Venezuela recupera la esperanza, tras 10 años de aquellas masivas manifestaciones que cautivaron al mundo entero. Ni los fraudes electorales, presos políticos o la persecución del régimen, han podido detener a la oposición. 

Panorama general. El domingo 22 de octubre, la coalición opositora Plataforma Unitaria (PU, centroderecha) celebró unas históricas elecciones primarias, dónde, por encima de todas las expectativas, más de 2 millones 500 mil personas votaron para definir una candidatura presidencial de cara a las elecciones de 2024. 

• María Corina Machado fue elegida candidata opositora, con más del 92% de los votos, dentro de un proceso con muchas anomalías señaladas como intentos de sabotaje por parte del régimen de Nicolás Maduro. 

• Mientras que no se ha realizado una convocatoria de elecciones, el régimen y la oposición pactaron, este 17 de octubre, un acuerdo donde el gobierno se comprometía a celebrar elecciones en el segundo semestre del 2024.
   

• Las primarias se celebraron de forma simultánea en Venezuela y otros 28 países, tras las cuales, Machado celebró declarando: “hoy no es el final, pero es el principio del final”, haciendo referencia a la dictadura de Maduro. 
   

Entre líneas. Las primarias, sin embargo, suponen tanto esperanza como incertidumbre para los venezolanos: los precedentes de las elecciones del 2013 y del 2018, las últimas desconocidas a nivel internacional, dónde el régimen impuso fraudulentamente a Nicolás Maduro como presidente. Diez años después, la oposición no tiene certeza de un compromiso para permitir elecciones libres. 

• La Contraloría General de Venezuela (CGV) inhabilitó, en 2015, a María Corina Machado para optar a un cargo público. La Contraloría argumentó que Machado —que niega las acusaciones— no había incluido en su declaración patrimonial unos bonos que recibía siendo diputada.
   

• En junio de este año, la CGV le inhabilitó para postularse a cargos públicos por 15 años más, por su supuesto apoyo a las restricciones a la compra de petróleo venezolano que EE. UU. impuso al régimen. 

Voces (I). República pudo conversar con Pedro Urruchurtu, coordinador de relaciones internacionales de la campaña de Machado, que nos expresó: “los venezolanos han decidido darle su confianza a una persona que ha sido valiente y que se dedicó a recorrer cada rincón de Venezuela, levantando el ánimo de un país que, hasta hace unos meses, parecía no estar dispuesto a hacer lo que hizo el domingo”. 
 

• “Evidentemente, ella está consciente de que, hoy, es candidata presidencial de un proceso que ni siquiera ha sido convocado, que ni siquiera tiene fecha, que el régimen ni siquiera ha puesto sobre la mesa como una realidad”.
   

• “Eso es parte de por lo que nos va a tocar luchar. Hoy, con un nuevo liderazgo, se nos permite reagrupar fuerzas, realinear intereses y, sobre todo, relegitimar una lucha que hoy los venezolanos ven encarnada en esperanzas a través del liderazgo de María Corina. 

Voces (II). De acuerdo con Urruchurtu, Venezuela ha cambiado mucho: “uno pensaría que esta visión asistencialista de este Estado omnipresente en la vida de la gente sigue teniendo una fuerza importante. El asistencialismo en Venezuela se traduce en una caja de comida bastante deficiente y en bonos en bolívares que no valen nada. La misma gente se ha dado cuenta de que esa no es la vía, por el propio desgaste del sistema”.
 

• “María Corina se encargó de convocar a todos los sectores de la sociedad civil en esta nueva gran coalición, para acumular fuerzas y levantar el ánimo, pero también para una interlocución donde la comunidad internacional puede involucrarse en el tema de Venezuela y presionar para que haya elecciones”.
   

• “El desafío que hay es unificar un país para aglutinar un espíritu de lucha que derive en un proceso electoral. Lo importante es que, al menos hoy, ya tenemos un nuevo liderazgo en la oposición que va a ser clave para estar en la etapa de lucha”. 

Por qué importa. Mientras que la oposición no tiene certeza de lo que pasará con la candidatura de Machado, las primarias sirvieron para tomar la sartén por el mango e iniciar el proceso electoral, poniendo al régimen —que ahora denuncia las primarias como fraudulentas— en el radar de la comunidad internacional. Esta movida estratégica pone presión a Maduro para cumplir su compromiso por celebrar las elecciones.  

• A pesar de la inhabilitación de Machado, Maduro está bajo presión de respetar a la oposición si quiere que EE. UU. no vuelva a restringir en su país la compra de petróleo procedente de Venezuela.
   

• Sin embargo, EE. UU. también tiene necesidad de levantar esas restricciones, debido a la escasez generada por el conflicto entre Rusia y Ucrania, lo que pone en duda si el levantamiento de restricciones verdaderamente depende del respeto al proceso electoral. 
   

• Las últimas encuestas revelan que un 76% de venezolanos no volvería a votar por Maduro. A pesar de la incertidumbre, los venezolanos empiezan a recobrar la fe en la oposición, 10 años después de la última vez que se puso al régimen en jaque.