectos en sus respectivos distritos y que queden presupuestados. Incluso, en las filas de ese partido, hay quien ve al diputado Sergio Arana más cercano al partido Movimiento Semilla que al que lo llevó a ganar una curul.

• La Unidad Nacional de la Esperanza (UNE), llegaría fragmentada en tres grupo: Los que apoyan los resultados electorales y tienen influencia en las cortes; los que representan a Sandra Torres, a través de Estuardo Vargas y Adim Maldonado, y quienes aseguran no estar en ninguno de los anteriores, como el diputado electo Sergio Guillermo Enríquez Garzaro.

• El diputado José Inés Castillo, daría la pauta de estar en distinta sintonía que el equipo con el que fue reelecto, cuando se pronunció por el oficio que remitió el MP al Congreso por la suspensión de Semilla. "Solo el TSE puede ordenar si asumen o no los diputados del Congreso y el PARLACEN", declaró el presidente de la comisión de Asuntos Electorales del Congreso, en disonancia a lo que sostiene la UNE.

En el radar. Otro partido donde hay fracciones es en el partido Valor, donde los diputados electos (5), además de los de la coalición con el partido Unionista (7), unos afines son a Lucrecia de Palomo y otros al diputado electo, Elmer Palencia.

• Por la coalición fue reelecto Álvaro Arzú Escobar, de quien se sabe, trabajará en forma individual, mientras la excanciller, Sandra Jovel, aunque la impulsan para presidir el Congreso, los votos con los que cuenta únicamente le servirían para quedarse con un puesto en la Junta Directiva.

• El partido Cabal, con 18 diputados electos, está cada vez más lejano del presidenciable Edmond Mulet, lo cual se evidenció el fin de semana recién pasado, donde la mayoría coincidió en trabajar más por los distritos que representan y sus respectivos intereses, que en orbitar en la figura del expresidenciable.

• La división se acentuó por la postura del expresidenciable con relación a que se respeten los resultados y que los recursos legales presentados sean resueltos con contundencia. Otro detonante fue la investigación que lleva cabo el MP y que podría llevar al partido al mismo camino que hoy transita Semilla.

Lo que sigue. En el partido Todos, que tendrá 6 diputados en la próxima legislatura, mantiene el liderazgo Felipe Alejos. Desde sus filas aseguran que la cohesión es tal, que para el 28 de enero está prevista la Asamblea Nacional.

• En el caso del partido VIVA, la división que han mantenido los actuales diputados pasó a segundo plano con tal de lograr la aprobación de un presupuesto adecuado a los intereses de los legisladores que se van, pero también de los 11 que tendrá el partido a partir del 2024.

En balance. Se buscó la opinión del diputado electo de la UNE, José Inés Castillo y de Julio Héctor Estrada, de Cabal, pero no atendieron mensajes ni llamadas telefónicas.

• Por su parte, el diputado de Vamos, Sergio Arana, únicamente respondió: "No opino del partido Vamos ni de nada".

En conclusión. El analista Edgar Ortiz comentó que la mayoría de los partidos tiene estructura débil porque son la base de la "compra casillas o el movimiento de fondos públicos para ganar votos. No podemos esperar que partidos como Vamos y UNE sean estructuras consolidadas cuando están conformadas por alianzas frágiles", agregó.

• En opinión de Ortiz, la mayoría son alianzas de corto plazo y para postularse a cargos de elección popular, aunque hay excepciones.

• "En la izquierda, Winaq y Semilla tienen un voto más ideológico y disciplinado. En la derecha está CREO, con un poco más de vinculación con su electorado, y Unionista, con seguidores conservadores, urbanos de derecha. Es decir, con líneas de trabajo más claras y estables", afirmó Ortiz.

• Lamentó que los partidos vigentes no sean representativos de la población y tengan un pronunciamiento nulo en una de las mayores crisis políticas que enfrenta el país en la era democrática. "No creo que el interés del diputado que compró una curul es estar con su gente sino por su interés personal: contratos, obras, etc.", concluyó.