Política
Política
Empresa
Empresa
Investigación y Análisis
Investigación y Análisis
Internacional
Internacional
Opinión
Opinión
Inmobiliaria
Inmobiliaria
Agenda Empresarial
Agenda Empresarial

El último zarpazo de la persecución de Ortega en Nicaragua

La represión en Nicaragua no cesa. El 16 de agosto, el régimen de Daniel Ortega cerró y confiscó la Universidad Centroamericana de Managua (UCA), entidad fundada en 1960 por la orden de los jesuitas.

Ilustración por Gabo®
Rafael Párraga
25 de agosto, 2023

Esto ocurre en el marco de un proceso de persecución constante contra instituciones religiosas opositoras, que terminó con un golpe mortal el pasado miércoles 23 de agosto, cuando se canceló la personalidad jurídica de la compañía de Jesús, a través del Ministerio de Gobernación (MIGOB).

Panorama general. El régimen de Ortega y de su esposa, Rosario Murillo, se ha convertido en totalitario. El Estado ha logrado suprimir la mayoría de las instituciones intermedias de la sociedad civil, la única resistencia vigente al régimen nicaragüense, de las cuales solo sobrevivían los jesuitas. La compañía de Jesús, orden religiosa históricamente conocida por su oposición al poder, es una de las muchas instituciones que han sido suprimidas por la dictadura.

  • Además de perseguir a la Iglesia católica, Ortega también ha librado una guerra abierta en contra del sector privado y organizaciones de sociedad civil.
     
  • El 6 de marzo del 2023, se canceló la personalidad jurídica a 18 asociaciones gremiales, incluyendo al Consejo Superior de la Empresa Privada (COSEP), el equivalente al CACIF guatemalteco.
     
  • De igual manera, en menos de 20 meses, el régimen ha cerrado más de 30,000 oenegés que velaban por los derechos humanos y la libertad política de los nicaragüenses.

Voces. El proceso de cancelación de Ortega suele funcionar de dos maneras distintas: a través de la Asamblea Nacional, cuando se trata de casos políticos, y por medio del MIGOB, cuando se trata de casos relacionados con temas financieros, un formalismo que se hace para revestir de cierta legalidad estas acciones represivas. La cancelación de la UCA, sin embargo, se hizo a través del Ministerio Público, como pudo confirmar el periodista nicaragüense Franklin Villavicencio. 

SUSCRIBITE A NUESTRO NEWSLETTER DE POLÍTICA
  • “Hubo mucho silencio previo, nunca se discutió en la Asamblea. Lo primero fue un congelamiento de cuentas y, finalmente, el anuncio oficial del Ministerio Público de su cancelación y confiscación”, afirmó Villavicencio.
     
  • La Unión Nacional de Estudiantes de Nicaragua (UNEN) se encarga de hacer vigilancia para el régimen, funcionando “como una especie de policía de control social dentro de las universidades”, de acuerdo con el periodista. 
     
  • La UCA era la única universidad privada dónde “los tentáculos del régimen no estaban infiltrados (...) a pesar de que la UNEN intentó entrar a la UCA en 2008 y 2014, los docentes, estudiantes y personal de la universidad siempre se resistieron”.

Por qué importa. La Universidad Centroamericana fue la joya de la corona para el régimen totalitario de Daniel Ortega. La cancelación de la UCA y la confiscación de sus bienes significa que, en Nicaragua, no existe ya universidad alguna que no sea controlada por el régimen y su programa de pensamiento único. El dominio sobre el Instituto de Historia de Nicaragua y Centroamérica (IHNCA) es especialmente preocupante. 

  • “Tiene (el IHNCA) algunas de las mejores colecciones de historia de Nicaragua y Centroamérica: fotografías, escritos e investigaciones que se desconoce si se lograron salvar antes de que cayera en manos del régimen”, afirma Villavicencio.
     
  • Esto le permite a Ortega manipular la historia y controlar el surgimiento de futuros líderes de oposición. Las protestas estudiantiles de 2018 surgieron por el liderazgo de estudiantes de la UCA, ahora en manos del ejército.
     
  • En 2018, la UCA abrió sus portones para refugiar a estudiantes y heridos en las protestas, salvando la vida de defensores de derechos humanos y de los periodistas que documentaban la represión del régimen. La jueza que ordenó su cancelación —graduada de la UCA— la catalogó como “un centro de terrorismo, organizando grupos delincuenciales”. 

En perspectiva. En menos de dos años, Ortega ha clausurado y confiscado más de 20 universidades privadas. El régimen ha eliminado prácticamente todas las instituciones intermedias, académicas, humanitarias, religiosas y empresariales. La dictadura tiene bajo su control todos los poderes del Estado.  

  • En la Asamblea Nacional, solamente un 10% del pleno está conformado por partidos de oposición, “que son realmente partidos colaboracionistas del régimen”, como confirma Villavicencio. 
     
  • “En este momento no hay opción para los estudiantes que quieran una educación de calidad independiente de la línea del partido. Los principales liderazgos de oposición salieron de la UCA”.
     
