La revancha de Ortega por las protestas de 2018 no cesa. Este lunes 25 de septiembre, el régimen canceló la personalidad jurídica y confiscó los bienes del Instituto Centroamericano de Administración de Empresas (INCAE).

Panorama general. Tras haber cancelado la personalidad jurídica e incautar los bienes de la UCA y la Compañía de Jesús, Daniel Ortega tachó otra institución de su lista negra, a raíz de las protestas del Indio Maíz en 2018. 

• Por orden del Ministerio de Gobernación (MIGOB), se canceló la personalidad jurídica, acusando a INCAE de inconsistencias en las cuentas del periodo 2015-2019, además, de otras supuestas irregularidades de tipo administrativo.
   
• La cancelación de organizaciones y entidades se justifican bajo La Ley General de Regulación y Control de Organismos Sin Fines de Lucro, aprobada de urgencia por el congreso sandinista en marzo de 2022.

Fisgón histórico. El INCAE nació como un esfuerzo conjunto entre el sector empresarial centroamericano, John F. Kennedy (JFK) y la Universidad de Harvard, en el marco de la Declaración de Centroamérica de 1963. 

• El presidente estadounidense impulsó un programa de alta gerencia en Centroamérica, en colaboración con el decano de Harvard, George Baker. En 1965 el INCAE inició su operación en Costa Rica, con profesores de la Universidad de Harvard.
   
• En 1969 fue inaugurado el campus “Francisco de Sola” en Montefresco, Nicaragua, dónde se han formado muchas de las mentes empresariales más brillantes del país.

Hemeroteca. Tras la crisis social que desencadenó las protestas contra la dictadura de Ortega en 2018, el régimen buscó desescalar la situación a través de un Diálogo Nacional entre la sociedad civil y el gobierno. 

• Con el fracaso del primer diálogo, en el seminario de Nuestra Señora de Fátima, el sector privado impulsó un nuevo intento de negociación.
   
• Esta segunda ronda tuvo al INCAE como sede. En ella participaron la Alianza Nacional, conformada principalmente por el sector empresarial, el sector estudiantil y el Gobierno de Nicaragua.
   
• En esta ocasión no se contó con la presencia de Daniel Ortega ni su esposa, Rosario Murillo, debido al impase generado en el primer diálogo.

Voces (I). De acuerdo con el excandidato presidencial –exiliado en EE. UU. por persecución política–, Juan Sebastián Chamorro, con quién República pudo conversar: “Ortega reaccionó contra el INCAE, no porque signifique una amenaza, sino que como represalia, en revancha a la posición congruente que ha tenido el INCAE en los últimos años”.

• “Yo estuve presente en esas delegaciones (de diálogo), por parte de la oposición y el INCAE simplemente hizo lo que una organización en busca de la paz haría: prestar logísticamente sus recursos para que se diera esa negociación”.
   
• “Esa mesa de diálogo llevó a la liberación de más de mil presos políticos. Por eso, obviamente, con una dictadura tan visceral y tan odiosa como la de Ortega-Murillo, simplemente le están pasando las facturas al INCAE”.
   
• “Al régimen le incomoda que existan centros de pensamiento independiente, lo hacen por esta voracidad de reprimir todo lo que representa el libre pensamiento, el análisis intelectual y la libre discusión de ideas”.

Voces (II). El periodista nicaragüense, Franklin Villavicencio, añadió: “como el INCAE tiene un campus muy grande, con residencias, se sabe que durante las negociaciones se alojaron ahí los jóvenes, en especial de la Alianza Universitaria Nicaragüense, una organización estudiantil que tuvo mucho apoyo de la empresa privada”.

• “Tuvieron mucho apoyo por parte de la empresa privada y se alojaron en este campus, como una medida de seguridad para que no fueran arrestados cuando fueran a sus casas. El INCAE sirvió como un centro donde una parte de la oposición pudo recuperarse durante esos meses”.
   
• “Es un mensaje que se le envía a la empresa privada y a cualquier centro académico, de que ahora el régimen quiere mantener el control total del país”.

¿Ahora qué? El cierre de los espacios para la oposición y la destrucción de las instituciones intermedias es un paso importante en la consolidación la dictadura totalitaria en Nicaragua. De acuerdo con Villavicencio, el siguiente paso del régimen es la confiscación y nacionalización de las empresas privadas en el país. 

• La situación es inconciliable, según afirma Chamorro: “Ortega se ha radicalizado al extremo (...) no veo solución política en este momento, más que la resistencia y la denuncia de sus crímenes”.