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Liderazgo ¿por mérito o por cuotas?  

.
Redacción República
18 de abril, 2024

En una sociedad que busca la igualdad de oportunidades, los méritos y el esfuerzo rinden frutos; por el contrario, las cuotas son premios de consolación.

El 15 de abril pasado asumió la presidencia del CACIF Carmen María Torrebiarte, exitosa empresaria y líder gremial; directora de un importante grupo empresarial por más de 20 años quien también ha presidido la gremial de calzado de la Cámara de Industria. Su trayectoria habla por sí sola.  

Dicha elección se debió a la demostrada capacidad de concertación con diversos sectores y empresarios de diferentes ámbitos y magnitudes. Nadie se lo regaló.  

Tal consideración viene al caso, pues ayer la presidenta del TSE, Blanca Alfaro, presentó en Congreso la iniciativa de ley producto CAME para modificar la Ley Electoral y de Partidos Políticos. Entre las propuestas está la adición del artículo 212 Bis, que obliga a la paridad en los listados para elección a cargos por razón de sexo.

Ninguna de las dos magistradas del TSE alcanzó el cargo por cuotas, como tampoco ninguna de las diputadas actuales –ni siquiera las electas por el partido Movimiento Semilla– pues todas se ganaron a pulso su participación.  

Las cupos o cuotas de participación por cualquier razón distinta a méritos o esfuerzo –sexo, etnia, credo, etc.– son condescendientes; aunque toda generalización siempre es imprecisa, nunca –o casi nunca– una mujer destacada, en cualquier ámbito, ha llegado allí por cuotas.  


La paridad en listados –por no ser espacios ganados a pulso– ha sido burlada de varias formas; por ejemplo, son incluidas con el compromiso de renunciar al ser electas o siempre ser sujetas al cacicazgo de quienes las colocaron simplemente para llenar el requisito legal.

Una discusión más profunda es, por supuesto, si detrás de esa peregrina idea de inclusión paritaria esté, por ejemplo, que solamente una mujer puede representar adecuadamente a las mujeres. Claramente es una falacia. No existen liderazgos basados en cuotas; un liderazgo es ganado, no otorgad

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Liderazgo ¿por mérito o por cuotas?  

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Redacción República
18 de abril, 2024

En una sociedad que busca la igualdad de oportunidades, los méritos y el esfuerzo rinden frutos; por el contrario, las cuotas son premios de consolación.

El 15 de abril pasado asumió la presidencia del CACIF Carmen María Torrebiarte, exitosa empresaria y líder gremial; directora de un importante grupo empresarial por más de 20 años quien también ha presidido la gremial de calzado de la Cámara de Industria. Su trayectoria habla por sí sola.  

Dicha elección se debió a la demostrada capacidad de concertación con diversos sectores y empresarios de diferentes ámbitos y magnitudes. Nadie se lo regaló.  

Tal consideración viene al caso, pues ayer la presidenta del TSE, Blanca Alfaro, presentó en Congreso la iniciativa de ley producto CAME para modificar la Ley Electoral y de Partidos Políticos. Entre las propuestas está la adición del artículo 212 Bis, que obliga a la paridad en los listados para elección a cargos por razón de sexo.

Ninguna de las dos magistradas del TSE alcanzó el cargo por cuotas, como tampoco ninguna de las diputadas actuales –ni siquiera las electas por el partido Movimiento Semilla– pues todas se ganaron a pulso su participación.  

Las cupos o cuotas de participación por cualquier razón distinta a méritos o esfuerzo –sexo, etnia, credo, etc.– son condescendientes; aunque toda generalización siempre es imprecisa, nunca –o casi nunca– una mujer destacada, en cualquier ámbito, ha llegado allí por cuotas.  


La paridad en listados –por no ser espacios ganados a pulso– ha sido burlada de varias formas; por ejemplo, son incluidas con el compromiso de renunciar al ser electas o siempre ser sujetas al cacicazgo de quienes las colocaron simplemente para llenar el requisito legal.

Una discusión más profunda es, por supuesto, si detrás de esa peregrina idea de inclusión paritaria esté, por ejemplo, que solamente una mujer puede representar adecuadamente a las mujeres. Claramente es una falacia. No existen liderazgos basados en cuotas; un liderazgo es ganado, no otorgad