  • En los últimos 20 meses, Ortega ha clausurado y confiscado hasta 26 universidades privadas. La formación de más de 37,000 estudiantes está en manos de un aparato estatal, de pensamiento único y persecución total de la oposición.

El último zarpazo de la persecución de Ortega en Nicaragua

La represión en Nicaragua no cesa. El 16 de agosto, el régimen de Daniel Ortega cerró y confiscó la Universidad Centroamericana de Managua (UCA), entidad fundada en 1960 por la orden de los jesuitas.

Ilustración por Gabo®
Rafael Párraga
25 de agosto, 2023

Esto ocurre en el marco de un proceso de persecución constante contra instituciones religiosas opositoras, que terminó con un golpe mortal el pasado miércoles 23 de agosto, cuando se canceló la personalidad jurídica de la compañía de Jesús, a través del Ministerio de Gobernación (MIGOB).

Panorama general. El régimen de Ortega y de su esposa, Rosario Murillo, se ha convertido en totalitario. El Estado ha logrado suprimir la mayoría de las instituciones intermedias de la sociedad civil, la única resistencia vigente al régimen nicaragüense, de las cuales solo sobrevivían los jesuitas. La compañía de Jesús, orden religiosa históricamente conocida por su oposición al poder, es una de las muchas instituciones que han sido suprimidas por la dictadura.

  • Además de perseguir a la Iglesia católica, Ortega también ha librado una guerra abierta en contra del sector privado y organizaciones de sociedad civil.
     
  • El 6 de marzo del 2023, se canceló la personalidad jurídica a 18 asociaciones gremiales, incluyendo al Consejo Superior de la Empresa Privada (COSEP), el equivalente al CACIF guatemalteco.
     
  • De igual manera, en menos de 20 meses, el régimen ha cerrado más de 30,000 oenegés que velaban por los derechos humanos y la libertad política de los nicaragüenses.

Voces. El proceso de cancelación de Ortega suele funcionar de dos maneras distintas: a través de la Asamblea Nacional, cuando se trata de casos políticos, y por medio del MIGOB, cuando se trata de casos relacionados con temas financieros, un formalismo que se hace para revestir de cierta legalidad estas acciones represivas. La cancelación de la UCA, sin embargo, se hizo a través del Ministerio Público, como pudo confirmar el periodista nicaragüense Franklin Villavicencio. 

SUSCRIBITE A NUESTRO NEWSLETTER DE POLÍTICA
  • “Hubo mucho silencio previo, nunca se discutió en la Asamblea. Lo primero fue un congelamiento de cuentas y, finalmente, el anuncio oficial del Ministerio Público de su cancelación y confiscación”, afirmó Villavicencio.
     
  • La Unión Nacional de Estudiantes de Nicaragua (UNEN) se encarga de hacer vigilancia para el régimen, funcionando “como una especie de policía de control social dentro de las universidades”, de acuerdo con el periodista. 
     
  • La UCA era la única universidad privada dónde “los tentáculos del régimen no estaban infiltrados (...) a pesar de que la UNEN intentó entrar a la UCA en 2008 y 2014, los docentes, estudiantes y personal de la universidad siempre se resistieron”.

Por qué importa. La Universidad Centroamericana fue la joya de la corona para el régimen totalitario de Daniel Ortega. La cancelación de la UCA y la confiscación de sus bienes significa que, en Nicaragua, no existe ya universidad alguna que no sea controlada por el régimen y su programa de pensamiento único. El dominio sobre el Instituto de Historia de Nicaragua y Centroamérica (IHNCA) es especialmente preocupante. 

  • “Tiene (el IHNCA) algunas de las mejores colecciones de historia de Nicaragua y Centroamérica: fotografías, escritos e investigaciones que se desconoce si se lograron salvar antes de que cayera en manos del régimen”, afirma Villavicencio.
     
  • Esto le permite a Ortega manipular la historia y controlar el surgimiento de futuros líderes de oposición. Las protestas estudiantiles de 2018 surgieron por el liderazgo de estudiantes de la UCA, ahora en manos del ejército.
     
  • En 2018, la UCA abrió sus portones para refugiar a estudiantes y heridos en las protestas, salvando la vida de defensores de derechos humanos y de los periodistas que documentaban la represión del régimen. La jueza que ordenó su cancelación —graduada de la UCA— la catalogó como “un centro de terrorismo, organizando grupos delincuenciales”. 

En perspectiva. En menos de dos años, Ortega ha clausurado y confiscado más de 20 universidades privadas. El régimen ha eliminado prácticamente todas las instituciones intermedias, académicas, humanitarias, religiosas y empresariales. La dictadura tiene bajo su control todos los poderes del Estado.  

  • En la Asamblea Nacional, solamente un 10% del pleno está conformado por partidos de oposición, “que son realmente partidos colaboracionistas del régimen”, como confirma Villavicencio. 
     
  • “En este momento no hay opción para los estudiantes que quieran una educación de calidad independiente de la línea del partido. Los principales liderazgos de oposición salieron de la UCA”.
     
  • En los últimos 20 meses, Ortega ha clausurado y confiscado hasta 26 universidades privadas. La formación de más de 37,000 estudiantes está en manos de un aparato estatal, de pensamiento único y persecución total de la oposición.