Liwy Grazioso, ministra de Cultura y Deportes, confirmó que encontró un ministerio desordenado y no se contó con apoyo de las anteriores autoridades para un correcto proceso de transición.  

¿Cómo han sido las primeras semanas de trabajo?  

Encontramos un ministerio bastante desordenado. Es una constante de todos. Tampoco hubo un proceso de transición. Lo que realizaron las autoridades salientes fue un evento mediático. Los documentos que se dieron fueron inútiles e ilegibles. La vicepresidenta Karin Herrera, en ese momento vicepresidenta electa, solicitó información, pero no tuvo respuesta. Se ha revisado el desempeño de los trabajadores, y nos dimos cuenta de que varias personas ya habían renunciado. Otras estaban escondidas en áreas de trabajo que no eran los normales, costó ubicarlas.  

Se evaluó a los trabajadores y se despidieron a aquellos evidenciados. Una de las misiones era revisar las redes sociales. Yo misma recibí amenazas del ministro anterior por una opinión en redes. Yo soy libre de hacer las críticas en mis redes sociales. Todos los que criticamos teníamos represalias. 

¿Qué más hallazgos se dieron?  

Un montón de procesos inconclusos, y el grupo de trabajadores con salarios crecidos. Estamos operando con el presupuesto 2023 y con las necesidades de este año. También el tema de las demandas laborales, que se debieron pagar en administraciones anteriores y ahora se deben de cancelar con los tiempos vencidos. Por supuesto, se van a pagar con todo lo que la ley establece. Pero esos temas son los que nos hubiera gustado saber en la transición. No ha sido fácil, estamos trabajando con un Programa Operativo Anual que no diseñamos, con un presupuesto que no elaboramos. Podemos hacer cambios y variaciones en el camino, pero que esté claro que este año no es el que diseñamos. Hacer lo mejor que podamos con lo que tenemos.  

¿Hallazgos en contratos o irregularidades?  

Estamos revisando todos los proyectos, y todos tienen varias fases. Por el momento no puedo hablar de hallazgos, porque de haberlos nuestra obligación es reportarlos a las autoridades competentes. Por sentido común, consideramos que hay obras sobrevaloradas, pero si hay facturas que los respaldan, tampoco es un hallazgo. Encontrar hallazgos no es tan fácil, y nuestra función tampoco es la de fiscalizar. Hacemos el trabajo que corresponde que es revisar los proyectos a los que se debe dar continuidad, en ese proceso si se encuentran hallazgos, los denunciaremos.  

Inauguraron algunos museos antes de irse, pero tienen muchas fallas. Por citar un ejemplo, el Museo Nacional de Arqueología y Etnología, me rehúso a darle otro nombre. Le vamos a devolver el nombre original, es un proceso rápido mediante un acuerdo ministerial, pero es un cambio cosmético, ese museo hay que transformarlo. Precisamente las piezas de ese museo que resultaron dañadas, por esa intervención arbitraria, sin conocimiento de causa, no necesitan ser intervenidas. Ahora corresponde verificar el tipo de daño. En ese museo se necesita un proyecto integral.  

¿Qué fue lo que se hizo? 

Hubo un grupo de restauradores que son especialistas en arte colonial, pero tocaron las colecciones prehispánicas. Eso se debe estudiar ahora, porque son restauradores, pero su especialidad era colonial, no prehispánica. Estas personas contratadas para un proyecto ganaban más que los restauradores de planta que tiene el ministerio. No se puede traer personas de afuera con el mismo perfil del personal para pagarle más. Eso es una arbitrariedad que no se debe dar.  

¿Qué retos enfrenta en el ministerio?  

Me nombraron capitán, es un barco enorme que va a la deriva. Punto número uno, debo enderezarlo, y después de que funcione en óptimas condiciones, mi reto es entregarlo en mejores condiciones.  

Afortunadamente, cuento con un equipo de viceministros. Cada uno es experto en el tema y hasta la fecha han trabajado para ordenar el desorden. Otro reto es echar a andar el Cuarto Viceministerio de Interculturalidad, que las autoridades anteriores solo lo dejaron creado, pero no tiene presupuesto ni estructura. Realmente en la forma que quedó, hay funciones que existen en papel, pero hay operaciones que se traslapan con otros viceministerios.  

¿Cómo es posible crear un viceministerio antes de irse? 

Eso no debería ser permitido, ni tampoco es legal. Si querían hacerlo, lo hubieron presentado al principio. Además, con todo el daño al patrimonio con el mal manejo de las colecciones, sin mayor control, debemos hacer el inventario de las colecciones, ver si hace falta algo y denunciarlo.  

El Patrimonio Cultural es un recurso no renovable. Una vez perdido y dañado no se puede renovar. Es necesario hacer una lista de los objetos y dónde están. Eso ya se está haciendo, pero lleva tiempo. Hicimos una depuración en el tema de personal.